Tierra saludable
En tiempos en que para muchos las pantallas ocupan un lugar de privilegio, ¿cómo acercar a un niño a la naturaleza?
Con el trino de pájaros de fondo, una alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores refresca la memoria. "Desde el nacimiento lo natural es inhalar el aire", dice Ana Chevarría y agrega: "A veces, no se les explica profundamente a los niños el contacto con la naturaleza, que nos proporciona bienestar, verde, montañas, ríos, lagos. En ocasiones, no nos damos cuenta del preciado material que tenemos en el planeta".
Ana valora la cercanía con la tierra, "sembrar, cultivar, saborear sus frutas". Vuela a la niñez y encuentra la escuela, "la germinación" en la botánica de ayer, biología de hoy: "Para nosotros era novedoso, con entusiasmo lográbamos una planta". Entiende que esa "enseñanza" debe continuar, sea en la casa o en el colegio, y con ella "generar el entusiasmo por el cuidado de las plantas sin que se viva como una orden".
Ana asume que es fundamental "el cuidado del medioambiente, más de ahora en adelante. La naturaleza nos puede salvar; cuanto más verde, mejor". Propone que la concientización "comience como un juego" y aclara que "no hace falta un terreno grande, se puede cultivar plantas y flores en recipientes chicos".
Tiene claro esta estudiante del PEAM que "la tecnología es buena, pero no cuando perdemos el contacto con la naturaleza. Estar cerca de la tierra hace que estén enfocados los cinco sentidos: oído, vista, olfato, gusto, tacto".