31/7/20

Luces renovadas
Ana Chevarría celebra que hoy se bregue por la "igualdad de condiciones de derecho para el hombre y la mujer". Evoca que "las mujeres de antes eran muy hacendosas en la casa y el hombre hacía el trabajo fuera de ella". Esto, "debido a distintas circunstancias, ha cambiado para bien y por ejemplo hay mujeres remiseras, que van a los gimnasios, escuelas".
Antes "se veía mucho el hombre como profesor, en oficinas públicas" y en esos ámbitos cuanto en otros la mujer ha ganado espacios. Así, algunas pilotan un avión, otras son "periodistas, visitadoras sociales y muchas hacen escuchar su voz".
Van quedando lejos los tiempos en que "era mal vista la mujer que salía de su casa. Por suerte, esto ha cambiado" y la mujer desempeña diversas actividades. 
La ayuda mutua es clave para que los líderes de familia mejoren las "posibilidades de tener sus cosas", entre ellas la chance del desarrollo: "Hoy hay centros deportivos donde la mujer grande tiene posibilidades de hacer actividad física. Nosotros, en el PEAM (Programa Educativo de Adultos Mayores) cambiamos nuestra vida, podemos ponernos un equipo de gimnasia, de participar con amistades de recreación, y esto antes no era muy común; si no se salía con el marido no era así".
 
Suavidad
¿Nos picamos como el vino malo o nos añejamos como el bueno? A partir de la comparación de Jorge Bergoglio antes de ser el Papa Francisco, Matilde Maffrand aporta que "hay un término francés equivalente a nuestro 'terruño' y es la expresión que asocia varios elementos: la composición del suelo, la disposición del viñedo, el microclima, el factor humano, los microorganismos presentes en la zona de producción. El término es 'terroir'".
Concluye esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores en que somos fruto de varias influencias y que "los seres humanos, generalmente, nos suavizamos con los años".

Grandeza para la lucha
"En este tiempo tan especial, con un enemigo invisible dentro del clóset acechando, me pregunto qué actitud asumir: rebelarse, asustarse. Hay una palabra bastante interesante que es aggiornarse". Matilde Maffrand continúa diciendo que "éste es un término italiano utilizado durante el Concilio Vaticano II y que los papas Juan XXIII y Pablo VI popularizaron como expresión del deseo de que la Iglesia Católica saliese actualizada de este concilio. En otras palabras, el aggiornamiento es la adaptación o nueva presentación de los principios católicos al mundo moderno". 
Adaptar las instituciones susceptibles de cambio a las necesidades es un objetivo plausible, ahora bien, "¿cómo acompañar con hechos lo que sentimos, lo que pensamos", pregunta la alumna del PEAM. Una buena respuesta anida en un libro que leyó en las recientes vacaciones de invierno. Llamado "La bailarina de Auschwitz", es "una historia de valentía y superación contada por una superviviente, Edith Eckert". Tras una madrugada, "esta joven de 16 años, bailarina, hermosa, es llevada a Auschwithz con sus padres y una de sus hermanas. A sus padres no los vuelve a ver".
En el campo de concentración, "las angustias y los temores" son parte de sus vivencias y, "ya en el exilio en Estados Unidos, estudia en la Universidad de El Paso, Texas, y se recibe de psicóloga".
Matilde califica al libro de "genial" por su "análisis del alma humana y de cómo salvarse, sanar y perdonar". Lo siente cercano a El diario de Ana Frank y El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl. A propósito, recuerda que Frankl afirma que "la capacidad del ser humano para sanar está presente siempre en nosotros. También dice que nuestra mayor libertad es que, a pesar de nuestra situación física, siempre podemos escoger nuestros pensamientos".

