17/12/09

Para qué y por qué

Un tema imposible de gambetear en la escuela es educación formal. Entre las preguntas derivadas está para qué sirve la educación y por qué la gente pasa por la educación.
Estudiantes consultados de tercer año de un colegio riocuartense dieron sólidas respuestas espontáneas acerca de para qué van al colegio. Necesitaron más tiempo para contestar por qué van.
Es lógico en una sociedad utilitaria, en la que muchos tenemos nociones de la finalidad con la que ejecutamos acciones sin necesariamente saber por qué las hacemos.
Escribir y releer esto duele. También las inyecciones.
Es legítimo que un alumno vaya a la escuela para que no lo joroben sus padres. Al fin de cuentas, la gente no se hace colocar inyecciones porque le guste sino para sanarse. En otras palabras, hay sinsabores inevitables para seguir viviendo. Buena parte de los alumnos lo sabe. Por eso, a la corta o a la larga estudia.
¿Cómo hacer para que unos cuantos dejen de valorar la educación cual sinsabor? Pregunta del millón. Desde ya, es imposible que un estudiante disfrute del aprendizaje si el docente no disfruta de la enseñanza. Ningún niño toma la sopa si ve que su padre pone cara de asco ante el plato.
¿Es utópico pensar en adolescentes a los que cada una de las materias les interese no por sus consecuencias sino por su valor intrínseco? Sí, pero vale la pena.

Ejemplos de diferencias entre hechos para y hechos por.
-Quien sirve café a las visitas para que no se diga que le falta decoro es políticamente correcto, no hospitalario.
-Quien va a votar para evitar eventuales problemas es alguien que se cuida a sí mismo, no un buen ciudadano.
-¿A quién preferimos como pareja: a alguien que nos elige para evitar la soledad o a alguien que nos elige porque nos quiere?
Entre los cometidos de los docentes está el de convocar a los adolescentes a reflexionar por qué dicen lo que dicen, hacen lo que hacen y omiten lo que omiten. Amén.

3/12/09

Celulares y no macanas

Tecnologías y rituales
Por Marilú, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores

Casa velatoria
¡Si hay algo que no me gusta es ir a las “casas mortuorias”! Si lo hago es por obligación.
Antes existían las “lloronas” –mujeres que concurrían al velatorio pagadas por la familia para hacer ver lo querida o querido que eran. ¡Apariencias!
Observaba de reojo a los deudos, cómo se miraban (algunos con rabia, pensando quién se quedaría con la herencia del difunto si éste era rico). El resto va a pasar el tiempo, haciendo relaciones públicas entre chismosos cuchicheos y de vez en cuando algún intelectual (que lo dudo). Es sabroso esto, ¿no?
Mientras el fiambre, ya frío, esperaba ser llevado a su última morada, de repente oigo fuerte un tango: “Siglo Veinte Cambalache”. ¡Qué apuro! Olvidé apagar mi celular y salí corriendo. Gracias a él pude alejarme de semejante hastío donde luego todo volvió a la normalidad.

Misas
¿Se acuerdan? Cuando antes para ir a misa nos bañábamos, nos acicalábamos con mucho esmero. Elegíamos con cuidado nuestras mejores ropas domingueras.
Y mientras el padrecito daba la misa de espaldas a los fieles –para colmo en latín, que no se entendía un cuerno-, relojeaba disimuladamente si veía entrar al joven que me gustaba y era tal la emoción que al darme vuelta se deslizaba suavemente por mi cabello la mantilla que lo cubría. Quedaba amontonada en mis hombros y suavemente la volvía a su lugar.
Dirigía mis pasos a la estatua de San Antonio para pedirle un novio, pero cuando me enteré de que San Antonio los da y los quita no volví a pedirle y lo dejé en manos de Dios porque, según nuestras abuelas decían, “casamiento y nostalgia del cielo bajan”.
De pronto me sentí como en el cielo y mis pies se movían al son de una suave música de Johan Strauss, Danubio Azul. ¡Oh, Dios mío! Era mi celular que me indicaba la hora de tomar mis pastillas. Me hizo volver a la época actual. Había viajado en el tiempo 53 años.

