Un sol para la niebla
Por Susana Carbonari, alumna del PEAM
Por una sonrisa, un mundo.
Es tan lindo entrar a un comercio y que a uno lo reciban con una sonrisa, no con un gesto malhumorado. Es muy bonito andar por la calle y que nos digan “buenos días”, “buenas tardes” y nos sonrían aunque no nos conozcan.
La sonrisa de la madre a su hijo y especialmente a la inversa son lo más bello que existe.
Si te sonríen significa que sos agradable para los demás.
En este tiempo de pandemia y miles de cosas que se cruzan, la gente anda apurada y se olvida de sonreir, pese a lo lindo que es.
Las sonrisas cómplices entre amigos, entre amigas, también existen y son conmovedoras porque son muy sinceras.
A pesar de las dificultades, creo que el mundo estaría mucho mejor si todos sonriéramos. Son como hermosos amaneceres, atardeceres, como si el sol y otras estrellas estuvieran en nosotros.