23/6/20

Frente y dorso del derecho de piso

Andy Kusnetzoff dijo en una entrevista que, en sus primeros tiempos a las órdenes de Mario Pergolini, aceptó llevarle a lavar su auto, si bien su objetivo era ser notero del programa "Caiga quien Caiga". Asumía que esa tarea, en absoluto ligada al trabajo al cual se postulaba, era el derecho de piso a pagar.
Lidia Olmedo, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, ha leído y pensado sobre este camino que transita "el novato", quien "debe lidiar sin mala cara con todo lo que su superior le ordene y no puede expresar su criterio personal". Añade que "muchas empresas aseguran que un individuo sin experiencia laboral debe someterse a esto y demostrar su valor y la calidad de desempeño para ganarse el respeto de los demás". 
Sin embargo, "es deshumanizante".
Sostiene Lidia que "es verdad que una persona debe adquirir experiencia profesional para desarrollar sus conocimientos académicos y así aprender a llevarlos a la práctica. Pero incluir una nueva cabeza en un equipo debería ser para aprovechar sus ideas frescas, su talento para un mejor resultado empresarial". Por otro lado, "el maltrato psicológico" entraña un "desgaste para la empresa y el nuevo profesional que empieza su trabajo".
También están quienes consideran que "gracias a este ritual del derecho de piso adquirimos experiencia, astucia, sagacidad, perseverancia, intuición", atributos "útiles para crecer, desarrollarse y destacarse como un buen líder".