Amoroso remanso
En mayor o menor medida, cada persona tiene referentes. Susana Carbonari elige a su madre, "ejemplo principal de la casa con todos. Fue una mujer adelantada a su tiempo", la evoca. "Nos llevaba y traía en auto a bailar y me decía 'si te ves con un muchacho, traelo acá, no en la calle".
Para Susana, su mamá fue "superior" y como prueba cita palabras de una vecina, que solía afirmar que 'los chicos no alcanzaban a enfermarse que ella ya los llevaba al médico'. Siempre estuvo a mi lado: en momentos de enfermedad, tristeza, alegría. Siempre velando por mí, de soltera, de casada, con los chicos desde que eran bebés. Para mí es lo máximo.
Los años han transcurrido y "cada vez que nos contactamos por videollamada -ilustra Susana el amor de su madre- me pregunta cómo estamos y manda saludos para cada uno".
La pandemia ha disminuido sus salidas y la televisión y, a veces, salir al patio a contemplar sus plantas son sus principales pasatiempos.
La familia de Susana, con esposo e hijos, ha sumado hace un par de años a "Octavio, un pequeñín que se ha ganado el corazón de todos nosotros. Es inquieto, le gusta jugar a la pelota, bailar y quiere que lo acompañemos. Nunca imaginé que tener un nieto fuera tan maravilloso. Nos da felicidad a todos".