El trabajo, con sus ventajas y bemoles, se despliega cotidianamente ante quien lo desarrolla.
"No todos los días podemos estar con el mismo ánimo", reconoce Ana Chevarría, quien percibe que en ocasiones se cargan "mochilas cuesta arriba".
Esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores propone "tratar de ir dejando en el camino las piedritas que pesan y al llegar a la cima se sentirá uno aliviado".
Sugiere Ana "enfrentar con ahínco" los desafíos en pos de conseguir "resultados óptimos" y contemplar la expresión "todo pasa, esto también" para cuando la mano viene cambiada. Siente que esto es bueno "para mantenernos en armonía con nosotros mismos".
Se da cuenta de que "a veces nos cuesta tener un trabajo y lo tomamos porque no hay otra. Pero hay que buscarle siempre el lado positivo". En tanto, tiene presente que a menudo, si no se cuenta con estudios o un familiar que ayude a estar en un cargo importante, se va a "sufrir la rutina".