Paciente y preciosa elaboración

Ana Chevarría afirma que "la paciencia es una virtud que tendríamos que desarrollar todos". Está "convencida de que todo tiene su ciclo o etapa. La persona ansiosa, que se desespera por algo, no consigue más que ponerse nerviosa y no llega a buen término".

La alumna del PEAM advierte que "los profesionales sin paciencia no pueden llevar a cabo su labor" y señala que "cada cosa tiene su tiempo, como una fruta que debe estar en su momento justo para que uno se deleite con ella. Igual la comida: tiene su punto de cocción, conlleva una espera. Todo en la vida es así".

Estima Ana que "esperar comprendiendo el tiempo que demanda un ciclo es placentero y que así una llega a culminar las cosas bien. Pero la persona que quiere todo ya se impacienta y no consigue nada".

"Con la paciencia se llega lejos, por eso mejor 'tarde pero seguro' que 'temprano pero mal'. La paciencia pule y lleva a vivir más agradablemente", concluye.

Expresiones variopintas

Al elegir canciones para una tarde, Lidia Olmedo considera "la zamba Paisaje de Catamarca". Le gusta la letra, que le hace "imaginar la geografía de la provincia" y la enternecen versos como "desde la cuesta del Portezuelo mirando abajo parece un sueño/ hay un ranchito sombreado de higuera y bajo un tala durmiendo un perro".

Otra es "el tango El bazar de los juguetes, que refleja el pensamiento y sentimiento de un hombre que vivió su niñez muy pobremente, con decir que había días en que ni siquiera podía comprar pan. Siendo adulto, vuelve al barrio para comprar todos los juguetes que puede para los niños. Tiene que haber sufrido mucho para tener un gesto así después de tantos años".

Entre las destacadas por Lidia, estudiante del PEAM, figura Cuando un amigo se va. "Es muy triste esto -expresa-. No deja de doler por mucho tiempo. Nunca habrá dos amigos iguales". Estima que no es necesario tener muchos amigos; alcanza con pocas "que se valoren y correspondan", capaces de sentir el encanto de "contarnos nuestros estados de ánimo y aliviar problemas".

Admira Lidia la canción El corralero, en la cual Hernán Figueroa Reyes narra "el cariño del dueño de un caballo que está en el suelo, no tiene cura y lo deben sacrificar. El hombre se resiste, pide que lo dejen hasta que muera de viejo y pregunta cómo pretenden que haga eso él, que lo crió de potrillo". Habla "del amor de un ser humano a un animal, que a veces son más fieles que las personas".

El quinteto musical se completa con "Alfonsina y el mar, por Mercedes Sosa. Te vas, Alfonsina, vestida de mar, qué poemas nuevos fuiste a buscar", repasa Lidia y señala que la de Alfonsina Storni "fue una gran pérdida en la literatura".

Es la hora, es la hora...

Uno de las frases que acompaña nuestras vidas es "tarde pero seguro". Susana Carbonari, alumna del PEAM, la toma para pensar en cambios sociales, la influencia de palabras ajenas sobre el bienestar propio y la tenacidad para conseguir logros.

-Hace muchos años, a las chicas que no se casaban a los 30 años o más les decían solteronas. Eso ha caducado. Los novios que se casan suelen hacerlo a esa edad; existen otras prioridades como el estudio o surge complicaciones. A algunos les puede costar recibirse dados muchos inconvenientes de índole familiar, económica, etc, pero al final terminan su carrera y lo festejan mucho más que quienes lo han recibido todo servido.

-Un matrimonio espera el primer hijo y éste no llega, pero en el transcurso de unos años la señora queda embarazada.

-Un matrimonio con ascendencia italiana quiere viajar a conocer la tierra de sus padres o abuelos. Por cuestiones económicas, principalmente, pasan los años hasta que consiguen su objetivo, tal vez cerca de los sesenta, y viven como una segunda luna de miel.

-La mamá ve que el nene de alrededor de un año no camina. Todos le dicen "tu chiquito no camina" y la hacen sentir mal. Al poquito tiempo, el nene da sus primeros pasos y ella se olvida de todas las cosas que le dijeron.

-Dos amigas que hace muchísimo que no se ven, aunque se contacten por videollamada o se manden whatsapps, se juntan a tomar un cafecito, se ponen felices y hablan hasta por los codos.

-Después de un arreglo, de otra obra, de mucho esperar, queda terminada la casa.

Color musical

Por Patricia Murphy, alumna del PEAM

Otoño. Días un poco más cortos, más tiempo para reflexionar, leer, escuchar música. En marzo, mes en que se conmemora a la mujer, voces que nos regalan canciones:

"No volveré", por Chavela Vargas. Su voz profunda, su vida tan sufrida como intensa... una mujer fuera de los cánones de su época, establecidos por una sociedad machista en la que la mujer tenía que criarse al lado de sus padres, ponerse de novia, casarse, tener hijos y atender la casa.

"La abuela Emilia", tema en el que Teresa Parodi, cuya tonada correntina es un encanto, expresa la complicidad que tenía con su abuela. Espero ser así con mis grandes amores, mis nietos.

"Aguas de marzo", por Elis Regina, una luchadora por los derechos de los demás, dueña de una voz y una cadencia preciosas en portugués.

"Como dos extraños", que Adriana Varela, con su voz ronca justa para el tango -también para otros géneros- le da la razón a Goyeneche, que la descubrió y nos abrió la puerta al placer de escucharla.

"A pesar de todo", con Eladia Blazquez, es buena canción para tiempos en los que decae el ánimo, lejos de las reuniones grandes en las que nos abrazábamos en familia. El tema sirve asimismo para ilustrar la exitosa puja de la cantautora para ganar su lugar en un territorio de hombres.

Luces y sombras

"En la historia han pasado muchos locutores; algunos buenos, otros no tanto".

Lejos de nombrar a los malos, Lidia Olmedo sigue y pondera a los que marcaron época: "Cacho Fontana y Antonio Carrizo tenían buena dicción y un caudal de voz muy grande".

De Fontana recuerda su presencia en Odol Pregunta, programa de preguntas en distintos campos del saber. Le siguieron "locutores más jóvenes como Alberto Mateyko, presentador y actor que fue reconocido por su trabajo en radios El Mundo, Rivadavia, Mitre. Su mejor éxito fue La Movida del Verano, que duró ocho años en la pantalla de Telefé".