Exclusión y fortaleza
"A lo largo de las más de 400 páginas, esta joven que se estaba preparando para los Juegos Olímpicos en 1942 fue excluida del equipo por el gobierno húngaro, que proclamó nuevas leyes en contra de los judíos", apunta Matilde respecto de otro de los sufrimientos de Edith Eckert por entonces. Frente a los dolores, los hombros solidarios de "sus hermanas Magda y Clara, que la acompañan toda la vida".
Quien lea "La bailarina de Auschwitz" sabrá que el padre vivía con ellas en Hungría y era costurero. Que en su casa sonaban "el piano y el violín interpretados por Magda y Clara. Que Edith era una bailarina con gran devoción, tal la palabra que ella elige".
La autora del libro cuenta que "su madre, en el tren que las llevaba al campo de encierro, le dijo repetidas veces: 'No sabemos lo que va a pasar, pero nadie puede quitarte lo que ponés en tu mente".

30/7/20

No caminarás solo
"El peor miedo del ser humano es la soledad, que nos rechacen", afirma Emilio López. "Somos seres sociales y necesitamos la integración para subsistir", dice y añade que "el hombre tiene la posibilidad de tener un hijo con el alquiler de un vientre y formar su propio hogar, cosa que antes la sociedad rechazaba".
El alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores entiende que "la igualdad de género" abre nuevas oportunidades y expande derechos, marco en el cual "todavía se dan luchas, como lo manifiestan movimientos a nivel mundial".
Transformaciones
Emilio López se remonta a 1900, cuando "era un nuevo baile el tango" y suscitaba tanto "curiosidad por ver cómo era" cuanto rechazo por considerarlo "un baile de prostíbulos".
El alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores repara en que "los hombres  aficionados a este baile tenían problemas ya que ninguna mujer" tenida por "decente conocía la danza". Y "también los músicos que la interpretaban eran mal vistos".
El tango "se bailaba en algunas reuniones familiares, pero la clase más acomodada lo rechazaba". 
Bastó saber que "en Europa, especialmente en París, la clase social alta lo tomó como un esnobismo y lo fue incorporando" para que lo propio sucediera en el río de la Plata.
De los 1920 a los 1940 el tango se fue bailando en más ámbitos, "la sociedad lo fue aceptando con madurez y fue difundido cada día".
Otro de los cambios a través del tiempo en el que Emilio repara es en el rol del hombre en el trabajo. Lo ejemplifica con "peluquerías de mujeres, que antes eran atendidas solo por mujeres y que hoy también incluyen a los hombres". De modo análogo, las prendas de vestir ya no siguen estrictas diferencias y hoy es fácil encontrar "ropa unisex y con colores llamativos". 
En una casa también "el hombre está a la altura de la mujer. Limpia, hace la comida, lava la ropa, cuida de sus hijos, les da educación y salud". Esta lejanía del rol de Homero Simpson "es el resultado de que la sociedad ha madurado. Antes, los prejuicios existían y todo el cuidado hogareño recaía en la mujer. Hoy todo se comparte".

Rumbos dispares
Alguien puede "añejarse como el buen vino" o "picarse como el malo", según la forma en que vive "a través de los años". La expresión del entonces cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, es fuente de reflexiones de Elena Moscone, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores.
"Hay actitudes que llevan a que una persona se añeje dando alegría, un espíritu de esperanza, y otras que nos llevan a picarnos, por ejemplo la terquedad, la obsecuencia, el malhumor", sostiene Elena.
Considera que "la sociedad tiene un plan de felicidad que está siempre relacionado con el consumo". 
"Para tener actitudes positivas en la vida se debe trabajar en el reconocimiento de fortalezas y debilidades de cada persona", consigna. La alumna del PEAM agrega que "en la madurez se puede controlar las emociones, evitando las alteraciones en el humor". Esta maestra formalmente jubilada, con perennes ganas de aprender y enseñar, invita a desplegar "una vida que tenga significado, que tenga congruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace" y constituya un "ejemplo para nuestros hijos y nietos".
Sabe que el equilibrio no es fácil y pide: "Ojalá seamos capaces de no caer en la paranoia del miedo ante la enfermedad y la muerte. El panorama actual que nos ofrece la cuarentena afecta en algunos casos nuestra psiquis; obviamente, estamos encerrados entre cuatro paredes y existen dos extremos: algunos de nuestros cerebros son por demás optimistas y creemos que nuestro riesgo es menor al de otras personas, es decir, otros se van a morir, yo no. Esto sucede en sociedades muy individualistas, con su idea de que a nosotros no nos va a suceder nada".
Del otro lado se ubica "una actitud más coherente, practicar el cuidado, ese espacio intermedio entre el abandono y la paranoia. Otra actitud sería cuidarse a sí mismo para preservarnos en todos los sentidos" y evitar "la imprudencia, pasión de los descuidados".
Asume Elena que las predisposiciones positivas son "un importante legado a nuestra posteridad, hijos, nietos, a quienes tenemos obligación de transmitirles alegría de vida dándoles el ejemplo de llevar una buena vida".