Un mal día

Estúpido laberinto

Se supo débil ante la situación. Odió saberlo. No por la información sino por sus implicaciones. El nuevo laberinto tenía un formato que lo sacaba de quicio no por su dificultad sino por su estupidez. Una cosa es sentirse encerrado desde el ingenio constructivo, que busca mejorar el intelecto del hombre al que se participa para jugar, y otra muy distinta es sentirse cercado por el capricho de quien considera que un laberinto es un castigo.
En fin, el primer día fue como se esperaba. Olas de insultos proferidos y callados. Fastidio y rabietas. Malditos sean los cambios, pensó y ratificó la noción de que cumplir obligaciones tiene sentido cuando lo tiene. En otros casos, apenas hace evidente la disparidad de poder entre quien puede trazar laberintos absurdos, improductivos, y quien debe aceptar que el reparto de autoridad no siempre es consonante con el de cordura.

16/11/09

Especial de Río de los Sauces

Algunos riosaucenses –nativos o por opción de vida- se juntaron a escribir. Entre las motivaciones estuvo la de compartir sensaciones, recuerdos, sentimientos, razonamientos y semblanzas. Otra de sus búsquedas fue la construcción de mensajes comunicativos, esto es no sólo palabras sino palabras a ser comprendidas por públicos de diferentes edades e historias.
Buena parte de los textos que estás invitado a leer fue escrito en 20 minutos. Cabe, pues, aquello de manos rápidas como correlato de mentes ágiles y corazones dispuestos a sentir.


Libertad y madurez
Tiempo a repartir
Por Angélica Rovira

Mi vida son mis hijos. Elegí tenerlos, elegí cuidarlos, me prometí formar personas de bien (como siempre les digo: “Tengan la cabeza llena de buenos pensamientos y el corazón de buenos sentimientos y así obrarán”). Todo lo que hago lo hago por ellos y también por mí, ellos tienen su tiempo y yo el mío. Y aunque el tiempo de ellos es el mío, mi tiempo no les quita el suyo.

Menudo bien
Carmen Fano

La libertad es uno de los bienes más preciados del hombre. Nace con él. Ningún hombre puede quitarla a otro.
Como todo bien, de alguna forma puede perderse. Lo más común es hacer un mal uso de él.
Durante toda su vida, el hombre va aprendiendo a usar ese bien. En la plenitud, la mayor responsabilidad es educar en libertad, hacer que el hombre nuevo aprenda a vivir su libertad para que, continuando el ciclo, pueda luego transferir el bien.

Por delante
De Rosario Del Prado

No pude hacer mucho o pude hacer todo en mi pasado. Cero experiencia, poca sensatez y nada de madurez obraron a veces mal en mi historia personal.
Ahora algo aprendí: y es que la vida no consiste en la negación de reglas, normas y leyes establecidas, sino todo lo contrario, aceptarlas me hizo libre para evolucionar mejor.
En función de lo aprendido sé que lo que resta de mi existencia será mejor.

Puntos de encuentro
Por Sladjana Drobnjak

El pan y la libertad son las dos cosas más importantes en la vida”, decía mi abuelo a fines de los años setenta.
“El pan es amargo si no tienes libertad y la libertad sin pan no sirve”.
La libertad, para él, era la libertad del campesino humilde, un campesino sin patrón, viviendo en un país sin invasiones ni guerras, sembrando su trigo, su papa, su maíz. Un campesino independiente y soberano.
A veces pasaban gitanos por el camino. Para ellos, la libertad era absoluta. Ellos no vendían su fuerza de trabajo.
Como lo expresó un escritor argentino de origen gitano (Jorge Nedich), trabajar para otro significaba una vergüenza para el pueblo de los gitanos.
Los anarquistas soñaban con una libertad con justicia social, sin jefes ni esclavos.
Para los pueblos originarios de América Latina, la libertad era inseparable del respeto por la naturaleza.
Para mí, la libertad es un poco de todo esto.


