4/8/21

Luz para el día a día
Por Elena Moscone, alumna del PEAM

A menudo nos toca vivir situaciones violentas que denotan desprecio por el otro y por lo acordado para la convivencia social. Pocos ejemplos bastan: la semana pasada, una persona le decía de buena manera a alguien que había cruzado en rojo "flaco, mirá el semáforo", a lo que el joven le respondió con una palabrota. Otros casos: una persona mayor espera en la fila de un banco y quienes están delante no lo dejan pasar. Dueños pasean a sus mascotas por veredas y plazas, que quedan llenas de heces, sin importarles que los niños puedan pisarlas o tocarlas.

Las situaciones ilustran que el otro importa poco; el egoísmo sobresale. Los vínculos se convierten en meras transacciones y la persona se aísla en sí misma y apenas comparte algo con los demás, con el consecuente empobrecimiento vincular y la paradoja d tener todo y no tener nada.
Cabe recordar La Inteligencia Emocional, libro escrito por Daniel Goleman a fines del siglo pasado. En la actualidad, ha vuelto a tomar auge para el control de las emociones.
Aristóteles decía que "cualquiera puede ponerse curioso, eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta en la intensidad correcta, en el momento correcto, durante el tiempo correcto y en la forma correcta, eso no es fácil". 
Goleman se pregunta qué factores entran en juego cuando las personas que tienen un alto cociente intelectual elevado tienen dificultades y las de un coeficiente modesto se desempeñan sorprendentemente bien. Goleman afirma que la diferencia suele estar en las habilidades que llamamos inteligencia emocional e incluyen el autodominio, el celo, la persistencia y la capacidad de motivarse a uno mismo. Más allá de esta posibilidad surge un imperativo moral. Dice Goleman que vivimos en una época en la cual el tejido de la sociedad parece deshacerse a una velocidad cada vez mayor de la mano del egoísmo, la violencia y la ruindad espiritual. 
No es fácil la inteligencia emocional. Es necesario trabajar sobre ella para evitar acciones que sean improperios, agresiones contra el prójimo, junto a quien compartimos este mundo.