13/7/20

Pasado y plegaria

"Felices por estar juntos más tiempo", se sentían Lidia Olmedo y su familia en las vacaciones invernales. La alegría también respondía a "estar más tiempo en la cama" y a que junto a vecinas por la tarde se compartían "la mancha, la payana y el tejo, entre otros juegos".
"Otros días -rememora esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores- íbamos a la casa de los abuelos, que tenían horno de barro y nos hacían pan casero y tortitas al rescoldo. Eso es inolvidable".
A quienes están solos, Lidia los invita a alimentarse bien, "hacer manualidades como tejer, bordar, leer algún libro, caminar aunque sea dentro de la casa, bailar, escuchar radio, ver alguna novela o película, cocinar algo rico para la merienda... todo eso ayuda a mantener la mente activa al igual que el ejercicio es bueno para el cuerpo. Hablar por teléfono con un ser querido, una amiga muy cercana, nos pone contentas", añade. 
Y a los creyentes  Lidia les pide "hacer una oración a cualquier hora del día. Dios nos escucha en todo momento y con nuestra fe y el poder infinito de nuestro Padre lograremos que todo pase".
Sombra de sospecha, brillo de bondad

A la hora de elegir una película y un libro para las vacaciones de invierno, Elena Moscone propone "El cuento de las comadrejas" y "El arte de amar".
En la obra dirigida por Campanella, "se ve reflejada la diferencia entre la soberbia del joven que toma a la persona de la tercera edad como supuesto llegado a un asilo". A contramano de este prejuicio y la estafa que sobre su base quiere cometer, el muchacho se topa con "personas mayores" que a partir de su experiencia le van dejando ciertas señales de enseñanza".
La estudiante del PEAM rescata una escena en la que se pregunta "si uno se cansaría de las profesiones" y la respuesta es: "Por eso son profesiones, porque son para profesionales", de lo cual Elena extrae que la vocación mayúscula supera al cansancio.
Otro de los puntos altos es "un amor hecho de intenciones" y lo que entraña "remover en su pasado de actuación de estos artistas tan fantásticos" personificados por Graciela Borges, Luis Brandoni, Oscar Martínez y Marcos Mundstock.
La película entraña "una lección de vida, con diálogos bien hechos, en la que el director Juan José Campanella se luce exitosamente".
"El arte de amar" es un volumen que Elena recomienda conocer o releer "por lo que atañe a la época que estamos viviendo. Creo que la persona en cuarentena ha ido rechazando al otro. El uso de la máscara y la distancia ha hecho que se vea al otro como al enemigo que puede contagiar". La alumna del PEAM estima que "a Erich Fromm siempre es bueno retomarlo por su concepto de que el amor lo puede todo, que uno si no ama no vive bien, no tolera al otro y se producen todas estas cuestiones que estamos viendo".
Amor de familia

