Asomarse al pasado
"Salvo muy raras y honrosas excepciones, más que un homenaje, ciertos nombres de calles o localidades son una vergüenza nacional". Carlos López plantea la queja y amplía: "Si miramos el proceder de algunos personajes, su moralidad, accionar, el doble discurso, etc. desluce, empaña, desdibuja y hasta borra lo que pudieron ser los aciertos, que por supuesto se supone que debe de haber sido lo normal, lo correcto, que en los casos de los hombres públicos debe ser la constante".
Este alumno del Programa Educativo de Adultos Mayores, entusiasta participante de talleres de Historia, aclara que no acepta que se diga “eran otros tiempos” o “así se vivía en esos tiempos”.
"Jamás está en mí justificar una muerte y menos aplaudir alguien que se enorgullezca de haberla causado esgrimiendo cualquier argumento que sea. Es una muerte y punto. Para escudarla sobran palabras, escritos, etc", agrega.
Dicho esto, su tributo a quienes sí se han ganado el derecho de guiar a quienes caminan por la ciudad.
-La calle número 1, por supuesto, es la que lleva el nombre de Libertador General San Martín, hablar de este verdadero prócer de la patria será redundar en epítetos que nunca llegarian a cubrir su personalidad, profesionalismo, etc, etc. Basta como ejemplo decir que la planificación del cruce de la cordillera de los Andes aún es, por su perfección, materia de estudio en todas las academias militares del mundo. No quiso verse mezclado en las guerras civiles en nuestro país, prefirió exilarse, mientras que otros “próceres” que la “historia” nuestra demasiado tendenciosa, para mi gusto personal, trataron y sus seguidores tratan de vilipendiar su memoria.
La calle N° 2 es Belgrano que bien debería llamarse Dr. Manuel Belgrano, pues no fue un simple nombre perdido en la historia, sino un ejemplo de virtudes. Siguiendo nuestra tradicional costumbre, aún no se le ha resarcido lo adeudado ni tampoco creo que cumplieron con sus donaciones. Ejemplo de nuestros gobiernos “Unitarios” pero bien disfrazados de “FEDERALISTAS”.
Carlos desafía a quien pueda elevar una sola palabra, denostando a estos dos PRÓCERES.
-La calle N° 3 es Güemes, que homenajea al famoso general Martín Miguel de Güemes, que al mando de sus Infernales impidió las invasiones realistas en el norte. No se toma verdadera magnitud de lo realizado por éste PRÓCER, pues hay que tener en cuenta a título de resumen que era una reunión de gauchos mal armados contra un ejército regular fogueado en innumerables batallas. Por supuesto que terminó como casi todos sus iguales, a raíz de una traición.
Como corolario de todo lo vertido digo que hay calles que mejor no tuvieran nombre, antes de homenajear a personajes nefastos, por cierto en su mayoria unitarios y no los nombro no por cobardía, sino porque la repugnancia me lo impide.
Yo les pediría a quienes son responsables de colocar los nombres que leyeran un poco más la historia y ahondaran un poco en los caudillos y luego con sus actos, como los egipcios que, en el Juicio de Osiris, creían que para determinar el destino de los muertos se comparaba el peso de una pluma de la diosa de la Justicia MAAT con el del corazón del fallecido.