11/8/21

Teléfono para todos

Por Elena Moscone, alumna del PEAM


¿Hay que legislar sobre la libertad de expresión o no hay que hacer nada? En principio, el derecho a la libertad de expresión se encuentra garantizado por la Constitución Nacional. Su artículo 13 dice que es un derecho que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir imformaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, o formas. 
Existe la libertad de expresión porque existe la democracia, el derecho de distanciarse del gobierno y hacerle las críticas que se considere. Es un derecho que hace progresar a las sociedades y marca una distancia respecto del autoritarismo, dice Mario Vargas Llosa. El literato afirma que en países donde el control de la información está en manos de empresas estatales existe censura porque los periódicos son voceros del gobierno o se revisan cuidadosamente todas las publicaciones para eliminar aquellas que les disgustan.
Santiago Kovadloff dice que "la realidad no es rara, es lamentable, pero además goza de un grado de transparencia dramática. Cuando los datos enojan es porque la verdad ofende".

Dichos y ulterioridades
La declaración universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas de 1948 reconoce en su artículo 19 que todos tienen derecho a libertad de expresión y opinión y que ese derecho incluye la libertad de manifestarse sin interferencias; también, la de buscar, recibir, repartir información e ideas por cualquier medio con prescindencia de fronteras.
Sin embargo, la Corte Europea de Derechos Humanos, al sostener por igual que la libertad de expresión es un derecho fundamental, la acota si entra en colisión con otros valores esenciales de esa comunidad.
En todas las épocas y lugares hubo obstrucciones a la libertad de expresión. Claudio Escribano dice al respecto: "Cuando observamos en la contemporaneidad un recrudecimiento de relatos políticos falsos de toda falsedad, el tema inacabable sobre los límites a la libertad de pensamiento y expresión parece en un sentido ceder en gravedad frente a lo que Johnatan Rauch categoriza como la crisis epistemológica de la verdad. Estamos sobreexpuestos a una información que produce miedo. La sociedad de la información bombardea continuamente con horrores: ya no solo se teme morir sino, mucho peor, a lo que nos puede pasar mientras estamos vivos.

Respeto
Si bien hay derecho a expresar, también existe la responsabilidad por lo que cada uno dice, eso es, aceptar un límite impuesto por el respeto hacia el otro, una necesidad de hablar sin agraviar ni avasallar al otro, ése con el que tengo que convivir.
La civilización nos impone una mayor consciencia para expresarnos. El otro tiene derecho a la veracidad de la información y a una comunicación que nos llene de dignidas y de educación. Que enaltezca al ser humano sin mezquindades.
La vida es aprendizaje constante frente a cada momento que nos toca.