El tiempo pasa, el amor perdura.
"Mis vacaciones de niña fueron muy lindas porque mi mamá siempre hizo todo lo posible para que la pasáramos muy bien", cuenta Susana Carbonari. "Nos llevaba al parque, a visitar a un tío que vivía enfrente, a una placita con muchos juegos cerca de casa. Ella siempre estaba pendiente de todos nosotros y nos compraba libros; en ese tiempo estaban de moda Hombrecitos, Mujercitas y Las fábulas de Esopo".
Dice Susana que su madre "tenía la especialidad de poner magia a todas las cosas, a los regalos que nos hacía, a las visitas a los parientes" y agrega que pasaban "mucho tiempo en la casa de una abuela materna". Siente esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que "fue un tiempo muy lindo y quedó grabado en mi corazón por la magia de aquellos días".
En la adolescencia, el receso invernal también fue de bienestar "con compañeras y leyendo algunos libros", entre los que sobresalen El diario de Ana Frank y Morir de amor. Fue "una época linda, de amistad, con alguna que otra salida porque ese tiempo no era como ahora, que todo es más libre". 
Época de "asaltos: las chicas llevábamos la comida y los muchachos, la bebida y se encargaban de pedir permiso" en la casa que los recibía.
"Otros tiempos", acota Susana, en los cuales "a pesar de las circunstancias, que no teníamos Internet, computadora ni tantos medios de comunicación, incluso televisión, la pasábamos bien con juegos, las amigas de la cuadra, las compañeras".
Ya como madre, esta mujer que años después estudió Literatura en el PEAM llevaba a sus hijos "al parque o algún lugar que pudiéramos ir. Una vez hicimos un viaje a las sierras, paseábamos y disfrutábamos de esos momentos" con esos "chicos muy buenos" que hoy son hombres "súper".
Sagrado descanso

"Domingos de ir a misa y a hacer títeres y conectarnos con los niños en la plaza", evoca Ana Chevarría. De sus vacaciones infantiles a las actuales ha pasado mucho tiempo. Recuerda lo "fructífero" de aquel tiempo en que "nuestra madre nos enseñaba a hacer de todo, desde quinta a acomodar, para entretenernos". "No andábamos mucho afuera", acota esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores".
En la actualidad, Ana pasa lindos ratos en una casa donde "siempre hay algún nieto paseando" que aprovecha para jugar "a los naipes, al tejo o ver alguna película".
"La lectura" es una acción provechosa, particularmente para "la persona grande que está sola", dice Ana, quien sabe que otros pasatiempos de los mayores son "las películas y comunicarse por teléfono".
De sus vacaciones como madre de niños, registra que "ellos no estaban encerrados; iban a jugar a los campitos y ya disfrutaban del fútbol. No eran de andar mucho" y lo pasaban bien "con dibujitos o alguna película en casa". También ella se sentía feliz en "esos días que podía estar con ellos".


Ventana de mitad de año

"En épocas pasadas, las de julio significaban vacaciones de medio término, un respiro en la intensidad del aprendizaje. Este año, todos lo vemos y sentimos, es atípico", sostiene Matilde Maffrand.
Desde su "óptica de adulto mayor", comparte "ideas que liberen nuestro encierro: escribir, ¿por qué no? Luego, leer", entre otras a "la escritora y periodista Mariana Enriquez", quien a estar de lo informado por Puntal ganó el "premio Celsius en el marco de la Semana Negra de Gijón por su libro Nuestra parte de la Noche".
Recuerda Matilde que, en el taller de Literatura del Programa Educativo de Adultos Mayores, con la profesora Julieta Varela leyeron varios cuentos de Enriquez de terror y misterio, entre los cuales recomienda "Chicos que vuelven" y "Los peligros de fumar en la cama".
Otra de las actividades que sugiere la estudiante del PEAM es "cocinar, crear platos diferentes, intentar nuevas opciones con las manzanas, reinventarse con los panes caseros, agregarles semillas por ejemplo de girasol y chía; amasar es un placer".
Asimismo, "tejer para los nietos, caminar con mucho abrigo en los horarios más placenteros, compartir un té a media tarde con amigos, en fin, un poco de creatividad y, sobre todo, no abandonar los asaditos con la familia".
Callejón entre siglos

El último 9 de julio, "que nos atrapó a todos un poquito en casa, sin salir y sin desfiles a los que estábamos acostumbrados", le sirve a Matilde Maffrand para recordar el de 1816 y sus antecedentes.
"Los realistas habían triunfado en Huaqui, Vilcapugio y Ayohuma y desde Bolivia se preparaban para invadir todo el territorio argentino y marchar hacia Buenos Aires. Las fuerzas de Güemes sostuvieron la lucha en el frente Norte, permitiendo al ejército al mando del general San Martín liberar Chile y Perú". 
La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores acota que en ese marco "se convocó a delegados de todas las regiones y provincias. Unos sí y otros no asistieron. Bajo la presión de miembros del Congreso se inicia por fin la declaración de la Independencia. La votaron y se concretó el 9 de julio de 1816".

