De la fe y sus alrededores

Así como existen las cosas del querer, están las de creer, crear y crecer. Veamos qué dice una alumna del PEAM, Lidia Olmedo, de cada una:

-Hay cosas que una piensa que pueden suceder o existir, tiene fe en ellas, les da crédito. Y a veces, hasta que no tenemos la certeza de que son así, no las creemos. 

Crear es hacer algo que nunca se ha hecho y requiere usar la imaginación. Puede ser un libro, una escultura, una pintura. Es algo original que sale de la mente de una persona.

Crecer abarca muchas cosas, ya sea una empresa, una ciudad que aumenta sus habitantes o una persona caritativa que ayuda a los que menos tienen. El obtener más conocimiento es también una forma de crecer.

Trilogía

Por Carlos López, estudiante del PEAM

Creer, Crear, Crecer, hermosas palabras con un gran contenido

Creer

Siempre se debe avanzar en la creencia de que el mañana sea mejor, colaborando para ello.

Por sobre todas las cosas, creer que lo que uno realiza, si lo lleva a cabo con fe y confianza en uno mismo, será un triunfo, por humilde que sea la tarea.

Crear

Siempre intentar crear algo que, por insignificante que sea, siempre será útil. La verdadera utilidad la verán o disfrutarán los beneficiados. Por ejemplo, en algunas situaciones, crear empatías a su alrededor, pues no todo es material.

Crecer

No dejar de crecer nunca desde adentro, desde el alma, pues ello personalmente nos ayuda a decir no pasé por la vida sin intentar ser más grande. Insisto, enriquecer desde adentro y no dejar de estudiar nunca, siempre queda mucho en la vida por aprender, a cada paso nos econtramos con algo que desconocemos. 

Creciendo en conocimientos avanzamos mejorando día a día, para ello el ser humano no debe tener ni ponerse límites.

 Ventanas al saber

"La Universidad Nacional de Río Cuarto cumple cincuenta años de luchas, sinsabores, alegrías. Cincuenta años es mucho tiempo, pero también poco. Cincuenta años en que se creyó que aquí se podía crear una universidad para toda la gente de ciudad y alrededores, así como en la gente que habría de pasar por sus aulas".

Susana Carbonari cuenta también que "primero fue la Universidad del Centro, donde estudió mi esposo, que tiene un cuadrito que dice que fue uno de los primeros alumnos. Después estudié yo donde ahora es la radio. Fue una época difícil, cuando entrábamos, nos revisaban los bolsos; era la época de la dictadura".

Alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, Susana tiene "el honor" de que su hermana, su cuñado, su sobrino y uno de sus hijos se graduaron de la UNRC. Son profesionales de la Historia, la Comunicación, la Educación Física y la Ingeniería Química, doctorados incluidos, y la llevan a una gozosa exclamación: "¡Cómo no querer semejante obra magnífica!". En particular, porque tras la creación sustentada en el creer se "creció a través de los años y se echó a andar el PEAM, "una inyección de vida".

Creación en altura

"Uno de los griegos de hace más de 2 mil años pensaba que la filosofía surgió debido al asombro de los seres humanos. Desde allí, nos parece tan extraño existir que las preguntas filosóficas surgen por sí solas", expresa Matilde Maffrand. Estima que "creer nos aproxima al saber. Para llegar al saber partiendo del creer necesitamos alguna explicación racional, es decir, investigar para llegar a una conclusión con fundamentos". Esto requiere un esfuerzo. Al respecto, señala que "cualquier trabajo puede ser obra creadora" y pregunta: "¿La creación constituye la capacidad del hombre que surge en el curso del trabajo a partir del material proporcionado por la realidad?". Añade Matilde que al crear se conforma "una realidad nueva" y acota que "en el proceso de creación toman parte todas las fuerzas espirituales del hombre, comprendida la imaginación".

"A partir de creer con fundamentos, de crear a partir de una realidad, solo nos queda crecer. Y las herramientas las encontramos, entre otros lugares, en los claustros universitarios".

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores viaja "al barroco, época de grandes contrastes. Shakespeare, 'ser o no ser'; Calderón de la Barca, 'la vida es sueño'. ¿Qué es la vida: un frenesí, una sombra, una ficción?". En este campo de fronteras difusas, evoca a un personaje que se duerme en una cuneta, sueña que es un pobre campesino y despierta en la cama del barón. Cuando vuelve a dormirse, lo llevan a la cuneta, donde se vuelve a despertar sin saber si es campesino o barón.

"Barroco, o perla irregular, época de contrastes irreconciliables", apunta Matilde y afirma: "Aquí veo los contrastes, ¿universidad abierta, universidad cerrada? El 50°aniversario de nuestra querida Universidad Nacional de Río Cuarto nos encuentra así, preguntándonos por las palabras creer, crear, crecer".

Lucha tenaz

Blanca Nieves Molina siente que "es bueno creer y crear". Esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores plantea que "en la medida que se pueda seguir creciendo no importa la edad, si se es adulto o no, lo importante es el espíritu creador que nos permite avanzar en nuestros principios". Siente fructífero "tener voluntad de continuar en la lucha y lo que uno hace, hacerlo con amor. Esto nos mantiene siempre activo", concluye.

