10/7/20

Formatos dispares

L
a consigna es hablarle a un flamante graduado lleno de ideales a partir de expresiones de Jaime Barylko, a cuyo juicio el error o la indiferencia vistos "desde la máquina social pueden ser la felicidad de un hombre que aparentemente elige mal". El filósofo advierte que a menudo alguien se siente una clavija "redonda en un agujero cuadrado". 
Matilde Maffrand le escribe: "No vas a cambiar el mundo, reacomódate y avanza. La pregunta es '¿cómo llevamos nuestra identidad a un mundo complejo?'. Desde la filosofía de Schopenhauer, se parte de un pensamiento capital, el ser es voluntad. El ser quiere ser y quiere permanecer en ese querer. El ser es esa voluntad que quiere ser siempre voluntad. El modo de ser de la voluntad es un continuo devenir en el que se afirma el querer vivir".
"De este pensamiento consistente y profundo", la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores rescata "palabras que nos son comunes a todas las personas como ser, voluntad, permanecer, querer, devenir, vivir".
Añade Matilde que la volumtad de vivir es "fuerza psicológica de luchar por la supervivencia viéndola como un proceso importante y activo de razonamiento consciente e inconsciente". Suma el "libro albedrío" para referir a otros atributos valiosos tales como "esfuerzo, coraje y determinación" y propone "en esta ruta el buen vivir como búsqueda de la vida en armonía del ser humano consigo mismo, con sus congéneres y con la naturaleza. Todos somos y existimos a partir del otro".
Por todo, invita al nuevo profesional a "no desconocer los conflictos sociales y ver las diferencias, ser y pertenecer, formar parte de grupos virtuosos". Le dice que "es joven, no descartable, que es la fuerza motora que hace rodar el mundo".
ese "joven con el título debajo del brazo, con un sinnúmero de cursos especiales de cuarto grado, Matilde le ofrece esta perspectiva: "Si sos una clavija redonda e intentas ingresar a un trabajo con formato cuadrado, adaptate a las circunstancias, negociá los términos, cedé algunas posiciones pero no todas. Afanate frenéticamente y, aunque en un comienzo no logres gran cosa, respira profundo y vuelve a intentar, que de eso trata la vida: no bajar los brazos y, lo más importante, la condición sine qua non, muestra tu mayor talento, tu mejor habilidad y vuélvete creativo".