"Las convicciones deben mantenerse aunque uno no esté de acuerdo con lo que se circunscribe a su alrededor, con leyes que no son del todo justas, con una aparente igualdad para todo. Lo principal sería conservar la dignidad y, sobre todo, su libertad", sugiere Elena Moscone a quien se gradúa y busca empleo.
La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores propone al flamante profesional "emitir su opinión cuando le es requerida y no desdecirse de lo que piensa".
Estima que "las verdaderas convicciones no se polemizan, pertenecen a cada uno" y nota que bien se las puede llamar "diferencias de valores".
¿Justicia?
A propósito de disparidades, Elena percibe que suele ser "muy distinta la valoración actual de lo que era antiguamente". Lo ilustra con que "antiguamente la rebaja salarial se consideraba injuriante para la persona que trabajaba. Actualmente, por una ley aprobada en 2012, se puede descontar o reducir hasta un 25 por ciento de su salario real". Esto es "realmente insólito".
Lamenta Elena decisiones de este tipo, que reducen la "libertad", desvalorizan la "profesión" y afectan el "honor" del "ser humano".