16/11/20

La ceremonia de los cuerpos

Por Matilde Maffrand, estudiante del PEAM

Hay un dos en ese camino de surcos profundos de campos de trigo, de olores a cercos verdes perfumados alados. 

Hay un dos de borrasca y olvido, un dos de enigma, de manos entrelazadas, de besos y adioses. 

Hay un dos particularmente pronunciado que los atraviesa, los sorprende, los inicia y los introduce. 

Hay una construcción, una vida que se hace. 

Hay un comienzo, hay un amor consumado en el momento del encuentro, en el momento del adiós. 

Hay un dos en el labriego y su mujer, en la salida y la puesta del sol. 

Hay un dos en la cosecha madura, en el pasto pisado al amanecer, en la cita amable de la luna.

Hay un dos en el enigma de la reinvención de la vida.