5/12/13

Eusebio Ramonda
La consigna era escribir acerca del tipo de joven que promovían algunos paradigmas educativos. A Adrián Ramírez le tocó basarse en el profesor Eusebio Ramonda, a cargo de Química. Tenía que usar tres citas textuales y completar sus consideraciones en cinco párrafos.
"'Comparada con esto, la dinamita es un simple juego de niños', ilustraba ese hombre al que veía caminar los sábados a la tardecita fumando en pipa. Quizás porque de veras actuaba conforme a lo que había señalado una semana previo a las vacaciones: 'Disfrutar del tiempo libre no implica solamente echarse a dormir'.
Ramonda era un hombre que hablaba como si supiera las respuestas que varios necesitaban aun antes de que se les ocurrieran las preguntas: 'Ustedes tienen un cúmulo de conocimientos y por más que no los recuerden hoy, cuando los tengan que aplicar en el trabajo sabrán hacerlo si aprendieron más allá de la memoria'.
En tercer año nos solicitó una monografía. Podíamos elegir el tema. Nos dio cuatro meses, nos asesoró sobre el uso del tiempo y nos advirtió que por favor no fuéramos a copiar. Hubo quienes lo desoyeron. Fue la primera vez que escuché la palabra plagio.
Si bien daba Química, Ramonda se las arreglaba para hablarnos de otras cuestiones de la vida. Una vez nos contó que en épocas bravas les pedía a sus hijas que le avisaran dónde estaban, digamos, a las 10, a las 11 y media, a la una de la madrugada.
Sin llegar a la vulgaridad, era claro para marcarnos que estábamos errados. Nos exigía, seguramente asumiendo que la secundaria no podía ser un rejunte de notas fáciles de conseguir. Por suerte para él, ya se jubiló".

La corrección de la profesora Adela Campoamor, jefa de trabajos prácticos, incluyó aparte del 7 este comentario: "El trabajo es cristalino acerca de Ramonda, pero el eje se corrió. Es cierto que en algunos tramos está explícito y que en otros se entrevé el modelo en el que creía el docente, pero has confundido lo esencial con lo accesorio. La nota habría resultado superior si lo requerido hubiera sido una semblanza. Además, y al margen de que coincido contigo, no había que incluir opinión relativa a la secundaria".

Tributo al profesor Edgar Neumann.