Tridente valioso
"Si fuera un cuadro, estaría en la ventana de una habitación con un paisaje espectacular como para que la gente que lo viera se sintiera parte de ese paisaje. Me gustaría que ese cuadro fuera para alegrar el espíritu, eso es lo fundamental", considera Patricia Murphy.
La consigna también la invita a pensar qué haría si fuese un acondicionador de aire. La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores reconoce que es "muy calurosa, así que creo que no saldría del frío". Añade que trataría de "atemperar los climas internos, poner paños fríos a nuestras rabias, enojos y aplacar lo que a veces uno tiene contenido".
El tercer supuesto conduce a Patricia a "la radio, como un amor imposible o casi para mí". En el día en que se cumplen "cien años de Los locos de la azotea, impulsores de la radio en la Argentina", escucha a "Héctor Larrea en radio Nacional y nota "qué cantidad de cosas han pasado en estos cien años con la radio. Esto es lo que tiene de bueno ser una radio: estás en todos lados, casas, talleres mecánicos, pinturerías. La radio forma parte de uno, está con vos".
Aparte estar por doquier, cumple variadas funciones. Patricia lo ilustra con el diálogo de "Quique Pesoa con alguien del Sur que le contaba que allá todavía se usa la radio para pasarse mensajes, que la familia espera a cual, que el veterinario va a estar en tal lugar, que empezará a vacunar animales".
Lejos en el tiempo, próximos en los afectos, están los años infantiles de Patricia, cuando su madre prendía el aparato que estaba encima de la heladera y se llenaba la casa con "noticias, música y radioteatros".
"Me gustaría ser una radio para ser un canal de comunicación con todo el mundo", finaliza.