"Roberto Galán era un locutor diferente. También cantante y gremialista, fue de los fundadores de la Sociedad Argentina de Locutores. Es recordado por "Yo me quiero casar, ¿y usted?", un programa muy entretenido" 

Lidia recuerda asimismo a "Betty Elizalde, periodista destacada por su voz sensual. Hacía un programa entretenido no erótico. Muchos oyentes llamaban a la radio. Por algo ganó el premio Konex como locutora en 1981".

La alumna del PEAM nota "mucha diferencia entre la locución de antes y la de ahora: antes era estricta, ahora se abusa de la libertad de expresión y eso no corresponde". 

 Creaciones

"Solo hay palabras. Dependiendo del lugar y del momento en que se digan, tienen una significación u otra", piensa Matilde Maffrand y comparte la frase de un sabio que pedía: "Háblame para que yo te conozca".

"Lo que nos anima la vida es la palabra, que es una de las creaciones más originales del hombre. Tiene una resonancia de siglos y nos identifica. Todo el tiempo estamos buscando su resignificación y cuando parece que la logramos alcanzar, notamos que las condiciones de nuestra historia poseen ciertas circunstancias fundamentales que dicen lo que es aceptable o no", sostiene la alumna de talleres literarios y de filosofía del PEAM.

Uno y los otros

Aunque hablar propicia el saber, Matilde es consciente de que "conocernos a nosotros mismos es casi imposible". Arrima una reflexión de Bertrand Russell, "nunca moriría por mis creencias porque podría estar equivocado", para marcar la importancia de que estemos "dispuestos a cambiar", cual "personas inteligentes. Ya que el inconsciente gobierna nuestras vidas y está formado por creencias, muchas falsas, algunas ciertas, es preciso tener una actitud de apertura entre todo y todos. Esto nos sitúa en mejores condiciones para seguir creciendo".

¿Cómo crecer "en la vastedad del espacio y la inmensidad del tiempo"? Por ejemplo, a través de las palabras, que "debemos usar con mucho cuidado porque tienen un peso inimaginable".

Música para la tarde

Emilio López va al comedor, mira los discos y elige algunos para musicalizar una tarde otoñal. Se remonta a los "nuestra juventud, cuando salíamos a bailar en distintas reuniones con las chicas amigas. Pasaron años pero quedan en el recuerdo los temas de moda en aquellos momentos, por ejemplo 'Alma, corazón y vida' y 'Sin tí', por Los Panchos. O 'Melodía desencadenada', por Elvis Presley".

El alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores saca un vinilo de "Los Fronterizos" y suena "Angélica, que sabíamos cantar junto a amigos con guitarra. En esas u otras tardes otoñales se escuchaba también la orquesta de Ray Coniff interpretar 'Aquellos ojos verdes' y muchos otros".

"El tiempo se lleva la adolescencia -añade Emilio- para entrar en la adultez y cumplir obligaciones como estudiar, trabajar, formar una familia. Dedico el programa a todos los amigos y amigas de esa época llena de felicidad que supimos compartir y los invito a compartir 'Siempre estarás en mi mente', por Elvis Presley".

Escenarios

Una escuela está en una región cuya inspectora asume que cualquier término es valioso y que es tiempo de dejar la división entre buenas y malas palabras.

¿Qué actitud asume en ese contexto la directora de una escuela?

A continuación, lo que haría Elena Moscone.

-Respecto al uso indiscriminado de las palabras, sean las buenas o las llamadas malas, les diría a los docentes que la palabra es una y que, si está descontextualizada o no tiene el sentido que queremos darle, pierde su valor, por lo tanto el emitir cualquier palabra que venga a la mente es muy negativo para la persona, en especial si suenan con voz de enojo o ira. También corregiría cuando fuese necesario el hablar de los niños que trasladaran el lenguaje cotidiano que utilizan con sus amigos, en su barrio o que escuchan de sus progenitores.

En la escuela se debe formar en valores, enseñar las palabras que están bien dichas, a pronunciar correctamente y no guiarse por los insultos porque de eso tenemos ya bastante en la calle.

Bocacalle

Ana Chevarría advierte un estereotipo por el cual a menudo "se vincula a la gente de menos recursos con el que es maleducado, el que insulta, el que agrede". Señala que la vulgaridad atraviesa clases sociales y niveles educativos y que " en este momento hay mucha violencia y no es de la gente de menos recursos".

"Hoy, que recordamos la Memoria, la Verdad y la Justicia -continúa la alumna del PEAM- importa recordar que "a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, heroínas a quienes se debe honrar que siguen luchando por sus hijos y nietos, se las ha insultado y tratado muy mal".

Es una imagen del álbum de la violencia, otra de las cuales es que "si usted, sin darse cuenta, roza o choca a una persona, la insultan de una forma... Esa violencia inusitada no nos conduce a nada".

 El arte del diálogo entre generaciones

"En ocasiones, cuesta la comunicación entre adultos mayores y jóvenes". Ana Chevarría da el diagnóstico y piensa que "una radio abierta" propiciaría el "debate para ver las diferentes opiniones".

No es sencillo. La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores es consciente de que "venimos de un tiempo que queda muy atrás, con otros vínculos. A veces nos cuesta ponernos a la altura de los jóvenes, que tienen otros pensamientos y formas de vida". Sabe que es preciso "un buen vínculo porque de ellos se aprende, como también nosotros queremos que ellos se fijen en nuestro pasar, nuestra experiencia".

Ana agrega que "los niños" suelen ser "más curiosos y proclives a escuchar", entonces reciben "anécdotas y enseñanzas".

En la radio abierta, planea que se hable de la pandemia y de estrategias de "prevención sin provocar miedo, si bien a nuestra edad el miedo existe".

Superación

"Siempre hay que tratar de hablar bien", plantea Susana Carbonari. Esta estudiante de talleres de literatura, prensa y radiofonía del PEAM evoca que "en el colegio nos enseñaron a usar bien el vocabulario" y que "a veces nos hacían escribir las palabras cien veces por habernos equivocado".

Piensa Susana en usar los términos adecuados para cada ocasión y lo ilustra: "Un médico no puede decirle a una persona de sopetón 'le queda un mes de vida'. No tiene que hablarle así, como para que se amargue más o muera en ese instante por un ataque cardíaco".

