13/12/13

Granados docentes
¿Cómo sonaría un embajador de buena voluntad de Naciones Unidas diciendo "nunca está demás un cargador lleno para encarrilar disidentes"?
¿Y ungir ministro de Seguridad a quien ha visto con buenos ojos que la gente se arme para defenderse? El mismo hombre dice que espera afuera a quien lo trata de ladrón, lo cual sobreentiende su disposición a zanjar diferencias a los golpes. De yapa rotula a ese hombre de "pedazo de mogólico". Transcurren las horas y se disculpa por semejante desatino, no así por el anterior. ¿Será que asume que la seguridad es un bien que se logra mediante la violencia?
Avanzan los días y su responsable político, el gobernador de Buenos Aires, no le pide la renuncia.
Sin ser maestros, Alejandro Granados y Daniel Scioli enseñan: uno, a abusar del poder; otro, a no aplicarlo. Sin querer, disparan contra la democracia.