2/4/21

 Pequeños detalles

"Hay tareas que parecen insignificantes, pero tienen mucha importancia", afirma Elena Moscone. Un ejemplo lo constituyen las acciones de la casa. "En el día a día parece todo tan rutinario, sin valor", dice y ejemplifica: "Tender las camas, un reacomodo general, hacer las compras, planchar".

La alumna del PEAM repara en que, si bien ninguno de estos hechos cambia el mundo, sí que puede marcar una diferencia personal y hogareña; recuerda que un sacerdote le dijo: "Puedes lograr la santidad en tu labor diaria, por ejemplo una comida, si la haces con amor".
Por eso, Elena piensa que "el ama de casa no debe tomar su quehacer como una pérdida de tiempo, que tiene que hacer otra cosa, ganar dinero, sino valorar esas pequeñas cosas que llevan tranquilidad y organización al resto de los miembros de la familia". Considera que una tarea como planchar "la ropa de mi hijo, mi marido, mi nieto" deja de parecer insignificante mirada con el prisma del amor. "Una mesa bien puesta y un lindo mantel hacen a la felicidad cotidiana", señala.
Elena cita a Dostoievski, que aseveró que "el hombre es desgraciado porque no sabe que es feliz" y convida a tomar conciencia de cuánto vale aquello a lo que materialmente se le baja el precio.