La alumna apela a otro ejemplo, ciertamente fácil de notar: "Cuando dos autos se raspan, se bajan los conductores, se dicen de todo, insultan a la madre, todo como si tal cosa. A lo mejor no es por nada y la culpa la tuvieron los dos". Susana sugiere el freno de mano y de voz, a fin de "tratar de usar las palabras adecuadamente". La fórmula vale para no caer en retos a niños en los que a menudo se incluye "un montón de palabras" que los dejan mal y "quizás sin saber por qué se les llama la atención de esa forma.

No es la época antigua, cuando ante un error del alumno lo primero que hacían los maestros era pegarle en la mano. Eso ya pasó. Creo -sigue la estudiante del PEAM- que si a los chicos los educan con ternura y paciencia, ellos van a entender".

Feliz por haber recibido una comprensiva educación de sus padres, Susana considera que "no existe ninguna justificación para hablar mal, sea con los chicos, los amigos, los vecinos". Y aunque a veces la boca no sea un jardín de narcisos, conviene estar atento: "Los exabruptos no conducen a nada y hay mucha violencia en la calle".

 Cielo radial

"A quienes nos gusta la radio, investigar diferentes emisoras sin quedarnos en una sola, tenemos esa manía lo más maravillosa que es la imaginación al sentir y al decir de sus voces", dice Patricia Murphy.

"Soy una ferviente oyente de muy dispares radios y trato de que cada una me nutra de ideas, análisis, pensamientos, esté de acuerdo o no con lo que expresan quienes allí trabajan", agrega.

En su podio de voces que alimentaron la creatividad de la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores hay dos mujeres y un hombre.

-Me gusta mucho Deolinda Beatriz Bistagnino, quien es más conocida como Betty Elizalde. Su voz dulce y envolvente lleva a viajar en el espacio y el tiempo. Respetuosa, cordial, sus programas dejaban un saber y un sentir muy placenteros. Radio de la Ciudad, Del Plata, Continental, Splendid tuvieron el honor de contar con ella.

Otra voz intrigante, sensual, envolvente es la de Nora Perlé. Sus programas nocturnos fueron un disfrute para los oyentes. Predispuesta a ser amable con sus entrevistados, con sus oyentes, muy profesional. Libertad, Excelsior, Rivadavia, Continental, Del Plata, De la Ciudad, Nacional y Mitre fueron las radios por donde se la ha escuchado pasar.

El corolario maravilloso es Juan Alberto Badía, entre los hombres el locutor y conductor más eximio. Sin grandilocuencia, sereno, respetuoso, admirador de sus invitados, conocedor profundo de la trayectoria de quien tenía enfrente para entrevistar. La radio y la televisión perdieron mucho con su partida. Fanático de Los Beatles y de River, Badía era una fuente de placer en sus programa, entre ellos Imagen de radio, junto a Adolfo Castello -otro grande- y Mex Urtizberea, por la TV Pública. Además, una emisión emblemática que hacía en Canal 13, Badía & Cia.

Muy lejos del podio, Patricia sitúa a "muchos locutores, también periodistas, de hoy que gritan demasiado y usan insultos y agresiones", a diferencia de Betty Elizalde, Nora Perlé y Juan Alberto Badía, "referentes que dignificaron la profesión con varias virtudes, entre las cuales la moderación y la paciencia".

Solito y solo

Elena Moscone imagina cinco entrevistas sin tiempo. Dialoga con "Erich Fromm, nacido el 23 de marzo de 1900 en Frankfurt y criado en el judaísmo". Sigue su presentación diciendo que "fue psicoanalista y murió en 1980".

Le preguntaría "cómo considera la libertad pospandemia" y asegura que le "atrae entrevistarlo por su noción de ciertos comportamientos del hombre". Le interesaría indagar en "la necesidad humana de pertenecer a alguien" y por qué esto, que "debería fomentar la espontaneidad del amor y de la actividad productiva", sin embargo se suele buscar por "un camino aparentemente más fácil, el vínculo con la sociedad de masas. La lucha por la conquista de la libertad acaba así en una escapatoria que en realidad nos aleja cada vez más como una vana ilusión de nuestro objetivo. Aun en libertad, si nos damos cuenta de que Facebook es prescindible, no podemos privarnos de su uso porque nuestra peor pesadilla es ser abandonados".

Las palabras anteriores ya pertenecen a la entrevista al sociólogo Zygmunt Bauman, quien advirtió que "Mark Zuckerberg, creador de Facebook, había llegado a la conclusión de que la mayoría de nosotros en el mundo contemporáneo tenemos miedo de ser abandonados, de quedarnos solos, de perder el contacto con la vida que nos rodea".

En su conversación con Santiago Kovadloff, Elena aprovecharía para que este "ensayista, poeta y autor de textos infantiles" profundizara su visión, según la cual el "desencanto moral y afectivo del hombre con el hombre, lejos de haberse revertido por el progreso reciente, se fue acentuando". A qué factores adjudica que "donde debía primar la cercanía cundieron la desconfianza y el aislamiento, al punto de que el nuevo mercado de los solos podría ser contrarrestado por seres virtuales".

En otro tramo, la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores le consultaría a Kovadloff acerca de esta frase: "Detrás de toda parafernalia tecnológica no se deja de advertir una profunda desorientación personal". Y respecto de "una cultura decidida a fortalecer su desarrollo material a expensas de una subjetividad cada vez más empobrecida".

En tanto, a Noah Harari, "profesor de Historia", trataría de hacerlo hablar del sufrimiento y de su mirada respecto de la aptitud humana de elaborar "relatos ficticios y creerlos".

A la vuelta del ciclo, Elena concluye en que todos los entrevistados "convergen en que la soledad, el aislamiento, la falta de subjetividad y el miedo al abandono encuentran en redes sociales un paliativo". 

Lecturas otoñales 

"Adoptar la costumbre de leer en la niñez es aconsejable. Toman este hábito como una distracción que favorece a la mente y despierta un interés cada vez mayor. Por eso es muy importante regalarles libros de acuerdo a su edad", estima Lidia Olmedo, quien "entre muchas otras" propone estas tres obras y da sus fundamentos:

"El Principito, de Antoine le Saint Exupery" es un libro que "podés recordar como una aventura llena de imaginación y las ilustraciones te atraparán".

