Reinvención
"A los 60 ya tenía mis hijos grandes, todos encaminados, con sus trabajos y responsabilidades. A los 66 perdí a mi marido, fue un momento muy doloroso, no sabía qué hacer para apaciguar ese dolor. Pensé entonces en aprender computación, me inscribí en el PEAM, hice tres años y eso me hizo bien".El relato de Lidia Olmedo continúa en el Programa Educativo de Adultos Mayores, donde luego hizo "otros talleres como inglés, activa mente y ahora radio". De su experiencia, su mensaje: "Recomiendo a las personas que se sienten solas concurrir al PEAM que no se van a arrepentir; se van a sentir acompañados".