En su aniversario, en 2020, "hubo manifestaciones en distintas plazas del país", que a Matilde le parecen un indicador de que "los ciudadanos estamos un poquito cansados al comprobar que todos los días perdemos una cuota de libertad y la más dolorosa de todas, según entiendo, es la libertad de expresión, la libertad de palabra".
Estudiante de Comunicación Radiofónica y de Literatura, refresca la noción de que expresar es "liberar lo que está preso", lo cual la lleva a interrogar: "en este momento, ¿nos sentimos presos?, ¿qué sucede con los delincuentes: están en la calle?".

12/7/20

Propuestas para colorear el tiempo

"¿Los adultos mayores qué podemos hacer en vacaciones?".
Emilio López, alumno del PEAM, siente que "aunque no nos podemos juntar por la pandemia del Covid 19, cuando uno dispone de tiempo y lugar en una casa siempre hay cosas para entretenerse: desde un mazo de naipes, un tablero de ajedrez" a "libros y revistas viejas" o el álbum de fotos de recuerdo". Propone "hacer volar la imaginación escribiendo un pensamiento, escuchar música, ver alguna película para comentar, dibujar o pintar, restaurar algo que se rompió. La cosa es estar entretenido".
Blanca Nieves Molina, quien estudia Comunicación Radiofónica en el PEAM, enumera actividades tales como "tejer, bordar, leer un libro, pintar". Considera que las vacaciones son un tiempo propicio para "aprender varias técnicas, por ejemplo papel mache, distintas pátinas". También estima que el invierno se presenta oportuno para "reastaurar algún mueble antiguo y aprender alguna manualidad nueva, ejemplo bordado mejicano, crochet, etc. Además se puede hacer gimnasia, leer algún libro", entre otros pasatiempos.
Tanque de vida

Lava las verduras, es fundamental para los mates, tiene más o menos presión... ¿De dónde viene?
El agua de la ciudad tiene un libro, "Servicios de agua potable y efluentes en Río Cuarto" un emblema y un pasado. Algunos de sus trazos son resumidos por Emilio López, estudiante de Historia local y regional en el Programa Educativo de Adultos Mayores.
"¿Cómo empezó todo?", pregunta y desarrolla este lector de la obra de Miguel Ángel Pérez: "La principal causa de la instalación del agua corriente en la Villa de la Concepción fue una epidemia de cólera. Las casas no contaban con cloacas y los pozos negros contaminaban las napas de donde se sacaba el agua con aljibes y baldes".
Emilio recuerda que "en 1883 asume el primer intendente de la ciudad, Don Moisés Irusta, que tenía un proyecto; durante su gestión se realizaron los estudios para la instalación de agua corriente en la zona urbana de la ciudad, que contaba con una población de 9.649 habitantes".
Tras "contactos con el ingeniero de origen alemán Jorge Dinkeldein, que trabajaba en la zona para extender las vías férreas, el 9 de julio de 1888 comienzan las obras y se habilita el servicio el 6 de febrero de 1889".
El tanque "tenía una capacidad de 150 mil litros y se encontraba a orillas del arroyo El Bañado a una altura de 13 metros, donde las bombas elevadoras extraían el agua". Era "el sector del viejo corralón", actualmente la "cancha del club Municipal".
"El abastecimiento de agua llegaba solo a la parte urbana", destaca Emilio, mientras "la población seguía creciendo y el consumo era mayor".

El alumno del PEAM precisa que "el 2 de octubre de 1924" se instala en la ciudad Obras Sanitarias de la Nación "con un proyecto de ampliación de red y cloacas" que contempla "crear piletones de reserva". La idea era almacenar agua en Tres Acequias y trasladarla por cañería al tanque emplazado en avenida San Martín y Dinkeldein.
"Ese tanque -indica Emilio- fue inaugurado el 1 de noviembre de 1931 y tiene una capacidad de 3 millones de litros".
"Río Cuarto siempre se caracterizó por tener una de las mejores aguas del país", comenta.
Agrega que hace unos años "la administración municipal se hizo cargo de la empresa de agua, EMOS. Hoy la red llega a muchos barrios" con un sistema "directo por bombeo en distintos pozos que se han perforado" en los cuatro puntos cardinales de la ciudad "ya que el viejo tanque" de San Martín y Dinkeldein "no tiene la capacidad que actualmente se necesita".