 Altos frutos

"Entre los beneficios de la adultez mayor está recrear el 1 de mayo de 1971", estima Elena Moscone.

Se remonta a la fecha de su creación y evoca que la Universidad Nacional de Río Cuarto fue respuesta a "necesidades de desarrollo y a un fuerte movimiento social local y regional. En esa época se había formado una Comisión Pro Universidad" que luchaba por conseguirla de cualquier modo y tenía su oficina en los altos del palacio de Mójica, la municipalidad. Allí, el presidente de la comisión, ingeniero Alberto Lucchini; el vicepresidente, doctor Ricardo Martorelli, y muchas personas que trabajaron como Víctor Yoma, Jorge Harriague y otros que ofrecían todo de sí para colaborar y se hiciera realidad ese proyecto tan ansiado".

Recuerda Elena que "la población requería un estudio sistemático", un paso más allá del existente "Instituto Superior de Ciencias. La gente trabajó afanosamente hasta que el presidente de facto, Alejandro Agustín Lanusse, trajo el texto de la ley 19.020 que entregó al ingeniero Lucchini". Con ello, el "festejo" de quienes se dieron cita en el Palacio Municipal el 1 de mayo de hace 50 años.

Creer, crear, crecer

Entiende Elena el "creer como la base de toda acción humana". Señala que en el caso de la UNRC estuvo representado por "la fe en que se constituiría". Agrega que "creer es dar por cierto, y abrir esperanzas a, un futuro mejor para conseguir nuestras metas; una manera de decir presente cuando el pueblo parece estar solo".

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores aporta que es clave que la universidad sea capaz de "crear las mejores condiciones para generar propuestas que nos demandan responsabilidad para legitimarnos socialmente y cumplir un rol que muchas veces habíamos reclamado tener". 

En cuanto a crecer, propone "resignificar la palabra, generando una mayor equidad y justicia para la sociedad, y cultivando "el disenso dentro del respeto activo. Crecer en enseñanza, garantizando la entrega de información a los estudiantes. La gran misión que le cabe como institución es formar ciudadanos honestos y comprometidos, que sepan pensar, sean críticos y creativos a la hora de resolver problemas y basar la enseñanza en valores como solidaridad, ética y respeto".

Para el final, Elena brinda por "una universidad de la que con tanto orgullo disfrutamos".

Acción

En la semana del cincuentenario de la Universidad Nacional de Río Cuarto, aportes de alumnos de su Programa Educativo de Adultos Mayores a partir de tres verbos carísimos a la casa de altos estudios: creer, crear, crecer.

"Los años vividos me han enseñado la importancia de las creencias en todo lo que hago y me dan fuerzas para avanzar. Sin embargo, para alcanzar el éxito los valores deben estar combinados con la innovación y la creatividad; el secreto del éxito reside en la conjunción de armonía y pasión".

Emilio López continúa ponderando los beneficios de "un aprendizaje que lleve a cumplir propósitos de crear un nuevo hábito de vida y desarrollo como persona". Sostiene que "crecer" no tiene que ligarse únicamente a lo económico sino "que la riqueza sea distribuida con equidad y justicia, que la democracia se construya como una cooperativa para mantener educación y salud gratuitas en pos de formar ciudadanos honestos, comprometidos para hacer realidad nuestros anhelos más trascendentes".

Estima Emilio que "crecer como adulto mayor es sentirse realizado por haber pasado por varias etapas de la vida, con éxitos y derrotas, con fuerza interior para superarse y lograr objetivos como transmitir enseñanzas a las nuevas generaciones promoviendo el capital humano de la sociedad actual, a pesar de que algunos nos consideren material de descarte por no ser económicamente productivos".

En retrospectiva, afirma que "como adultos mayores pasamos por los tres términos: creer, crear, crecer".

Cambiar para mejorar

"No resiste un archivo', se escucha muchas veces y son pocas las personas que lo logran", señala Patricia Murphy. Considera esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que "se puede cambiar de opinión, pero mantener coherencia entre nuestro pensamiento anterior y el actual. No se puede ofender, denigrar, atacar hoy y negarlo mañana. Hay que pensar muy bien lo que se dice para no caer en contradicciones tan evidentes".

Patricia observa cotidianamente la debilidad ante el archivo "tanto entre personas de a pie como entre quienes, entre comillas, nos representan".

Distingue la estudiante del PEAM a quienes, cual felinos, se dan vuelta en el aire de "los científicos que cambian de fórmulas, de apreciaciones entre un descubrimiento y otro pero en esencia siguen una línea de pensamiento para llegar a un fin deseado. Integrantes de espacios culturales, científicos resistirían un archivo. Otro sería el caso de políticos y periodistas: ahí tenemos una gama interminable de no resistir un archivo".

Patricia expresa que "da gusto escuchar a personas que peinan canas y siguen en la misma línea" sin por ello negarse a asumir que "crecer es bueno". Acota que "no resistir un archivo sería como no resistir una foto, un recuerdo, un reencuentro" y concluye afirmando que "cambiar para mejorar es lo más importante de nuestra vida".