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores sugiere también "Aventuras de la mano negra, de Hans Jürgen Press, novela policíaca juvenil publicada en 1963, un clásico divertido que agudiza los sentidos y el ingenio. Consta de cuatro historias: La casa misteriosa, El tesoro del lago de los castores, El túnel de los traficantes y Robo en el zoo".

Para el final, "Oscar Wilde y El príncipe feliz, un cuento educativo publicado en 1888 que intenta transmitir un mensaje de valores tanto para niños como para adultos. Una golondrina ayudará al príncipe a repartir su riqueza, retrasando su migración".

Altos frutos

Antonio Carrizo, Cacho Fontana y Héctor Larrea ganan las tres medallas de la locución, según Emilio López. "Sin desmerecer a los actuales", ellos son los predilectos de este alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores.

"Carrizo era de General Villegas, su pueblo en el que tenía una propaladora y con su tenor de voz y personalidad recibió propuestas para ir a Buenos Aires, donde se destacó en radios El Mundo y Rivadavia. Fue un gran presentador y periodista. Escribió varios libros, uno de ellos 'Mi antepasado soy yo'. También jugó muy bien al ajedrez y cumplió con creces actividades en distintos programas. Falleció en 2016.

Jorge Cacho Fontana, dueño de una voz única, se incorporó a la radio en 1950. Fue locutor estable de El Mundo y pasó a Rivadavia con un gran éxito, 'El Fontana show'. Se destacó en televisión con 'La campana de cristal', 'Odol pregunta' y otros, así como lo hizo con jingles publicitarios. Fue galardonado con 14 premios Martín Fierro. Tiene 84 años y disfruta de su familia y amigos.

Larrea, oriundo de Bragado, fue actor, periodista y locutor en radio y televisión. Resaltó en Rivadavia con 'Rapidísimo'. En TV participó de varios programas con simpatía, alegría; era carismático con su público y fue distinguido con el Martín Fierro. 

Se había recibido de locutor en 1962, en el Instituto Superior de Estudios Radiofónicos. A los 82 años, meses atrás se retiró de la profesión".

Puerto de preguntas

Si pudiera entrevistar a alguien en la radio, Matilde Maffrand optaría por una persona muy sensata que ha sido un buen ministro en su momento y que tiene muchos estudios".

Aire.

-Adolfo Rubinstein se graduó con honores de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y de magíster en Epidemiología Clínica en la Escuela de Salud de la Universidad de Harvard. A propósito, doctor, ¿qué es la epidemiología y por qué deberíamos prestarle atención?

-Usted tiene un diploma en Economía de la Salud de la Universidad de York. ¿Diría que la economía y la salud dependen una de otra? ¿Por qué?

Música. Tanda. Aire.

-Estamos con Adolfo Rubinstein, doctor en Salud Pública de la UBA.  Entiendo que hay una cuestión moral y una sanitaria respecto a la pandemia. Le pregunto: ¿cuál cree que es la moral y cuál, la sanitaria?

 -Dado que es investigador del Conicet, ¿por qué cree usted que no están las vacunas? ¿Cuál sería el camino para lograrlas?

Tanda musical.

-Seguimos en la entrevista con Rubinstein, profesor visitante de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. 

Si me llaman por la vacuna considerando que tengo 76 años, ¿la acepto? ¿Bajo qué condiciones? Y en el caso de que yo decidiera, ¿por qué debería ceder mi turno a otra persona?

 Surcando el éter

Susana Carbonari viaja a través del sonido, la imagen y elige a sus tres locutores predilectos.

"Una periodista política, modelo, conductora que el 1 de mayo de 1980 fue la encargada de hacer el traspaso de la televisión en blanco y negro al color, inaugurando así lo que fue Argentina Televisora Color como también el Canal 13 del Río de La Plata".

Las referencias a Pinky siguen y dan cuenta de "su voz pausada, cálida, envolvente" que cautivaron a Susana, al igual que "sus reportajes a distintas personalidades".

Otro emblema de la locución para la alumna del taller de Prensa del PEAM es "Cacho Fontana", quien llegó a ser una "celebridad nacional" por su quehacer "en radio y televisión con una "voz que encantaba" y era "capaz de cubrir cualquier reportaje".

"En 1982, evoca Susana, Fontana condujo junto a Pinky el programa 24 horas por Malvinas, en el cual se recibían donaciones para soldados que combatían en las islas".

El podio ee completa con "Antonio Carrizo, reconocido presentador, locutor y actor. Trabajó en radio El Mundo, Rivadavia y condujo varios programas televisivos", entre ellos El Contra y Tribuna Caliente, prueba de su carácter polifacético. "Fue bibliófilo y le dedicó más de sesenta años de carrera a la radio. Nos queda el legado de su voz y de todo lo que hizo".

Deslices

Por Patricia Murphy, alumna del PEAM

Era adolescente. Había un festejo en casa, un montón de gente. La mesa puesta, los invitados, todos por sentarnos tranquilamente a comer, festejar y disfrutar.

Mi mamá va a buscar la comida y se da cuenta de que no había perdido el horno. La comida estaba ahí hacía una hora, sin cocinar.

Mi papá se enojó -como buen masculino, dicho con todo respeto.

Mi mamá prendió el horno, compartimos una hora y pico más hablando y disfrutando del momento y al final comimos y terminamos pasándolo bien.

La clave

En estos años, varias veces, he salido de casa apurada porque se me hacía tarde. Soy medio ansiosa y atropellada y me ha pasado de cerrar la puerta y dejar la llave adentro.

Con el paso del tiempo, una se acuerda y se ríe. En el momento, no.

Convergencias

"Las escuelas públicas se destinaban a la población masculina y femenina de niños, que compartían aulas y patios", evoca Elena Moscone. En cambio, sobre todo en escuelas confesionales como San Buenaventura y Cristo Rey, "se optaba por un solo sexo".

El cambio al escenario actual, en que todos colegios son para ambos, contempló "casos con mucha resistencia a la incorporación de niñas en escuelas de varones y a la inversa. Esas resistencias fueron tales que apuntaban a un rechazo y se convertían en una mínima porción de niñas en salas de varones y viceversa. Con el tiempo, las escuelas adoptaron cada vez más la educación mixta".