Preguntas retóricas
Por Carmen Fano

¿Qué sucedería?
-Con la ciencia médica, si el dinero gastado en armamento nuclear y químico se invirtiera en medicina.
-Con los pobres e indigentes de Argentina, si el dinero gastado en subsidios empresariales o particulares se invirtiera en crear fuentes de trabajo real.
-Con el agujero de ozono si los humanos tomáramos verdadera conciencia del peligro que representa para el biosistema.
-Con la educación de nuestros niños, si tanto docentes como funcionarios acordaran justicia y dignidad.


Malvinas para grandes y chicos
Por Carmen Fano

E
l 30 de marzo de 1982, un acto de protesta organizado por la CGT fue reprimido severamente por el gobierno. Saúl Ubaldini y otros dirigentes fueron golpeados y detenidos. El gobierno militar venía manifestando una seria crisis. Meses antes, algunos periodistas habían revelado que existía un plan para tomar las islas Malvinas, pero se pensaba que esas manifestaciones eran para crear un ambiente nacionalista con apoyo popular.
El 2 abril, el gobierno invadió las islas, hecho que rompió las relaciones con Gran Bretaña. Estados Unidos ofreció mediación y luego apoyó incondicionalmente a Inglaterra. El esfuerzo de guerra era notoriamente desparejo, la estrategia y el material bélico de ingleses y aliados del Norte logró la rendición argentina el 14 de junio.
Todo ese ánimo nacionalista que apoyó al principio se volvió en contra del gobierno y la desilusión consiguiente hundió al país en una conmoción que destituyó a Leopoldo Galtieri. Fue reemplazado por Reynaldo Bignone, quien en 1983 entregó el mando a la democracia, representada en ese momento por Raúl Alfonsín.
Desde muchos años antes de 1982 y hasta nuestros días se lucha diplomáticamente por la soberanía sobre las Malvinas e islas del Atlántico Sur. A pesar de haber perdido la guerra, Argentina no ha renunciado a sus derechos.

Mucho tiempo atrás, como unos veintisiete años, los ingleses querían reinar sobre esas islas que están bien al Sur, donde hace mucho frío. El gobierno argentino, que por esa época era militar, mandó soldados, barcos y aviones para defender las islas. Tanto los soldados, que eran casi unos chicos, como los barcos y aviones, no estaban bien equipados comparados con los de Inglaterra. Entonces la guerra fue muy desigual. Además, los ingleses contrataron soldados profesionales, llamados “gurkas”, que no luchaban por amor a la patria sino por dinero.
Los soldados argentinos se vieron obligados a rendirse para terminar con esa guerra que había matado y lastimado a muchos.
El pueblo argentino, a pesar de su tristeza por haber perdido, no se enoja con los que fueron allá sino con los jefes que los mandaron en lugar de haber arreglado las cosas hablando, o sea diplomáticamente, como se hace hasta ahora. Porque Argentina no renuncia a lograr la soberanía sobre las islas Malvinas.


Una moto, dos ideales
Por Beto Gómez

Una extraña pero ingeniosa motocicleta está lista para realizar un largo y complicado viaje. Un joven aventurero, ¿aventurero?, más bien una persona con grandes ideales se propone no sólo conocer lugares, sino comprender la sociedad sometida de América Latina. Ernesto es su nombre, éste es un joven con sensibilidad social.
El hombre es un ser social necesitado de afectos y compañía ¿será por eso que Ernesto quiso compartir este ideal con su amigo y colega Alberto?
En una sociedad con tendencia a tener como más práctico el poseer cada vez más con el menor esfuerzo posible, ¿cómo entender a dos jóvenes que se largan a recorrer en situación tan precaria lugares tan marginales? En el pensamiento de ellos no existen los hoteles cinco estrellas, no existe el oportunismo fácil, especialmente en el primero, él tiene ideales de libertad, de que las sociedades se realizan en comunidad.
La destartalada motocicleta realizó el mayor esfuerzo y finalmente sucumbió en su estructura material, pero quedó inmortalizada como un mito, una leyenda o un ideal a imitar y seguir.
Tal vez Alberto quedó escondido en la sombra de su amigo o tal vez quedó para dar luz a una personalidad de todos los tiempos.
La fidelidad y coherencia a un ideal o ideología bien definida se demuestra cada día en cada elemento cotidiano.
Mi moto, tu bicicleta, nuestro yate, el Mercedes Benz no son sólo vehículos, son el reflejo del mundo en que nos conducimos en la vida, tan parecida o distinta a la de Ernesto y Alberto.


