Límites y confluencias
"¿Dónde está el límite? En un punto, en una coma, en el final de un texto. Los límites de la vida son muchos", estima Matilde Maffrand, y ejemplifica: "Uno es el límite entre el bien y el mal, que cada uno en su propia interpretación coloca en un lugar o en otro. Antes, decíamos 'mi límite está donde comienza el de la otra persona'. Y viene la pregunta: ¿límite para qué?".
El tema es crucial. "Todo individuo tiene derecho a la libertad de expresión. Esto incluye no ser molestado a causa de opiniones y el derecho de investigar, recibir y difundir información".
De Alemania a la Argentina
Otro límite al que refiere Matilde es "el de velocidad, con sus diferentes marcas según países, provincias, topografías".
No le pasan inadvertida a la alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores otro campo en que los límites se borronean, corren y rompen: el vínculo entre las personas y la naturaleza. "En Alemania, por ejemplo, junto a la plataforma nacional para el futuro de la movilidad, el gobierno lanzó medidas en el marco nacional del Programa de protección del Clima 2030 y una de ellas es reducir los límites de velocidad para bajar las emisiones de dióxido de carbono, argumento medioambiental contra el concepto de libertad".
"¿En Argentina cuáles son los límites al poder? La Constitución Nacional, con sus múltiples interpretaciones", consigna Matilde.
Totalidad
Sigmund Freud y Romain Rolland se han referido a "un estado que se caracteriza por ser uno con el todo, el sentimiento oceánico. Se manifiesta en el sujeto como la percepción de que las fronteras entre yo y el mundo se diluyen y eso permite captar a las personas y la totalidad". Añade esta alumna del PEAM que tal sentimiento "sería una ventana abierta a un mayor nivel de comprensión de la realidad. Es y hace parte de la dimensión trascendental en la que el ser humano tiene la capacidad de abrirse a los otros, hacia el mundo que lo rodea y de esta forma sentir ser parte del universo. ¿Hay un límite allí? Yo no lo veo".