Elena estima "positiva" la presencia de varones y mujeres en aulas y patios. Considera que es una oportunidad para que ellos se cuiden de "alguna mala palabra y picardía" y ellas, de "tener sus secretos frente a los varones. Esto da por resultado un compañerismo más nítido, enriquece la convivencia y hace que el niño sea más dócil, se adapte al otro sexo y no lo tome como alguien desconocido, tal lo que le pasa a cualquiera que nunca haya alternado en escuelas mixtas".

Tampoco se trata de blancos o negros. "He ido a una escuela religiosa de jardín a quinto año -añade quien hoy participa en talleres del PEAM- en la que estaba solo con niñas", sin que esto le haya obstaculizado el trato con el otro sexo. Claro, socializaba con  varones en la familia.

Igual, subraya Elena que la convivencia mixta en grados y cursos "enriquece el aprendizaje por las diferencias psicológicas femeninas y masculinas", lo que contribuye a aumentar las "riquezas en cuanto a lo que cada sexo puede aportarle al otro".

Luces para ser

Momentos lindos. Para Emilio López, es factible sentirlos en "distintos lugares de nuestra vidas, aceptando errores y apreciando diferencias". Están ahí, "en el café con amigos y conocidos, una reunión periódica con gente interesada en un tema que va desde la política al deporte o el arte. Se forman grupos para compartir noticias y charlar, si bien algunos que eran habitués no van por inseguridad a raíz de la pandemia".

Los gratos momentos se comparten también "con la familia, en fines de semana en casa o de visita. Igualmente, en el trabajo entre compañeros, conocidos y clientes con charlas, chistes con respeto y situaciones cotidianas".

Otro ámbito de ratos amables es "el club deportivo, dejando de lado fanatismos y cargadas, con un comportamiento de caballeros para integrarse en una reunión".

Deseos

"Quiero ser canción que inunde los silencios;

libro que descubra horizontes remotos;

poema que deshiele un corazón frío;

papel donde se pueda escribir una historia;

quiero ser risa en los espacios tristes,

y semilla que prende en el terreno yermo". 

De estos versos de José Rodríguez Olaizola, una alumna del PEAM escoge el de los libros y el de la risa. "Con los libros se alimenta el alma. Como por arte de magia, el libro pasa a ser un pedacito del lector y viceversa; hay una comunión muy especial entre el libro y el lector".

Matilde Maffrand disfruta de "perderse en los laberintos de un libro, rescatar la ambientación, la época, los detalles de la historia, las luces y las sombras, reconocer los diálogos que son afines... es como un momento sin tiempos". Propone un estado tal que se logre "dejar que el mundo que te rodea se esfume, adoptar una postura cómoda, acomodar la luz a tu antojo, meterse en el libro a vivir otra vida con el argumento que te propone el autor solo dejándote llevar".

Con la risa como punto de partida, Matilde se pregunta: "¿Quién no quiere transmitir buenas noticias?, ¿quién no quiere no caer en el desánimo?, ¿quién no quiere ser una sonrisa?".

En un camino vital en que "cada uno brilla con luz propia", convida a "ser un horizonte, ser una guía, ser un propósito".

Como yapa del ejercicio, Matilde entrega otros versos del autor:

"Pastor, árbol o fuente

canción, libro o poema

papel, risa, grito, carta, semilla".

¿Y vos qué quisieras ser?

Pastor, árbol o fuente,

canción, libro o poema…

Papel, risa, grito, carta, semilla…

 Contraste

Villa del Dique. Susana va a un almacén: "Estaba con una de mis hermanas. Lo veo a Jorge Barreiro, galán de galanes en esa época en la que me comía las telenovelas. Me acerco pensando que me iba a decir alguna palabra. Le pregunto si era Jorge Barreiro y lo único que me responde, seco, fue 'sí'.

Me dolió, fue la contracara de lo que imaginaba de los artistas, suponía que daban autógrafos, charlaban con la gente. Lo veía mucho, era alguien muy querido. Me contestó y se fue enseguida".

Amoroso remanso

En mayor o menor medida, cada persona tiene referentes. Susana Carbonari elige a su madre, "ejemplo principal de la casa con todos. Fue una mujer adelantada a su tiempo", la evoca. "Nos llevaba y traía en auto a bailar y me decía 'si te ves con un muchacho, traelo acá, no en la calle".

Para Susana, su mamá fue "superior" y como prueba cita palabras de una vecina, que solía afirmar que 'los chicos no alcanzaban a enfermarse que ella ya los llevaba al médico'. Siempre estuvo a mi lado: en momentos de enfermedad, tristeza, alegría. Siempre velando por mí, de soltera, de casada, con los chicos desde que eran bebés. Para mí es lo máximo.

Los años han transcurrido y "cada vez que nos contactamos por videollamada -ilustra Susana el amor de su madre- me pregunta cómo estamos y manda saludos para cada uno". 

La pandemia ha disminuido sus salidas y la televisión y, a veces, salir al patio a contemplar sus plantas son sus principales pasatiempos.

La familia de Susana, con esposo e hijos, ha sumado hace un par de años a "Octavio, un pequeñín que se ha ganado el corazón de todos nosotros. Es inquieto, le gusta jugar a la pelota, bailar y quiere que lo acompañemos.  Nunca imaginé que tener un nieto fuera tan maravilloso. Nos da felicidad a todos".

Elige tu enfoque

"Soltar para ser feliz", el nombre de un libro de Mario Massaccesi, condujo a una estudiante del PEAM a pensar en los vínculos que solemos construir con nuestros errores.

"Si bien la educación trata de formar gente buena con valores, ética, a veces sus reglas -'esto sí, aquello no'- pueden ser equivocadas". Es por eso que, agrega Ana Chevarría, puede ser conveniente soltar algunos "mitos y tradiciones de ancestros y educadores". Considera que "lo bueno es poder construir sobre un error, no anclarnos en algo que pasó".

Ana se abre camino entre ecos del pasado y propone que "en el momento que nos toca transitar, de abrazos y saludos virtuales, nos cuidemos desde el interior y nuestra mente".

Invita a los jóvenes a protegerse del Covid 19 aunque "a veces a esa edad uno se cree inmortal" y a sus pares adultos mayores a "prevenir hoy proyectando para delante".

