22/6/21

Serenidad para subir

"A la vida la podemos comparar con una escalera", propone Emilio López. "Vamos subiendo y creciendo, conocemos personas en cada peldaño. Somos todos diferentes: a algunos les cuesta más madurar, otros lo logran de forma más sencilla, sin darse cuenta", señala y agrega: "A medida que vas subiendo, notas que tienes que hacerle frente a lo que te daña, a las adversidades de la vida, lograr la libertad personal, abrazar el amor que te brindan quienes te aprecian. Cada peldaño forma parte de la experiencia que vas adquiriendo".
Para este alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores, "la mayoría de las personas lleva una vida acelerada, como si fuera en ascensor. Este estilo tiene consecuencias pésimas para nuestra salud. La aceleración, la existencia llena de complicaciones acarrean estrés, se corre tras el éxito deseado tanto en lo material como en lo profesional. Esta vida de prisa se ve expuesta por frases tales como "el tiempo es oro", "al que madruga Dios lo ayuda", "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Considera Emilio que tal vez quienes vivan así no hayan encontrado "la amistad que se forja por la convivencia social" y requiere "tomarse el tiempo para disfrutar, por ejemplo, de una buena comida". Trabajo por aquí, familia y amigos por allá. "Hay que buscar el punto intermedio", sugiere y recuerda que "solo tenemos una vida y hay que saber aprovecharla. El virus de la prisa es mundial y tenemos que superarlo para llevar una vida más tranquila".