11/7/20

Dichosos pasatiempos

L
as vacaciones de invierno son un contexto para leer y ver películas. Aquí, sugerencias de Patricia Murphy, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores:
-Uno de los libros que me impactó mucho y no hace tanto que leí fue "El loco Dorrego", de Hernán Brienza. Cómo te muestra los logros y las traiciones que han sufrido quienes estaban para ayudar a mantener la independencia de la Patria.
-Otro que me gustó mucho fue "El coronel no tiene quién le escriba", de Gabriel García Márquez. Muestra la dura vida de un exmilitar, combatiente de la Guerra de los Cien Días. Una cosa muy triste, pero lleno de reflexión, que me impactó mucho.
"El pianista" es una de las obras que recomienda Patricia. Es "una historia real sobre un pianista judío en la Varsovia de la Segunda Guerra. Habla de la lucha por salir adelante escapando del nazismo, su amistad o semiamistad con un militar alemán. Me gustó mucho esa película".
"Otra que amo profundamente es Cinema Paradiso", cuenta la alumna del PEAM. Resalta "esa relación entre ese niño y el operador de cine y, a la vuelta de la vida, de grande, que él pueda ver todos esos pedazos que el cura del pueblo había cortado porque se daban besos y más. Aparte, la música me encantó", añade como motivo para el disfrute.
Asimismo, propone ver "Mis tardes con Margueritte", película "francesa, con Gerard Depardieu, con una "sublime" amistad "entre un hombre de casi 50 años semianalfabeto con una mujer, adulta mayor, que le abre un mundo diferente enseñándole a leer. Esa amistad que se forma, esa solidaridad que tiene él con Margueritte, realmente es preciosa".

10/7/20

Propuestas para una buena democracia

"La presencia del Estado para que cubra todas las necesidades de sus habitantes", ws una de las condiciones que aporta Patricia Murphy para una democracia saludable. Agrega "el respeto al que piensa distinto y no está de acuerdo con uno" y exige "trabajo a legisladores que llegan con nuestros votos" así como "coherencia por las ideas o ideales que cada uno tenga y, si consiguieron un cargo por eso, que no cambien olímpicamente de bando o de opinión".
Sobre todo, la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores pide "cumplimiento a las normas o leyes que en una democracia se dictan. Es fundamental el respeto a las normas que se votan en el Congreso. Si no, perderíamos la esencia de la democracia".
Formatos dispares

L
a consigna es hablarle a un flamante graduado lleno de ideales a partir de expresiones de Jaime Barylko, a cuyo juicio el error o la indiferencia vistos "desde la máquina social pueden ser la felicidad de un hombre que aparentemente elige mal". El filósofo advierte que a menudo alguien se siente una clavija "redonda en un agujero cuadrado". 
Matilde Maffrand le escribe: "No vas a cambiar el mundo, reacomódate y avanza. La pregunta es '¿cómo llevamos nuestra identidad a un mundo complejo?'. Desde la filosofía de Schopenhauer, se parte de un pensamiento capital, el ser es voluntad. El ser quiere ser y quiere permanecer en ese querer. El ser es esa voluntad que quiere ser siempre voluntad. El modo de ser de la voluntad es un continuo devenir en el que se afirma el querer vivir".
"De este pensamiento consistente y profundo", la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores rescata "palabras que nos son comunes a todas las personas como ser, voluntad, permanecer, querer, devenir, vivir".
Añade Matilde que la volumtad de vivir es "fuerza psicológica de luchar por la supervivencia viéndola como un proceso importante y activo de razonamiento consciente e inconsciente". Suma el "libro albedrío" para referir a otros atributos valiosos tales como "esfuerzo, coraje y determinación" y propone "en esta ruta el buen vivir como búsqueda de la vida en armonía del ser humano consigo mismo, con sus congéneres y con la naturaleza. Todos somos y existimos a partir del otro".
Por todo, invita al nuevo profesional a "no desconocer los conflictos sociales y ver las diferencias, ser y pertenecer, formar parte de grupos virtuosos". Le dice que "es joven, no descartable, que es la fuerza motora que hace rodar el mundo".
ese "joven con el título debajo del brazo, con un sinnúmero de cursos especiales de cuarto grado, Matilde le ofrece esta perspectiva: "Si sos una clavija redonda e intentas ingresar a un trabajo con formato cuadrado, adaptate a las circunstancias, negociá los términos, cedé algunas posiciones pero no todas. Afanate frenéticamente y, aunque en un comienzo no logres gran cosa, respira profundo y vuelve a intentar, que de eso trata la vida: no bajar los brazos y, lo más importante, la condición sine qua non, muestra tu mayor talento, tu mejor habilidad y vuélvete creativo".

