Directriz
¿En qué ocasiones es necesario prestar más atención a la claridad del contenido de un mensaje que a la delicadeza de su forma?
Susana Carbonari, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, propone estas tres situaciones:
-Una mamá va cruzando con su hijo de cuatro años. Lo sostiene de la mano porque es una calle muy concurrida. En un momento, él se suelta. Ella le grita de tal forma que él se detiene desconcertado porque nunca le habla fuerte. Ella le explica que si pasa un auto y lo lleva por delante va a ocurrir una desgracia.
-Un paciente en grave estado, rodeado de familiares, está en una habitación. El médico y la enfermera han dicho varias veces que no puede haber tanta gente ahí. En un momento, el médico levanta la voz: "Por favor, salgan todos. Cualquier novedad, nosotros se la comunicamos". Los familiares se asombran, no es el tono usual en que él les habla, pero de otra forma parecían no entender.
-Una maestra en el aula no tiene más remedio que mostrarse firme porque los niños se han alborotado y no hacen la tarea.