19/3/21

Solito y solo

Elena Moscone imagina cinco entrevistas sin tiempo. Dialoga con "Erich Fromm, nacido el 23 de marzo de 1900 en Frankfurt y criado en el judaísmo". Sigue su presentación diciendo que "fue psicoanalista y murió en 1980".

Le preguntaría "cómo considera la libertad pospandemia" y asegura que le "atrae entrevistarlo por su noción de ciertos comportamientos del hombre". Le interesaría indagar en "la necesidad humana de pertenecer a alguien" y por qué esto, que "debería fomentar la espontaneidad del amor y de la actividad productiva", sin embargo se suele buscar por "un camino aparentemente más fácil, el vínculo con la sociedad de masas. La lucha por la conquista de la libertad acaba así en una escapatoria que en realidad nos aleja cada vez más como una vana ilusión de nuestro objetivo. Aun en libertad, si nos damos cuenta de que Facebook es prescindible, no podemos privarnos de su uso porque nuestra peor pesadilla es ser abandonados".

Las palabras anteriores ya pertenecen a la entrevista al sociólogo Zygmunt Bauman, quien advirtió que "Mark Zuckerberg, creador de Facebook, había llegado a la conclusión de que la mayoría de nosotros en el mundo contemporáneo tenemos miedo de ser abandonados, de quedarnos solos, de perder el contacto con la vida que nos rodea".

En su conversación con Santiago Kovadloff, Elena aprovecharía para que este "ensayista, poeta y autor de textos infantiles" profundizara su visión, según la cual el "desencanto moral y afectivo del hombre con el hombre, lejos de haberse revertido por el progreso reciente, se fue acentuando". A qué factores adjudica que "donde debía primar la cercanía cundieron la desconfianza y el aislamiento, al punto de que el nuevo mercado de los solos podría ser contrarrestado por seres virtuales".

En otro tramo, la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores le consultaría a Kovadloff acerca de esta frase: "Detrás de toda parafernalia tecnológica no se deja de advertir una profunda desorientación personal". Y respecto de "una cultura decidida a fortalecer su desarrollo material a expensas de una subjetividad cada vez más empobrecida".

En tanto, a Noah Harari, "profesor de Historia", trataría de hacerlo hablar del sufrimiento y de su mirada respecto de la aptitud humana de elaborar "relatos ficticios y creerlos".

A la vuelta del ciclo, Elena concluye en que todos los entrevistados "convergen en que la soledad, el aislamiento, la falta de subjetividad y el miedo al abandono encuentran en redes sociales un paliativo".