8/7/20

Altos valores

Entre todos los valores que hacen a la buena vida, una alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores elige la sinceridad, la gratitud, la perseverancia y el respeto.
"No me gusta la falsedad ni la mentira", asegura Lidia Olmedo. "Todos tenemos amistades, algunas muy buenas, otras no tanto. Lo primordial es la sinceridad: uno deposita toda su confianza en ella, como ser yo le confío cosas que me pasan a una amiga y estoy segura de que ella no le cuenta a nadie".
Acota Lidia que "otras veces, la sinceridad molesta, pero es una forma de hacer ver las cosas correctamente".
"Gracias, gracias, gracias', es lo menos que puedo decirle a una persona con la cual me siento en deuda que en su momento no dudó en ayudarnos. Me sentiría feliz de poder devolverle de alguna forma lo que hizo por nosotras, se lo agradeceré toda la vida. Dar las gracias es un hábito muy saludable". Añade Lidia que "la persona a quien damos las gracias se siente reconocida y nosotros, con el deber cumplido".
"Perseverancia es tener fuerza de voluntad, constancia y paciencia", asegura la estudiante, fiel exponente de este valor. Indica que "hay cosas que nos parece imposible realizar o alcanzar". Apunta que "si uno desea algo tiene que luchar y esperar, que es lo más difícil. No bajar los brazos, seguir insistiendo hasta conseguir lo deseado; muchas veces no se da lo que uno quiere, entonces hay que saber comprender y renunciar".
En cuanto al respeto, Lidia considera que es "muy importante" y que debe ser enseñad desde la niñez "porque hoy en día los jóvenes, no digo todos, no respetan a nadie. Si ponemos el respeto ante todo, la vida sería más agradable". Ejemplos de conductas respetuosas son "ceder el asiento en el colectivo, ayudar a cruzar la calle a una persona mayor, ayudar con las bolsas de las compras y también en los bancos, que nos hacen esperar afuera con el frío que hace".

6/7/20

Distingos fundamentales

Ana Chevarría plantea que "servir, no servidumbre" es un valor clave y contribuye a "ser mejores personas". Estima que practicarlo ayuda al desarrollo de "un aura incomparable".
Otra de las distinciones de esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores es que "no somos pobres por lo que tenemos sino por cómo vivimos, ni ricos por lo que almacenamos en nuestra arca sino por cómo la distribuimos".
En busca de grandeza

Los valores, como ideas que guían el recorrido de las personas por lo que aspiran sea una buena vida, son sencillos de nombrar, no tanto de poner en práctica.
Ana Chevarría apunta el papel de "agradecer", valor que asocia con "la amabilidad, tan importante, el respeto a las personas" y la gratitud "día a día".
Este estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores brega por "respetar a las personas que se nos cruzan", "la compasión, la bondad, la caridad, que a veces nos cuesta". Aspira a que estos valores se desplieguen "ante distintas situaciones, por ejemplo la discapacidad, la diversidad", el trato con "un adulto mayor" y con "pobre gente con toda clase de carencias" tales como las de "alimentación, salud y vivienda".
La alumna del PEAM sabe que es menester la "paciencia", en especial cuando "no compartamos el pensar, el accionar o los prejuicios de otras personas".
Sueña Ana con un mundo en el que haya más "ética y honradez", que "a veces no se cumplen y allí está la falla del sistema, comunmente llamado".