Cambios de época

Hay agasajos fallidos, chuscos, que quedan lejos de obrar como tales. Esas despedidas de soltero en las que se vacía un tacho de basura en la cabeza del novio son un ejemplo y no el peor.

De modo similar, y durante mucho tiempo sin reparar en el hecho, el 8 de marzo se consideró un día festivo. Al respecto, Ana Chevarría plantea que "no se trata de una conmemoración afable sino que viene de un protagonismo muy triste",  la masacre contra más de un centenar de una fábrica textil en Nueva York.

Para Ana, el 8 de marzo es una fecha "para recordar con respeto" y haciendo circular "frases lindas, sentidas".

Entiende esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que "en este momento se está tratando de que la mujer tenga un buen protagonismo, lo que antes no sucedía". Reconoce que por siglos la mujer "era la que llevaba el hogar adelante, les enseñaba valores a sus hijos. Hoy tiene otro rol, va a trabajar afuera y tiene que ser un poquito mamá orquesta: al regresar a la casa, revisar tareas y estar con los niños". 

 Aguas distintas

"La soledad es un mal que sufren muchas personas, más allá de su edad, clase social o nivel educativo", afirma Lidia Olmedo. "Muchas personas la sienten aun estando acompañadas. Hay que acostumbrarse a la soledad", plantea y acota: "El reunirse con amigos por unas horas no te quitará la sensación de estar solo".

La alumna del PEAM considera que "no es lindo estar solo por más que busques alternativas para apaciguar ese estado. De cualquier forma, tenés que buscar cosas para hacer aparte de las hogareñas; se puede dedicar tiempo a algo que a uno le guste, puede ser manualidades, escribir, pintar, cocinar. También es bueno poder hablar con otras personas cuando se va de compras, a hacer un pago o simplemente a caminar.

Dicen que la soledad es mala compañía, pero es preferible a estar mal acompañado".

 Sueños rotos

Susana Carbonari, estudiante de talleres de comunicación del PEAM, revisa y cuenta una anécdota de más de cincuenta años.

-Un chico se enfermó. Era el más travieso de la familia y, para tratar de consolarlo y que no molestara, los padres le dan un autito hermoso que habían traído de Mar del Plata. Cuando sale del médico, el nene lo rompe: le pegó un martillazo "para ver qué tenía dentro". "No había nada", les dijo a los padres tras poner en práctica la experimentación y la observación como métodos de investigación.

En otro tono, Susana refiere al sueño roto de "una pareja que quiere tener su propio hijo, pero por equis causa la señora pierde el bebé. Ella queda destrozada. Le había construido su habitación, la había pintado, había comprado ropita; todo, todo tenía el bebé.

Al quedarse desprotegidos con las manos vacías, se quedaron muy mal, sobre todo la señora. Les decían los familiares 'no te hagas problemas, sos joven, ya vas a tener otro'. Pero ella estaba mal porque había perdido el primero que esperaba con tanta ilusión y tanto cariño".

El tercero es el cumpleaños de 15 de una chica: "Le preparan suvenires, adornos... Días antes, la mamá se enferma gravemente. Se siente muy mal, sabe que lo de su madre es serio, pero ella se quedó sin la fiesta que junto a familiares y amigos tanto había soñado, incluido el baile del vals con su papá y sus abuelos".

 Piezas del ayer

Carlos López repara en distintos tiempos y sus consecuentes cambios, ya sea en hábitos o en terminología. Debajo, los aportes de este alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores.

Chaperón/a: se le solía decir a una persona que normalmente acompañaba a fiestas, eventos sociales, bailes, etc. sobre todo a mujeres solteras para guiarlas o “protegerlas”, pero a veces terminaban siendo “cómplices” de algún noviazgo. En otros casos solía ser la madre, una tía o alguien de confianza de los padres. Con el tiempo y con las libertades, el término y pseudotrabajo quedó en desuso. Hoy sería ridículo y hasta se correría el riesgo de caer en burlas soeces.

Adefesio: aún se usa pero muy poco, es una palabra que se utiliza para designar a alguien ridículamente vestido, generalmente personas esclavas de la moda en ropaje, peinados, etc. que, basta de seguir el momento, no tienen en cuenta que las modas, o bien las edades, no son para todos iguales.

Cachivache: también poco usada actualmente, se utilizaba para denominar a un vehículo desvencijado o en muy malas condiciones.

Correveidile: se les decía a las personas afectas a los chismes, cuentos, etc. generalmente sin fundamentos, con el solo intento de resaltar o arrastrar el honor de una persona. Algunos hombres son afectos a este mal, fundado o no, cuando se refieren a alguna mujer.

 Estilos

"Aprender a andar en bicicleta parece sencillo, pero requiere de concentración, equilibrio, manejo de nuestro cuerpo con ese extraño elemento de dos ruedas". Elena Moscone evoca "dos modos de aprender: cuando pequeños, nuestros padres nos sostenían y así avanzábamos luego de varias caídas; lo intentábamos una y otra vez para lograrlo, con una voluntad férrea para aprender. Otra forma es apoyarnos en un tronco de árbol y con una mano nos damos ese envión que necesitamos para andar en dos ruedas".

Sabe la alumna del PEAM que "hay muchas maneras, pero solo una es la que nos resulta a cada quien, así como la forma de vivir es distinta para cada persona y resulta de un continuo aprendizaje por caminos diferentes para cada experiencia, ya sea sobre la bicicleta, frente a la angustia o en procura de felicidad".

Escenarios

Quien no la vive puede suponer que combatir la angustia es sencillo. Elena Moscone considera que no resulta simple lidiar con ella. "En la incertidumbre que se vive, cabe citar a Jaime Barylko, quien plantea que 'la incertidumbre impide anclar la vida en cimientos firmes, sobre todo se disuelve, como decía Marx. Tan lejos hemos llegado con el pensamiento de la razón, pero más lejos aún porque ahora la razón descubre que ella misma carece de fundamentos. Todo proviene del yo y de su construcción del universo'.

La alumna del PEAM remite a Barylko, a cuyo juicio "giramos desde el vacío del cielo sobre nuestro propio vacío. Es lo que decía Pascal, 'el silencio de los espacios infinitos me espanta', y agrega: 'Cuánto silencio en el mar de las palabras y la angustia'. De la incertidumbre ya Pascal escribía alrededor de 1650.