Personajes de Río de los Sauces
Waldino López
Por Susana López

Lo recuerdo con su cabellera blanca y su figura encorvada, efecto de haber vivido un centenar de años. Caminaba lento apoyado en un bastón de madera trabajado artesanalmente. Tenía ojos oscuros, cejas tupidas y largas y nariz ancha.
Falleció cuando yo tenía siete años y él contaba con 104, según su documento de identidad. Si pensamos que en aquella época los niños no eran registrados inmediatamente, él pudo haber tenido algunos más.
Escuché de mis padres y mis tíos contar historias sobre tío Waldino que tenían mucho de audacia y lo pintaban como una persona terca, conflictiva, mala. Que en sus años jóvenes supo tener peleas con vecinos, parientes y hasta con la policía, que en más de una oportunidad intentó detenerlo. Era un hombre que manejaba armas. Formaban parte de su vestimenta su puñal cabo de plata y su revólver calibre 32. Se le temía por su coraje.
Sin embargo, esas historias se contradicen con la imagen que desde niña me quedó de él. Un anciano que vivía solo en una casa ubicada en una huerta, en la que él mismo se había encargado de sembrar una gran variedad de árboles frutales. Había manzanos, membrillos, ciruelos, durazneros, naranjos, higueras, nogales y hasta un almendro, árbol que era inusual en la zona.
Podría decir que la única vez que lo vi armado fue con su azada, con la que cortaba malezas y marcaba senderos que iban uniendo los árboles frutales, para que mis hermanos y yo pudiéramos recolectar y comer sus frutos.
Le agradaba que lo visitáramos y le preparásemos mate, que compartía con nosotros. Solía sentarse en la galería de su casa en un amplio sillón de mimbre a fumar su pipa y contarnos historias, lo hacía con mucha ternura.
Tal vez el paso de los años limó las asperezas de su carácter y lo convirtieron en un anciano noble y bondadoso.

Mi tío abuelo Arturo Gigena
Por Angélica Rovira

Naciste al lado de una guitarra y con ella comenzaste a jugar desde niño, arrancándole sonidos que tu oído privilegiado reconocía. Creciste con ese juguete sonoro y delicado, y tu talento natural transformaba en melodías populares el tarareo de canciones no creadas. No pulió tu técnica ni le arrimó más conocimiento una academia. Sólo escuchar un disco en la victrola de entonces, o una guitarra en la radio a batería eran suficientes para que tus manos se deslizaran por el diapasón y tocaran las cuerdas con el virtuosismo de un concertista.
Y fue tal tu fama pueblerina que comenzaron a convocarte a las peñas, a los festivales y luego el conjunto “Los Sauceños” y siempre el boliche; ¡el boliche!, donde poco a poco, vino a vino, fuiste dejando tu vida y tu talento en ese desmesurado vivir por la guitarra y el vino. Hoy te estoy recordando, Arturo.

Autorretrato
De Rosario del Prado

Ella era de estatura baja, cabellos rubios oscuros, ojos celestes, labios finos, cejas y pestañas que apenas se notaban; nariz pronunciada (para su gusto). Su piel era blanca y su rostro contaba con pecas y un par de cicatrices de varicela, recuerdo de la infancia.
De carácter difícil, tildada por la familia de “bohemia”, “la intelectual”, “abogada del diablo”, “libro gordo de Petete”, etc.
Aprender, leer, escribir era el mundo perfecto para ella, donde mejor se sentía, su forma de atacar a o defenderse de las bromas pesadas de algunos gigantes brutos e ignorantes.
Solía responderles a aquellos que no tenían otra cosa que hacer más que gastar bromas por su estatura que “lo que Dios no da en hormonas lo da en neuronas”, con lo que ellos quedaban ridiculizados.