Jardín de recuerdos

Lidia Olmedo juega a dirigir la programación del canal Volver. Para mayo propone la reposición de tres novelas. A continuación, cada una y sus comentarios:

-Rosa de lejos. 'Una gran mujer, Rosa María Ramos', tal como la consideró su autora, Celia Alcántara. Marcó una época este programa cuyo eje era una feminista intuitiva protagonizada por Leonor Benedetto, junto a Juan Carlos Dual y Pablo Alarcón. Fue una de las primeras telenovelas transmitidas y grabadas totalmente en color. Su rating superó al de varios programas de interés general, entre ellos Almorzando con Mirtha Legrand.

Rosa, una campesina, logró destacarse tras viajar con lo puesto a la capital, creer en el amor y despertarse con un hijo en brazos.

-Piel naranja. Alberto Migré, de los autores más exitosos del país, creador de un sinfín de novelas, construyó esta obra que se emitió en 1975 protagonizada por Arnaldo André y Marilina Ross. Ellos interpretaron una historia de amor con un rating de 60 puntos. Muchos la recordamos. Fue la primera telenovela con final trágico: mueren los personajes de Marilina, Arnaldo y Raúl Rossi. Quedó en la memoria el 'rojaijú' que se decían mirándose a los ojos y en guaraní significa 'te quiero'.

-Rolando Rivas, taxista. También de Alberto Migré, tuvo una segunda temporada debido a su éxito en la primera. Con las actuaciones de Claudio García Satur y Nora Cárpena, fue una historia de amor que atrajo a millones de espectadores y consiguió que por primera vez los hombres formaran parte del público de la telenovela. Logró reflejar la cultura porteña, el mundo de los taxistas y las relaciones familiares con un lenguaje sencillo. Hacía referencia a la realidad del momento a partir de Rolando, quien vivía en Boedo y era el sostén de su familia. Estaba de novio con la Tere, una muchacha costurera que vive con su padre, quien no ve con buenos ojos el cariño -que no es un gran amor- que él siente por ella.

 Luces distintas

En uno de los episodios de la inolvidable serie Los Años Maravillosos, Wayne discute con su madre. El motivo: su recelo porque a los 18 años empieza una relación de pareja con una joven de 23, separada y con un bebé.

-No me quieres ver crecer -reprocha Wayne.

-No te quiero ver sufrir -replica la amorosa ama de casa de la familia Arnold, que presentía un mal final para el romance.

Ana Chevarría, alumna del PEAM, afirma que "los paradigmas de ahora son distintos a los de antes". Lo que no cambia es que "las madres siempre queremos resguardar como gallinas bajo nuestras alas a los hijos. Siempre hay una sugerencia, un consejo".

La diferencia es que "antes estaba la mirada de nuestros padres según la cual había una edad para casarse, formalizar. Generalmente, se casaban las personas; hoy se juntan".

Indica Ana que las voces que buscan ayudar "parten de la enseñanza de lo que se vive en el hogar" y que también se puede tomar buenos mensajes "del estudio, que es lo que a uno lo va formando, lo va madurando, lo va ayudando a aprender a comunicarse". 

El riesgo de que los hijos maltinterpreten sugerencias existe: "Si bien ellos a veces las toman como si uno no los dejara avanzar, no es así; uno quiere lo mejor, que se solidifiquen y que no les pase lo que a uno le pasó".

Un factor que suele agregar confusión es "el nido vacío". Sea "por sus profesiones, porque forman sus familias, los hijos se van y una se queda con dolor". Se dice 'hay que dejarlos volar', pero nos cuesta como madres", agrega Ana.

En cuanto al Wayne de Los Años Maravillosos y la relación con su pareja que le lleva 5 años y tiene un bebé, Ana expresa que "a veces este vínculo resulta bien y en ocasiones no se está muy preparado para compartir ese ensamble; es muy difícil complementarse". De todos modos, asegura que "una, como madre o abuela de corazón, lo acepta mientras nuestros hijos estén bien".

Continuidad y cambio

Fulano "no resiste un archivo". La sentencia, muy extendida, condena el cambio. Ahora bien, ¿siempre está mal mudar de perspectiva?

Elena Moscone entiende que "la persona tiene su criterio para evaluar lo que va sucediendo a lo largo de su vida, analizando lo que se le va brindando".

Siente esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que "hay una conciencia un tanto devaluada -como otros bienes argentinos- sobre la figura del maestro". Refiere al filósofo Santiago Kovadloff, para quien parece agotarse el protagonismo docente en el fervor de las demandas salariales. "Bajo ese estandarte de reclamos se empeña en recordar que quienes integran sus filas no se sienten ante todo educadores sino excluidos, parte lisa y llana de la masa marginada del país. No obstante, de los maestros hablan también los niños de las diferentes latitudes de nuestro territorio que ven aplazadas o suspendidas sus clases".

Manifiesta Elena que un archivo del que sí o sí se debe salir indemne es "el de priorizar la educación como un derecho fundamental del niño". Mantenerse sin cambios a tal respecto es virtuoso, afirma.