Repasa Elena junto a sus lecturas que vivimos sin certeza, creyendo que llegaremos a destino tras viajar, que nos levantaremos mañana al acostarnos hoy, que lo que comeremos nos hará bien. O sea, nos abocamos cotidianamente a "hacer cosas en el campo de lo incierto". Acota que "creemos en el futuro, pero saber... no sabemos. Incertidumbre".

Eso que pasa

La lectura y la locución atraviesan décadas y fronteras. Una cita de Poldy Bird llega adonde estés leyendo esto gracias a un whatsapp de Elena Moscone, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Río Cuarto: "Perdí años hasta llegar a entender que la vida no se vive en borrador y después se pasa prolija y sin faltas de ortografía al cuaderno de clase. Que cuando una está con ruleros o mirando en el diario qué película dan el viernes a la noche también está viviendo. Que cuando esperamos que llegue el tren o repasamos con la plancha los pantalones, o miramos cómo hicieron los deberes los chicos, también estamos viviendo".

 De dichas y pájaros

Al pensar en una acción más difícil de lo que algunos suponen, Elena Moscone menciona "vivir conforme a la realidad con lo que nos toca, tratar de ser feliz con lo que tengo: poco, mucho o lo que me parece nada. Como dice Poldy Bird en su libro Cuentos de amor, '¿qué es la felicidad? Esa desconocida, codiciada, inexistente alhaja, piedra preciosa. Ese pájaro deslumbrante que nunca levantó vuelo y jamás rompió a picotazos la cáscara de ningún huevo para nacer a ninguna realidad, a ningún sitio. Esa casa de chocolate, turrones y caramelos a la que llegaron Hansel y Gretel prescindiendo de que allí perderían los milagros congénitos de la infancia. Para mí también la felicidad era eso, ese escrito con grandes letras mayúsculas, eso que no podía explicar un aura, una magia (pero con la magia no se hace crujir el pan entre los dientes, ni se salpica el vestido saltando sobre los charcos azules de la lluvia porque al salpicar lo que queda es una buena mancha terrosa que la tintorería cobra, puntualmente, contra entrega de la prenda limpia)".

Límites y confluencias

"¿Dónde está el límite? En un punto, en una coma, en el final de un texto. Los límites de la vida son muchos", estima Matilde Maffrand, y ejemplifica: "Uno es el límite entre el bien y el mal, que cada uno en su propia interpretación coloca en un lugar o en otro. Antes, decíamos 'mi límite está donde comienza el de la otra persona'. Y viene la pregunta: ¿límite para qué?".

El tema es crucial. "Todo individuo tiene derecho a la libertad de expresión. Esto incluye no ser molestado a causa de opiniones y el derecho de investigar, recibir y difundir información".

De Alemania a la Argentina

Otro límite al que refiere Matilde es "el de velocidad, con sus diferentes marcas según países, provincias, topografías".

No le pasan inadvertida a la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores otro campo en que los límites se borronean, corren y rompen: el vínculo entre las personas y la naturaleza. "En Alemania, por ejemplo, junto a la plataforma nacional para el futuro de la movilidad, el gobierno lanzó medidas en el marco nacional del Programa de protección del Clima 2030 y una de ellas es reducir los límites de velocidad para bajar las emisiones de dióxido de carbono, argumento medioambiental contra el concepto de libertad".

"¿En Argentina cuáles son los límites al poder? La Constitución Nacional, con sus múltiples interpretaciones", consigna Matilde.

Totalidad

Sigmund Freud y Romain Rolland se han referido a "un estado que se caracteriza por ser uno con el todo, el sentimiento oceánico. Se manifiesta en el sujeto como la percepción de que las fronteras entre yo y el mundo se diluyen y eso permite captar a las personas y la totalidad". Añade esta alumna del PEAM que tal sentimiento "sería una ventana abierta a un mayor nivel de comprensión de la realidad. Es y hace parte de la dimensión trascendental en la que el ser humano tiene la capacidad de abrirse a los otros, hacia el mundo que lo rodea y de esta forma sentir ser parte del universo. ¿Hay un límite allí? Yo no lo veo".

 Remoto y natural 

De un poema de José Olaizola relativo a lo que alguien desea ser, estos son los versos elegidos por Patricia Murphy: 

-Libro que descubra horizontes remotos.

-y semilla que prende en el terreno yermo.

Aprecia la estudiante del PEAM el beneficio que proporcionan los libros, "al igual que la radio", en términos de hacer volar la imaginación y ayudar a inventar nuestras propias historias". Goza Patricia con páginas que transportan a "paisajes remotos a los que difícilmente podríamos llegar" y habilitan el conocimiento de "diferentes lugares, costumbres, culturas".

El segundo verso la conduce a ponderar lo que naturaleza y el trabajo humano son capaces de generar. Admira el crecimiento de "plantas, árboles" en un espacio donde haya animales y se desarrolle una saludable vida silvestre. Cree que "con pasión, ahínco, trabajo se puede hacer de un lugar yermo uno vital. Nada es imposible: la naturaleza ofrece un gran abanico para disfrutar y ser, pese a que a veces los humanos no lo entendemos".

Apariencia y fondo

Un momento desopilante de la Polémica en el Bar de inicio de los '80 es la disputa sobre dirección de orquesta entre Mingo (Juan Carlos Altavista) y su amigo, el Tri Tri (Jorge Porcel). 

Para Mingo, conducir una sinfónica "es fácil". Se trata de "mover el palito" y tener gracia.

Porcel, que no solo como personaje sabía mucho de música, empieza por decir que "el palito se llama batuta" y aporta datos para explicar la complejidad de la tarea.

El episodio está en Youtube y constituye el punto de partida para que Emilio López hable de la coordinación de actividades en el arte y otros planos de la acción humana.

"A veces, dirigir no es difícil. A veces, sí. No es fácil dirigir una orquesta, cada integrante cumple su función. Los instrumentos de cuerda, los de viento, los de percusión cumplen su cometido y el director con su batuta da el compás de armonía y el equilibrio que cada músico interpreta. El director conduce desde su experiencia y su oído musical para lograr el éxito de la orquesta", resume Emilio.

