16/12/13

Contame once canciones
Suficientemente justo. La ventisca. El amor es como una mariposa. Nadie lo hace mejor. Oscurecimiento del día. El vals de Matilde. Va a estar bueno. Buenas noches, adiós. No pares la música. El tequila hace caer sus prendas. Llegaré ahí algún día.
La profesora terminó de escribir esto en el pizarrón, se sacudió el polvo de tiza de las manos y pidió un cuento que incluyera estos nombres de canciones en el orden establecido.
Julieta fue de las que no se quejó al escuchar que tenían quince minutos para terminar. Sentía que ese tripo de trabajos demandantes la ayudaba a bajar cada vez más el tiempo en que completaba la Claringrilla.
Salvadas las tachaduras, esto es lo que produjo:
¿Qué es ser suficientemente justo? La ventisca de la impaciencia suele vapulear los vínculos, lo sé y lo lamento. El amor es como una mariposa, así de bonito y de frágil. Nadie lo hace mejor, sentí cuando ya era tarde y él caminaba de la mano con otra frente a la vidriera de Casa Tía. Para ellos habrá sido un bello anochecer; para mí, oscurecimiento del día. De vuelta en casa, escuché El vals de Matilde, gracias a grooveshark.com. Vi en el diario que el mismo hombre que prometía Va a estar bueno Buenos Aires aprobaba a través de sus legisladores una quita de deuda a quien es dueño de casinos. ¿Será por insolvencia? Por esas horas Usain Bolt no le pudo ganar una carrera a Mauricio Macri. El jamaiquino no fingió, Mauricio lo acostó como hizo con el pueblo al que le dijo Buenas noches, adiós.
No pares la música, Internet. Ayudame a procesar, no a olvidar, este trago.
La pantalla de América muestra a un rubio que ha hecho del mal gusto un plato diario después de las 23. El tequila hace caer sus prendas, asegura acerca de una modelo de sinceridad: al menos esta rubia oxigenada no usa el eufemismo "casting sábana" y opta por decir que tiene sexo por dinero.
Tranquila, profesora, no llegaré ahí algún día.