El tío Osmar
De Beto Gómez

La fisonomía del criollo serrano, en muchos de los casos, es la de un hombre de ojos más bien claros sin ser necesariamente celestes o verdes. Y en lo que respecta al color de la piel, suelen ser de tez morocha o bien blanca y de cabellera también clara castaña o ligeramente rubia. Esto es independiente de que tenga alguna relación con inmigrantes llegados desde lejos, es una herencia ancestral de culturas originarias.
Todos estos rasgos estaban presentes en mi tío. Su estatura era más bien menuda, rostro agringado y ojos muy celestes, pelo fino y negro que se resistía a dar lugar a las canas pese a que ya era un hombre septuagenario. Un bigote más bien pequeño y prolijamente recortado hacía de él un personaje muy pintoresco.
Su mirada era una mezcla de bondad, ingenuidad, picardía y preocupación.
En cuanto al vestir, la bombacha criolla podía lucir con relucientes zapatos de cuero. El pañuelo al cuello era su inseparable compañero. La gorra o el sombrero de paja lucían indistintamente en su cabeza.
Es importante recordar que una característica era su exagerada distracción. Sería por eso que muchas veces en su vestir sobresalía algo insólito, como por ejemplo todos los botones de la bragueta desprendidos, o una botamanga del pantalón metida dentro de la media y la otra no, o el pulóver al revés, o dos medias en un pie y en el otro ninguna. También podía tener el bolsillo del saco afuera o pomada de afeitar seca en el rostro fruto de la afeitada de dos o más horas antes.
Tenía algo de Don Quijote de la Mancha. Sus caballos se parecían demasiado al Rocinante. Nunca me pude explicar totalmente cómo él, siendo un hombre tan pausado, tan calmo, pudiera tener caballos flacos cuando estos animales son el elemento más importante en un criollo. Creo que en la pasividad estaba la respuesta: muchas veces olvidaba que su caballo había estado atado toda la mañana al palenque sin trabajar pero también sin probar el alimento necesario. Contradicción de mi tío con un criollo auténtico.
No era tampoco demasiado habilidoso en las tareas rurales pero compensaba todo eso con que era una persona amplia, que podía cumplir las funciones improvisadas de enfermero, juez, policía, baquiano y muchas cosas más en las que lo vimos actuar.
Su infancia fue la común a la de todos los niños serranos, con padres autoritarios de apariencia dura y rígida. Una madre con una fuerte personalidad y un paisaje que hacía más rústicos aun tanto el cuerpo como el alma.
El era el mayor de nueve hermanos en tiempos en que el primogénito tenía la función de ser un poco el padre del resto y un poco hombre mayor siendo un niño pequeño.
Vivió su niñez y como padre de familia en sus comienzos en Agua Dulce, un pequeño valle rodeado de altas y rocosas montañas, se podría decir que un oasis en la serranía por lo que disponía de un terreno más o menos considerable para el cultivo del maíz que allí se realizaba.
Se destacaba la majestuosidad del río que adquiere aquí un aspecto de misterio, de soberbia y de encanto. A escasos metros de la arena de la ribera se levantaba la vivienda donde habitó el tío Osmar, una construcción sencilla pero sólida rodeada de una grande y variada arboleda a diferencia de la mayoría de los ranchos serranos. Por estar ubicada en un lugar en un lugar estratégico era sitio obligado de paso de familias que vivían montaña arriba, por lo que esta vivienda se convirtió en una dinámica relación de personas, lo que creaba en ellas profundos lazos de amistad y solidaridad.
¿Será ésta la razón por la que este hombre sencillo y menudo transmitía una sensación de bienestar allí donde se encontrase? Sí, ésa es la razón. Es por eso que cuando trabajó de puestero en Rodeo del Pozo su casa fue frecuentada por numerosísimas personalidades. Este hombre que lo daba todo a cambio de nada hospedó amablemente a humildes paisanos y vecinos, eximios ingenieros y geólogos, escritores, cazadores, turistas, bohemios… personas de distintos lugares de la geografía argentina y de otros países. Todos recibieron la energía que él transmitía.
Se podría decir que el tío Osmar fue, es y será un icono para todo aquél que lo grabó en su retina y lo inmortalizó en la memoria.
Cierto día, aquel hombre calmo decidió irse para llevar su generosidad a lugares nunca frecuentados y que seguro necesitaban mucho de él. El que lo llamó para esta misión lo hizo pidiéndole que la partida fuera con mucho sufrimiento físico para demostrar que hay calmas inalterables.
Todavía queda la sensación de que sigue presente. Tantos hechos de los que participó hoy parecen más reales y auténticos que nunca.
Creo tener la autoridad moral y el suficiente conocimiento de su persona como el de su filosofía de vida para reproducir en un escrito algo de su vida y algunas de sus anécdotas. Me impulsa a hacerlo precisamente su espíritu, que a cada minuto parece hablarme con su voz quejosa, con su apertura a todo aquello distinto y novedoso.
Hasta creo ver en este momento su rostro sonriente de antemano porque sabe que estoy por realizar un texto de su persona y sus múltiples anécdotas que tendrán un tinte humorístico. El, con su incomparable bondad, no pondrá reparos en ser el protagonista.