En cuanto a la incorporación de tecnologías al aula, considera que "si bien uno puede aggiornarse a estos tiempos mediante plataformas y dar clases virtuales, la enseñanza-aprendizaje tiene un feedback que hace necesaria la presencia de ambos. Ese criterio creo que no se cambiará nunca; no obstante se esté al día con todas las cuestiones de la modernidad, es irreemplazable la relación maestro/ alumno a fin de que se dé un aprendizaje certero".

Para Elena, cambiar se torna valioso -aun cuando la mirada descontextualizada diga que uno no resiste el archivo- si "es para bien en fundamentos, proyectos de vida". Claro que a veces los giros son impulsados desde afuera: "Se da el caso de personas que han tenido carreras universitarias y, adaptándose a estos tiempos, deben ejercer otro trabajo que nada tiene que ver con lo que han estudiado". 

Por último, considera que "lo que no se debe dejar de lado es la vocación del docente como tal ya que es muy importante este proceso de humanización, esta posibilidad de aprender teniendo el derecho de contar con un maestro que nos apoye, nos brinde conocimiento y con el cual podamos compartirlo".

Oda a mi país

Por Matilde Maffrand, estudiante del PEAM

¿Qué te sucede, hermano?

¿Dónde están tus límites, añorado país de ensueño?

¿Dónde están tus lunas, tus soles, tus ríos torrentosos, tus montes agrestes, tu enorme llanura, tu anhelada geografía de cañas, de vientos que cuenta la historia?

¿Dónde está tu gente pensativa, lúcida y hermosa?

¿Qué noche fue tu noche desgarradora, tu silencio sin rezos, sin abrazos, sin besos?

¿Qué te sucede, hermano, que tu simiente no florece, que la madera de los pinos no se huele a través de tus ponchos y quebradas?

Ríos de sangre corrieron por tus venas, llantos infinitos se hicieron canales al final de la aurora.

Tristezas profundas acompañaron el vaivén de las horas, de los días perdidos, ignorados.

Tus frutos deambulamos como borrachos de pena por un laberinto sin fin. 

Cuando escucho el sonido cantarino de los guijarros en el fondo del río

Cuando los pájaros se adentran en los esteros salinos con tus yacarés

Cuando es el día y el sol aprieta caliente en mis memorias 

Cuando de noche las estrellas vagan por mis pensamientos más sentidos, 

la luna besa mi pelo y veo cómo el mar se aquieta abrazando la arena, 

entiendo tus sinrazones, 

comprendo hermano mío y por siempre te digo que la vuelta a casa es un suspiro de melancolía.

Directriz

¿En qué ocasiones es necesario prestar más atención a la claridad del contenido de un mensaje que a la delicadeza de su forma? 

Susana Carbonari, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, propone estas tres situaciones:

-Una mamá va cruzando con su hijo de cuatro años. Lo sostiene de la mano porque es una calle muy concurrida. En un momento, él se suelta. Ella le grita de tal forma que él se detiene desconcertado porque nunca le habla fuerte. Ella le explica que si pasa un auto y lo lleva por delante va a ocurrir una desgracia. 

-Un paciente en grave estado, rodeado de familiares, está en una habitación. El médico y la enfermera han dicho varias veces que no puede haber tanta gente ahí. En un momento, el médico levanta la voz: "Por favor, salgan todos. Cualquier novedad, nosotros se la comunicamos". Los familiares se asombran, no es el tono usual en que él les habla, pero de otra forma parecían no entender.

-Una maestra en el aula no tiene más remedio que mostrarse firme porque los niños se han alborotado y no hacen la tarea.

 Mensaje en una botella

"Maduramos cuando nos damos cuenta de que la vida en cierto momento es muy cruel, pero descubrimos también que con esfuerzo y superación podemos salir adelante", afirma Emilio López. Agrega que la vida "a veces da y otras quita" y que "lo importante es aprender y resolver los problemas que se nos presentan y no rendirnos ante la adversidad a pesar de que la vida sea dura".

El alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores cuenta que ha aprendido que "no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia delante". En consonancia, plantea que "no se puede plantar buen futuro si se está anclado en el pasado".

Al revisar frases referidas a la vida, Emilio alterna seriedad y humor y avisa:

-La vida es una sucesión de lecciones que uno debe vivir para entender.

-El tiempo perdido nunca se vuelve a encontrar.

-El hombre que no se alimenta de su sueño envejece pronto.

-En la vida, dos palabras te abrirán muchas puertas: tire y empuje.

Proa a la ternura

Elena Rodríguez evoca emisiones televisivas y pinta un cuadro heterogéneo. "Sábados Circulares, con Pipo Mancera, era es-pec-ta-cu-lar. Era de los mejores programas porque había de todo: contenido para pensar, cosas muy lindas, productivas, que llegaban al alma. ¡Cómo entretenía!".

Otro de los predilectos de Elena era "La familia Ingalls, que enseñaba a tener una hermosa familia, a trabajar, a ser honrado". Admira el mensaje que incluía "humildad, amor" y recuerda "esa madre luchadora con todos sus hijos".

A la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores también la enternece "El topo Gigio, cuando mandaba a los chicos a dormir temprano". 

Punto de encuentro

"Evitar conflictos, ¡qué difícil es!". Patricia Murphy siente que esto se debe a que "cada quien cree tener la razón absoluta". Evoca que, en aras de eludir disputas, una de sus tías, cuando se sentaban a comer, decía: 'En esta mesa no se habla de política, fútbol ni religión'.