"En el fútbol, por ejemplo, el director técnico es el responsable del manejo del equipo. Elige los jugadores y les clasifica el puesto en la cancha. También ejerce una labor psicológica apoyando al jugador para que sea competitivo ante el rival y se logre la victoria", consigna el alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores.

"En cuanto a gobierno, el jefe de Estado es el presidente y la segunda figura sería el vicepresidente en conjunto con todos los ministros de diferentes áreas". Agrega que los legisladores "son los representantes del pueblo por cada provincia y son los que elaboran proyectos para que sean aprobados por medio del voto de las cámaras de Senadores y Diputados". Estudiante de Economía y Sociedad en el PEAM, Emilio acota que esos proyectos, "una vez que son aprobados, pueden ser ejecutados". Considera que, "para que un país funcione, tiene que haber coincidencias entre el gobierno y el pueblo".

"En conclusión, plantea, para ser director de orquesta hay que saber de música. Para ser director de fútbol es bueno haber sido jugador y lograr un campeonato. Para ser presidente hay que conocer las necesidades de los ciudadanos, cumplir con lo que se dice y así tener éxito en la gestión gubernamental".

Construcción de años

"Todo es nuevo para el bebé y lo tiene que aprender y también tienen que hacerlo sus padres: aunque hayan tenido otros hijos, cada uno es distinto", asevera Susana Carbonari, dos veces madre.

O sea que la repetición de una condición no garantiza sabiduría. Cada curso es único como lo es cada partido, cada cliente, cada amor.

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores tiene claro que "la vida es un continuo aprendizaje". En la niñez se adquieren herramientas para saber desprenderse del hogar, "por eso el periodo de adaptación" en las salas de los jardines, en la adolescencia. También se aprende "a compartir con los compañeros, a hacerles caso a los maestros". Años después, a conciliar "juegos y obligaciones" y a "hacer deberes que en muchos casos son más difíciles de los que teníamos nosotros", evoca Susana.

"Más materias, nuevos compañeros, otros colegios", son las cartas de presentación que suele jugar el secundario, tiempo en que "a menudo se aprende a salir a divertirse". No es sencillo, acota Susana, en particular para chicos cuyos padres "no entienden sus tareas porque no terminaron la primaria o no saben leer".

"Los adultos también aprendemos muchas cosas. En esta época tan horrible aprendimos de la muerte. Un aprendizaje muy difícil". Las palabras de la estudiante del PEAM resuenan: "La televisión, la radio algunos días nos bombardeaban con cuántos muertos hay en un lado, en otro, la nueva oleada en Europa".

Antes y durante la pandemia, "aprendemos de nuestros padres, amigos, vecinos, compañeros, familiares. En todos los ámbitos de la vida hay que aprender", agrega y ofrece un área que siempre es bueno repasar: la generosidad.

 Tierra saludable

En tiempos en que para muchos las pantallas ocupan un lugar de privilegio, ¿cómo acercar a un niño a la naturaleza?

Con el trino de pájaros de fondo, una alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores refresca la memoria. "Desde el nacimiento lo natural es inhalar el aire", dice Ana Chevarría y agrega: "A veces, no se les explica profundamente a los niños el contacto con la naturaleza, que nos proporciona bienestar, verde, montañas, ríos, lagos. En ocasiones, no nos damos cuenta del preciado material que tenemos en el planeta".

Ana valora la cercanía con la tierra, "sembrar, cultivar, saborear sus frutas". Vuela a la niñez y encuentra la escuela, "la germinación" en la botánica de ayer, biología de hoy: "Para nosotros era novedoso, con entusiasmo lográbamos una planta". Entiende que esa "enseñanza" debe continuar, sea en la casa o en el colegio, y con ella "generar el entusiasmo por el cuidado de las plantas sin que se viva como una orden".

Ana asume que es fundamental "el cuidado del medioambiente, más de ahora en adelante. La naturaleza nos puede salvar; cuanto más verde, mejor". Propone que la concientización "comience como un juego" y aclara que "no hace falta un terreno grande, se puede cultivar plantas y flores en recipientes chicos". 

Tiene claro esta estudiante del PEAM que "la tecnología es buena, pero no cuando perdemos el contacto con la naturaleza. Estar cerca de la tierra hace que estén enfocados los cinco sentidos: oído, vista, olfato, gusto, tacto".

Luz para crecer

"Todos los que han tenido la dicha de un hijo no se olvidan jamás de las diferentes etapas de su crecimiento". Lidia Olmedo recuerda que, "hasta el año, es un bebé que nos enternece con sus ajós y hasta cuando duerme".

 La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores acota que "hasta los cuatro años son niños y van conociendo cómo es la vida en familia y el respeto a los mayores. Después llegan la primaria, las letras, los números, los juegos y se suman obligaciones. A los once años entran en la pubertad, pegan el estirón, aunque algunos tardan un poco más".

El secundario entraña para Lidia "la mejor edad porque te quedan muchos amigos". Además, asignaturas tales como lengua, la favorita de un allegado a esta mujer que cursa cuarto año. "El estudio ayuda a desempeñarte en la vida, solo hay que proponérselo", cierra Lidia.

Ventana creativa

"¿Tenemos una educación basada en la respuesta y no en la pregunta?".

Matilde Maffrand interroga también si "se enseñan contenidos que memorizamos para, posteriormente, olvidar muchos de ellos".

Considera esta alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores que "la pregunta, al contrario de la respuesta, moviliza el pensamiento y lo expande; no lo cierra y sí permite que el alumno explore posibilidades. Con la respuesta todo viene dado. En cambio, con la pregunta se activa nuestro propio pensar, no el de los demás".

Otra de sus inquietudes: "¿El sistema busca ciudadanos reflexivos, con pensamiento autónomo, o personas sin capacidad para la crítica y el cuestionamiento?".

Matilde celebra el derecho a la actitud dialéctica y el juicio crítico, ya sea en religión y política como en otros ámbitos. Valora que cada uno pueda "realizar un análisis personal manteniendo la autonomía y la libertad". Para ello, suma sus votos por una educación que "enseñe a pensar a toda edad".

Para el final, una pregunta: "¿Los poderes fácticos gustan de la libertad y alientan los cuestionamientos o prefieren que al primer plano pase la memorización?".