13/11/20

Entender sin carteles

Los rótulos ayudan a saber qué cajas conviene tratar con más cuidado, cuándo vence un alimento, qué productos vende un negocio. También sirven para diferenciar ingresos: no cobra igual un gerente general que un repositor, ni Messi gana lo que un futbolista chambón.

Como casi todo, tienen su reverso. En "Crónica de un niño solo", película en la que Leonardo Favio narra parte de su historia en un centro para chicos abandonados y con problemas de conducta, una escena ilustra el potencial adverso de ciertas identificaciones. A modo de sanción, a una de las criaturas la hacen caminar por el patio a la vista de sus pares con un cartel en la espalda: "Piantadino".

Ana Chevarría señala que a menudo, en la escuela, "un rótulo puede hacer que alguien se quede ahí y no quiera sobresalir porque la han considerado muy inteligente o muy capaz". Esto "paraliza porque al estar uno preparado para más tiene que conformarse con menos para no correr ese peligro de que lo rotulen".

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores sabe que esto data de décadas y considera que, "en vez de rotular, las personas que así actúan tendrían que hacer una autocrítica y decir '¿por qué no puedo superar yo también esas barreras y lograr lo mismo que otras personas?' Pienso que todos tienen el intelecto preparado para dar mucho. Y si no es así, por circunstancias de la vida, uno tiene que colaborar para que el otro pueda desenvolverse de la mejor forma y no etiquetar y estar juzgando".

No solo los rótulos son contagiosos: "Si uno ve a una persona pesimista y no se pone en positivo, termina siendo pesimista también", añade Ana, quien tiene claro que el aislamiento tampoco es ventajoso, por eso sugiere "compartir, arrimarse a otra persona que tiene buenas o malas características, tratar de saber por qué es así, conocer cuál es su problema". 

Frente a las variadas formas de la discriminación, "por la elección sexual, por cómo alguien se viste, por cómo una persona piensa", aboga por una escuela que ayude a comprender y preparar saludablemente. "Hay que evitar las calificaciones enseguida, 'no va a dar, no le interesa".

Ana ilustra el valor de la educación con un ejemplo: "El otro día, me comentaban de un empleado que si no está a la par del patrón, no suele solucionar los problemas. ¿Por qué? Porque nadie lo ha incentivado a que aprenda a desenvolverse solo".