"Debo decir, con el paso del tiempo, que las reuniones a veces perdían ese encanto de discutir, que muchas veces es bueno", sigue Patricia.

Considera esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que "pensar distinto, intercambiar ideas y pelearnos, ¿por qué no?, nos hace reflexionar y a veces, en el disenso, uno encuentra la verdad".

Al pensar en una disputa clásica, la de suegras y nueras o yernos, Patricia cree que "a menudo lo pasa mal el hijo o la hija que está en el medio". "Amamos de forma diferente al ser que compartimos y entonces se hace difícil consensuar. Cuesta ponerse en el lugar del otro", sintetiza.

Una alternativa para no hacer olas es alejarse del agua. Otra, "unir a las partes en un mismo lugar y momento tratando de evitar discusiones". Patricia lo afirma pues está convencida de que "pensar diferente no está mal, hace que tratemos de ser una sociedad medianamente educada y equilibrada. Cuesta mucho", expresa y acota que "este tiempo de pandemia ha sacado de todos la parte más miserable, el ego, la falta de solidaridad, el no importarnos nada".

Horizonte de paz y simpleza

Vivir bien es una consigna simple de enunciar, no siempre sencilla de protagonizar. Lo auspicioso es que se puede aprender y la experiencia ayuda. Esto es lo que propone Emilio López, estudiante del PEAM. 

"Vivir bien es saber vivir en armonía con todo lo que nos rodea en esta tierra que habitamos". Para lograrlo resulta útil "conocerse bien, ser uno mismo sin importar lo que los demás digan". Importa el respeto al "derecho a la propiedad privada, acceso a las comodidades, igualdad ante la ley. Vivir es algo maravilloso, exige dar para recibir y compartir".

"Tener amigos y querer a nuestros prójimos", es una de las maneras de desplegar una linda existencia. Otra es "disfrutar de la naturaleza en su esplendor y hacer lo que podamos por nuestro país. Vivir respetándonos mutuamente y avanzar con nuestro trabajo para mejorar nuestra calidad de vida. No creer que porque se tiene alto grado de bienes materiales se puede sentir realizado ya que con poco a veces una familia es muy feliz rodeada de sus afectos, hijos y amigos".

Para Emilio es beneficioso construir "una vida armónica, equilibrada, solidaria, sustentada en valores éticos". Sabe que "hay momentos de cosas buenas, tristes, alegres" y que "cada persona hace su propio balance en su conciencia de haber obrado bien o mal, de corregirse" y conseguir lo que reza "un dicho: para morir bien hay que vivir bien". 

En la luna

"Una persona desconcentrada es aquella que quiere hacer varias cosas a la vez, pero eso es imposible. Tiene que pensarlo muy bien para un mejoramiento en la distribución de sus actividades", considera Lidia Olmedo. Esta alumna del PEAM cree que "todos tenemos algo de eso y debemos buscar la forma de hacer cada cosa a su debido tiempo, tanto en la casa como en el trabajo".

Señala Lidia que "a veces el ritmo de vida lleva a esta situación; no tenemos paciencia, queremos cumplir con todas nuestras obligaciones, nos pone de mal carácter y también afecta la salud".

Por eso, expresa: "Si tenemos la suerte de conseguir el objetivo" de realizar diversas actividades concentrados en cada una sin pensar en las pendientes, "estaremos felices y relajados".

Construyendo planes

Sobran ejemplos de quienes maravillan como candidatos y decepcionan cuando desempeñan un cargo. ¿Cómo evitar esta brecha? Elena Moscone, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, trata de responder suponiendo que le tocara conducir una escuela o liderar los destinos de una provincia.

-Haría un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) de la empresa a realizar, considerando distintas situaciones, buenas y malas.

Primero marcaría las fortalezas para la misión, tales como talento natural, curriculum, estímulos, deseos de hacer bien las cosas.

-Luego, consideraría las oportunidades: ejercer una tarea que hasta ahora no había ejercido, con gran responsabilidad y demostrar así la capacidad que pueda tener.

En cuanto a debilidades, Elena considera necesario revisar el "carácter" y eventuales dificultades para "mantenerse en el estado fijado", así como problemas en cuanto a "la aceptación del otro".

Al pensar en amenazas, contempla "lo que me puede pasar; choques con un personal no acorde a mi proyecto, no compatible a lo que deseo como directora o, si fuera gobernadora, contar con un personal que no se adecuara a los tiempos, que no se aggiornara con las nuevas tecnologías, que no estuviera formado para ayudarme y compartir la tarea que fuese a realizar".

Flor de espíritu 

Ana Chevarría, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, piensa en fotos que le regalaría a una amiga y opta por "un rosal, que haría honor a su nombre". Además, "ella es como una rosa, por momentos con sus tintes bien fuertes, con alegría por brindarse y ser espejo de la otra persona, y por momentos se marchita para luego dar paso a otro pimpollo que sale".