Democracia
A propósito de sistemas, Blanca Nieves Molina, alumna del PEAM, siente que "para lograr una buena democracia lo principal es tener honestidad, puntualidad, capacidad, seguridad y generosidad". Afirma que, "teniendo en cuenta estos valores, lograremos una demoracia de alta calidad".
Entornos complejos

"Las convicciones deben mantenerse aunque uno no esté de acuerdo con lo que se circunscribe a su alrededor, con leyes que no son del todo justas, con una aparente igualdad para todo. Lo principal sería conservar la dignidad y, sobre todo, su libertad", sugiere Elena Moscone a quien se gradúa y busca empleo.
La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores propone al flamante profesional "emitir su opinión cuando le es requerida y no desdecirse de lo que piensa".
Estima que "las verdaderas convicciones no se polemizan, pertenecen a cada uno" y nota que bien se las puede llamar "diferencias de valores".

¿Justicia?
A propósito de disparidades, Elena percibe que suele ser "muy distinta la valoración actual de lo que era antiguamente". Lo ilustra con que "antiguamente la rebaja salarial se consideraba injuriante para la persona que trabajaba. Actualmente, por una ley aprobada en 2012, se puede descontar o reducir hasta un 25 por ciento de su salario real". Esto es "realmente insólito".
Lamenta Elena decisiones de este tipo, que reducen la "libertad", desvalorizan la "profesión" y afectan el "honor" del "ser humano".

5/7/20

Cifras y horizonte de la pandemia

Detrás de las estadísticas hay "métodos, procedimientos y fórmulas que permiten recolectar información para extraer conclusiones", aporta Emilio López.
Este alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores sabe que "las estadísticas cambian día a día", particularmente las relativas a la pandemia por el Covid 19.
En el mundo son más de 11 millones los contagiados, 530 mil los muertos y 6 millones de recuperados. Los países más afectados son "Estados Unidos, Brasil, Rusia, India, Inglaterra, Perú, Chile, España,  Italia, México, Irán", en tanto "China está en baja".
En la Argentina, los contagios superan los 75 mil, 27 mil se han recobrado y más de 1500 han muerto.
Asiduo del taller de Economía y Sociedad del PEAM, Emilio sabe que "es muy complicado" el escenario venidero en la Argentina "dado el freno por la pandemia. Cayeron las inversiones y las bolsas comerciales del mundo, se pararon las exportaciones, la industria está en baja, lo que lleva a una caída del PBI (producto bruto interno) que es más o menos del 12,9 por ciento".
El panorama muestra "un dólar sobrevaluado, una deuda contraída que tenemos que negociar, un gobierno que está emitiendo dinero para pagar ayudas económicas a los sectores más necesitados, sueldos del Estado, jubilaciones y planes a desocupados. Esto lleva a mayor déficit fiscal".
Hay "más de 100 mil pymes que se cerraron, que generaban trabajo genuino. El gobierno es el que mayor déficit fiscal tiene por el gasto público".
Para Emilio, es necesario "tener un equilibrio entre la suba de impuestos y la emisión monetaria".
La situación "no puede durar mucho tiempo", añade. Acota que "el riesgo es la mayor tenencia de billetes a un sector de la sociedad que los cambia en dólares porque eso puede presionar a una devaluación brusca y cuando esto ocurra será cierto que la emisión habrá generado inflación. Esta medida lleva a poner el cepo a la compra de dólares, de manera que ahora le toca una pesada gestión al ministro de Economía, Martín Guzmán".
Señala Emilio que "lo que reclaman del Banco Central es que tenga buena negociación y final feliz con los acreedores de la deuda para activar el comercio interno del país y el internacional, generando divisas y poder pagar las obligaciones a otros países". Agrega a que varias naciones extranjeras "les va a resultar más fácil salir de este cepo que a nosotros porque nosotros veníamos de un desorden económico".
"Con las deudas contraídas y un gasto público excesivo nos va a costar mucho más". "Esperemos -concluye- que esto se arregle con éxito, pero la pandemia ha traído un desastre económico mundial".