Navidad futbolera
En el fútbol, las barras bravas traman amistades basadas en el odio. Es
fácil concluir cuánto duran y cuán frágiles son. Como parte de un sistema perverso, viajan a los
mundiales, sea como consecuencia de sus extorsiones a dirigentes,
jugadores y técnicos o, peor aun, por gobernantes que sienten que
corresponde premiarlas.
Sin embargo, en semejante vendaval vuelan palomas
de la paz: los clubes Banfield, Temperley y Talleres de Remedios de
Escalada se han solidarizado con Los Andes ante la rotura del techo y
gran parte de su sede. Supieron ser hermanos en la adversidad de quien
habitualmente es su clásico rival.
Varias estaciones al norte por
la línea del ferrocarril Roca, también distante en su historia, una
institución sumida en problemas y en el descenso se hizo tiempo para
darle una mano al caído. Gracias, Independiente.