Otra imagen que dedicaría es "una postal con un ser querido, un adulto mayor que nos une en amistad, que se suma a la familia y se integra muy bien para pasar lindos momentos juntos. Una foto en la que él mira hacia arriba uniendo las manos y agradeciendo por el lugar, con piletas, montañas, agua, verde. Le daría esa foto de un lugar que él disfrutaba para que ella la tuviera de recuerdo".

A cuento de momentos, Ana propone "hablar" para ayudar en los malos, regalar ratos lindos y "mirar hacia delante". Con generosidad, suele "integrar a la familia" a sus amigas ya sea para "un evento, un cumpleaños de quince, una unión matrimonial, para que el corazón quede en paz y alegría". Y si no suceden estos acontecimientos, "un abrazo virtual; siempre estar a disposición de una amiga".

De calles y atajos

Consulta de facebook, lectura de la noticia en un portal, escucha de un whatsapp, atención al televisor, armado del mate, redacción del segundo párrafo de un mensaje por correo electrónico.

¿Se puede hacer cualquier actividad simultáneamente?

Susana Carbonari estima que "chicos que estudian matemática, licenciatura en química o ingeniería, ese tipo de carreras", demanda "mayor concentración. Los estudiantes tienen que estar muy atentos; si no, no les irá bien".

No solo para un buen cursado de carreras universitarias es menester la concentración. "Si una amiga me dice que está mal por equis situación, yo no voy a prender la radio o el televisor; la voy a escuchar y tratar de consolar en la medida que pueda para que se alivie un poco, porque a veces no es mucho el alivio que le puedo dar", asegura.

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores recorre trabajos y sostiene que "una modista que está haciendo un vestido debe tener sus sentidos puestos ahí. O un médico que está operando. O un veterinario: no puede curar un perrito o un gatito pensando en otra cosa".

Distinto es si se hace "una sopa de letras. Entonces, sí se puede ver televisión, escuchar radio o estar con el celular". También se puede "jugar a las cartas, a la lotería, salir a pasear o leer el diario" a la par de otras tareas.

Los extremos se tocan y el frío quema: recuerdos de niñez

Por Matilde Maffrand, alumna del PEAM

El escultor manifiesta su sensibilidad a través del tacto, moldea el mundo con las manos; el pintor a través de la vista, con los colores, los trazos, las figuras, organiza una realidad; el músico, a través del oído, con melodías y acordes. La poesía incorpora todos esos materiales haciendo un uso particular del lenguaje, debe darle consistencia a la palabra, para lo cual apela a la imagen y la metáfora, que las atrapan en sus redes y les otorgan nuevos sentidos.

Ojos simples de niña dormida

ventanas que no aíslan la luna

enorme patio, jardín de flores 

barro en las manos

lluvia amiga mojándole el pelo

patines volando en el viento

calles aladas, flechadas,

niñez dulce compañera

La vida, tan cerca

 Intersecciones

"Pablo del Cerro, quien escribió 65 temas que interpretó Atahualpa Yupanqui, era en realidad una mujer, su esposa".

Patricia Murphy, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, aporta el dato y se adentra en las aguas de ciertos renunciamientos que vaya si hablan de patrones culturales.

Su ejemplo sigue una consigna basada en aportes de Nuria Jorba, quien afirma que lo igualitario es dañino si consiste en que el celoso miembro de una pareja determine que ni él ni la otra parte frecuentarán amistades. 

"Cuando esta filósofa dice que lo igualitario no es sano, es real en casos como el de Antonietta (Nenette), quien aceptó cambiar su nombre en sus composiciones para igualar lo masculino con su esposo. ¿Fue igualitario? Sí. ¿Fue sano? No".

Patricia cuenta que "Nenette dejó su carrera de pianista y francesa. Como compositora, bajo el seudónimo de Pablo del Cerro, siguió su carrera para que su marido le pusiera música a sus letras". Por eso, la alumna del PEAM plantea que "lo que sea igualitario no tiene que llevarnos a dejar lo que somos. Ser igualitario es saber qué cosas podemos tener juntos sin que nos dañen". Agrega que en una pareja "se puede consensuar diferentes actividades conjuntas y mantener otras individualmente y sostiene: "Lo igualitario no es sano; aprender a compartir, sí. Cuesta, es verdad, pero la vida es un camino de aprendizaje constante de igualdades y desigualdades, de amores y desamores, de alegrías y enojos".

"Aprendamos a ser nosotros mismos, sin querer ser igualitarios con nadie más que con la persona que vemos en el  espejo cada mañana al peinarnos", concluye.

 Márgenes

"Una persona inflexible no cambia su rigidez. Es excesivamente disciplinada y mantiene una vida con resguardo y estrictamente organizada". 

Para Emilio López, un ejemplo de inflexibilidad en aras de un buen fin es el de "Mahatma Gandhi, un hombre muy austero que logró la independencia de la India en 1947 tras años bajo sometimiento inglés. Lideró un boicot social a sus costumbres, se opuso inflexiblemente y coronó sus planes con la libertad de su patria".

El estudiante del PEAM también siente que la flexibilidad es valiosa. La entiende como un atributo por el que "una persona se adapta a circunstancias y es capaz de ceder su posición frente a alguien. Ejemplo: el dueño de una fábrica les da a sus empleados una tolerancia respecto de la hora de entrada".

