18/8/20

Honor y gloria

Su semana concluye y tiene sentido recordar a San Martín, de la mano de lo que de él recopiló Blanca Nieves Molina.

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores cuenta que San Martín permaneció poco tiempo en su Yapeyú natal, territorio correntino que era gobernado por su padre.

En 1786 la familia emigra a España y José ingresa en el colegio Nobles de Madrid. "No tenía mas que once años y a partir de aquí dedicó su vida a la carrera militar", señala Blanca. "En 1812 llega a Buenos Aires, ofrece sus servicios al primer triunvirato y, designado teniente coronel, comienza a organizar sus tropas". Acota que sale "con 125 granaderos", que "la lucha es grande" y "viajan de noche escondiéndose entre las malezas".

Detalla Blanca que, en San Lorenzo, al son del clarín, San Martín y la tropa van al ataque. "En dos columnas a ambos lados del monasterio se lanzaron sobre los españoles; hubo pocas bajas, entre ellos el sargento Juan Bautista Cabral, quien muere en acción heroica para salvar al Padre de la Patria, quien "durante el combate había caído del caballo.

San Martín liberó Argentina, Chile y Perú. Lamenta Blanca que este prohombre "conoció la otra cara de ciertas personas. Volvió en 1829. Llegó al puerto de Buenos Aires pero no desembarcó pues encontró su país muy convulsionado en plena guerra civil y en el mismo barco que vino regresó en busca de la tranquilidad que no hallaba en su patria. Vivió modestamente dedicándose a la educacion de su hija Merceditas para quien escribio sus memorias. Así terminó la historia de un grande, que fallecio en Boulogne Sur Mer el 17 de agosto de 1850".