2/6/20

Una vuelta de tuerca


Frente al concepto de frustración como componente inevitable de la educación formal previo al mundo laboral, Elena Moscone propone elaborar aprendizajes aplicables a momentos en que los frutos de la vida vienen duros y para cuando llegan maduros.
Cita a Guillermo Jaim Etcheverry para recordar que "la educación no nos tiene en una situación de gozo permanente ya que los aprendizajes se construyen de una manera no del todo placentera".
Esta integrante del Programa Educativo de Adultos Mayores contempla asimismo la crítica de quienes asumen que "preparar a un individuo para la frustración genera un Estado caprichoso y un salario bajo en el educando".
Al tomar en cuenta ambas perspectivas, Elena concluye: "Me atrevo a decir, sin caer en exitismos, que la palabra frustración en sí misma connota una persona que está débil en cuanto a su sensibilidad. Propongo cambiarla por saber perder y ganar. De eso se trata, enseñar cuándo uno debe perder y cuándo uno debe ganar, pero eso sí: sin frustraciones".