Asimismo, Emilio contempla la flexibilidad económica, merced a la cual "muchos artistas son solidarios y aportan a la fundación Pies Descalzos, cuya principal figura es Shakira, comida diaria, ropa y educación para unos seis mil niños colombianos". Otro es el caso de "Angelina Jolie, quien contribuye al bienestar de "niños de Biafra" como embajadora de la fundación ACNUR, dependiente de Naciones Unidas".

Gestos solidarios se perciben de "artistas de nuestro país que no cobran sus shows por solidaridad, mientras otros, de ego inflexible, se niegan a ayudar".

 Repertorio limitado

¿Está bien cambiar de texto según quién lea? Lidia Olmedo lo considera desde el plano musical. Sabe que "cada orquesta o banda tiene su repertorio" y que aquello que suena bien para un comedor, una fiesta de pueblo o un cumpleaños de mayores" puede no gustar en un boliche. Y que las bandas que sí están a tono en este escenario tal vez no funcionen en un salón cubierto por adultos mayores. 

Moraleja: antes de contratar hay que saber qué interpreta cada grupo y cuál es la audiencia.

 Memorias de escuela

"Tengo lindos recuerdos del colegio de monjas al que fui", inicia Susana Carbonari su relato. "Nos tenían cortitas, pero fueron buenas con nosotras", cuenta y agrega que las maestras, "cuando nos equivocábamos en una palabra, nos hacían escribir en una hoja cien veces su versión correcta y creo que por eso tengo buena redacción y buena ortografía".

Evoca a una autoridad escolar, Elena, "que nos hacía quedar quietas como estatuas. Después sonaba otro timbre y ya nos podíamos mover e ir a las aulas. Algo insólito. Nunca vi algo así".

Los años pasaron y Susana y compañeras formaron "un grupo de whatsapp que se llama Las diosas del Cristo Rey y siempre recordamos tiempos pasados. Antes de la pandemia nos reunimos con la señorita de primer grado. Fue una sorpresa muy grande verla, igual que cuando cumplió 80 años".

Tiempos de aprendizaje de "labores", con una maestra que "siempre nos decía 'ustedes hacen la puntada del haragán', con un hilo largo, largo, para no tener que ponerlo a cada ratito".

De sus dos últimos años de secundario, "en el Nacional 2, que estaba en el Normal, Susana extrae una anécdota de "un examen de Química con el doctor Zappino. Una compañera empezó a decir 'yo le copié todo' sin darse cuenta de que el profesor venía atrás. Él no le podía poner una mala nota porque no la había visto, pero el resto del año la hizo pasar para que diera la lección".

Quien hoy es alumna del PEAM añade que aquellos años de infancia y adolescencia constituyeron "una época dorada".

Educación artesanal

"Ser igual en educación puede ser bueno a veces y puede ser malo, depende cómo se lo trate. Ser igualitario es dar a todos el mismo derecho a tener los mismos alcances de conocimientos y de prácticas que merece la persona".

Elena Moscone también refiere al tema evocando que "en 2001, en Ahmedabad, antigua capital del estado de Guyarat, el más populoso de India, la maestra Kiran Bir Sethi inició una experiencia que tiene muchas respuestas a la educación. Ella era una madre de 36 años que veía a su hijo formateado por una educación burocrática y rutinaria que estaba lejos de inspirarlo. Valiéndose de su propio saber, se animó y abrió una escuela orientada a brindar una formación que ella creía necesaria. Así nació la Riverside school".

Lo que "empezó en su casa con 24 chicos" se transformó en una escuela con cientos de estudiantes que aprenden la que es considerada "una de las diez experiencias educativas más inspiradoras del mundo".

Cuenta Elena que en esa escuela india crecen semillas de "empatía, la idea de observar y amar. Otra es la ética, distinguir entre lo que es correcto y lo que es fácil. La tercera es la excelencia, hacer bien mientras lo haces bien. Y la evaluación, que sería la reflexión sobre el proceso. Eso, dice Kiran Bir Sethi, nos transforma en seres con humanidad ya que -agrega- nacemos humanos por casualidad y nos convertimos en humanos por elección".

Entre las fuentes de las que abreva su escuela están criterios de responsabilidad y empatía de Hannah Arendt. Al respecto, Bir Sethi señala que estos y otros valores "se aprenden cuando se hacen hábito y que ningún hábito existe sin experiencia, sin poner el cuerpo, sin vivencia".

De regreso del viaje colegial a India, Elena concluye que "la educación debe ser más que una simple administración de conocimientos sin sorpresa alguna". Propone instalar una pregunta cotidiana en cada ámbito educativo: ¿para qué vivimos, qué huellas dejaremos para otros en el mundo?".

Derechos y torceduras

"Si pensamos que los derechos humanos son universales, inalienables, en todos los países todas las personas tenemos derecho a ellos", plantea Matilde Maffrand. Agrega que "nadie puede renunciar voluntariamente a sus derechos y nadie puede arrebatárnoslos. Los derechos que tenemos son indivisibles, todos compartimos la misma condición, no hay pequeños ni grandes, ni de derecha o de izquierda". Sin embargo, "podemos observar que la mayoría de los derechos humanos son violados de distintas maneras".

"El mundo se ha conmovido por grandes atentados, por ejemplo el de la AMIA o el de las torres gemelas, para hablar de los que más conocemos".

Se detiene Matilde en el del 11 de septiembre de 2001 "para afirmar que se respondió con una guerra. ¿Acaso esta guerra no atenta también contra los derechos de quienes viven en ese otro país? ¿Quién fue el que disparó o vulneró primero los derechos?".

"¿La sociedad se ha convertido en un caos donde casi nadie respeta al otro?", interroga como paso previo a considerar la consigna de trabajo: en qué situaciones estaría dispuesta a quebrantar una norma. La respuesta de la estudiante del PEAM es clara.

-Tal vez, ante una amenaza contra mis derechos a la educación y a la salud. O el derecho a la libertad. En ese caso, ejercería el libre albedrío y tomaría mis propias decisiones.

 A través de las épocas

"Los dichos populares encierran cierto encanto por el que nos da gusto repetirlos, pensarlos y usarlos. 'Más vale tarde que nunca', por ejemplo, da para reconocer errores y enmendarlos, lo que demuestra que somos personas que ante las equivocaciones sabemos reconocerlas y subsanarlas".

Patricia Murphy sigue diciendo que "en nuestro trayecto por la vida hemos utilizado muchas veces esta frase, cuando retomamos una amistad olvidada, un estudio el cual creíamos que no podíamos realizar y nos damos cuenta de que sí podemos por ganas y no por presión".

Para esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, "más vale tarde que nunca aprender, aprender y aprender, tener nuestras neuronas en actividad aunque nos equivoquemos, que de eso se aprende". Aplica también el refrán a "volver a estar cerca de la familia aceptando las diferencias y que no somos dueños de la verdad absoluta; a "enamorarse. El amor tiene muchas aristas -juvenil, adolescente, maduro, adulto-. Más vale tarde que nunca transitar por esa sensación con todo lo que significa: bueno, regular o malo, pero sentir. Más vale tarde que nunca vivir, que nuestro paso sea algo significativo, para los propios y para los ajenos".

Tiempos dispares

La frase "más vale tarde que nunca" resalta "la importancia de hacer, aunque sea con retraso", aquello que es necesario. Lidia Olmedo sostiene asimismo que el origen de la expresión es de los tiempos de Diógenes, filósofo al que le achacaban cual pérdida de tiempo "la tozudez de aprender solfeo en la vejez".

Para Lidia, "más vale tarde que nunca" se aplica a varias situaciones, entre ellas "animarse a decirle algo importante a alguien" y la espera por "una puerta que el carpintero promete para dentro de quince días y está lista recién al mes".

Por último, la alumna del PEAM encuentra que un "refrán antónimo es 'no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".

 Pequeños detalles

"Hay tareas que parecen insignificantes, pero tienen mucha importancia", afirma Elena Moscone. Un ejemplo lo constituyen las acciones de la casa. "En el día a día parece todo tan rutinario, sin valor", dice y ejemplifica: "Tender las camas, un reacomodo general, hacer las compras, planchar".

La alumna del PEAM repara en que, si bien ninguno de estos hechos cambia el mundo, sí que puede marcar una diferencia personal y hogareña; recuerda que un sacerdote le dijo: "Puedes lograr la santidad en tu labor diaria, por ejemplo una comida, si la haces con amor".

Por eso, Elena piensa que "el ama de casa no debe tomar su quehacer como una pérdida de tiempo, que tiene que hacer otra cosa, ganar dinero, sino valorar esas pequeñas cosas que llevan tranquilidad y organización al resto de los miembros de la familia". Considera que una tarea como planchar "la ropa de mi hijo, mi marido, mi nieto" deja de parecer insignificante mirada con el prisma del amor. "Una mesa bien puesta y un lindo mantel hacen a la felicidad cotidiana", señala.

Elena cita a Dostoievski, que aseveró que "el hombre es desgraciado porque no sabe que es feliz" y convida a tomar conciencia de cuánto vale aquello a lo que materialmente se le baja el precio.

Norma y después

"La desobediencia es el desacato de una orden. Este incumplimiento puede tener una variedad de causas". Emilio López ejemplifica que "en el hogar, a veces ocurre por el temperamento de los padres en relación con los hijos" y agrega: "Si les damos un castigo a los hijos, puede que perdamos su confianza y se complica la relación en el hogar".

El estudiante del PEAM refiere también a "la desobediencia civil", que "implica la violación de una ley mediante una acción destinada a ser contemplada por la ciudadanía. Su finalidad es promover una conciencia colectiva capaz de tumbar una ley injusta, invitando a movilizarse para acabar con ella".

Señala Emilio que "la Biblia dice que la desobediencia es la elección contraria a lo que Dios ha instruido. La desobediencia de Adán resultó en la separación del paraíso y lo llevó al arrepentimiento".

"Una persona que no quiere recibir órdenes de sus superiores, que solo acepta su propio criterio, pasa a ser un insubordinado", acota.

Por último, sostiene que "las leyes en un Estado democrático están para ser cumplidas, nos permiten una convivencia ordenada y en paz".