¿Sabés lo que significás para mí?
Por Angélica Rovira

Cuando María conoció a Jorge supo que iba a ser su gran amor. Sólo sabía su nombre. Sus ojos de mirada profunda y sus suaves caricias fueron suficientes para que María se dejara llevar a un mundo que siempre le había sido ajeno. El era su compañía, su vida.
Vivían llenos de felicidad en una pequeña quinta, tenían animales y trabajaban la tierra. Los fines de semana subían a la 4x4 y se internaban en lo verde y pacífico de las sierras, con sus hermosos ríos. La vida era rutinaria pero no por ello aburrida.
Un día, cuando Jorge se disponía a cosechar, una tormenta huracanada destruyó todo.
-¡María! -gritó, vio a la mujer bien pero al notar su campo convertido en llanura, sin casa, sin animales y sólo chatarra de sus vehículos y maquinarias, despertó en él su verdadero sentimiento.
No podría vivir así, no tendría ganas ni fuerzas para empezar de nuevo, todo lo que había perdido era su razón de vivir y finalmente tomó una decisión.
Vio a su mujer y pensó en lo que ésta le ofrecía: un cálido hogar o quizás, el seguro de vida que por ella cobraría.
Mujeres conseguiría…


Nombres propios
Por Susana López

La vida de una de las personas que admiro estuvo llena de amor y generosidad. Vivió para entregar a las personas más necesitadas toda la ayuda que estuvo a su alcance, calmando en éstas dolor, hambre y pobreza. Se dedicó a los demás sin pensar en ella. Madre Teresa de Calcuta.
George Bush, ex presidente de EE.UU., mantuvo su gestión de gobierno basada en hechos que dieron como fruto riquezas económicas para su país. Le importó muy poco que esos hechos causaran la destrucción de otros países, la muerte de millones de personas, el hambre, el dolor.
Para él lo más importante era que EE.UU. siguiera siendo la primera potencia del mundo sin medir costos.
Hoy, por suerte, esta nación ya no está gobernada por George Bush sino por Barack Obama, recientemente elegido Premio Nobel de la Paz. Ojalá haga honor a esta mención.


Breve infancia
Por Rosario del Prado

Tuvo una infancia un poco breve. A sus escasos once años quedó huérfana.Siendo la mayor de siete hermanos hizo, por las circunstancias, de mamá improvisada. Ella y sus hermanitos se tuvieron que ir a Córdoba a la casa de una tía lejana.
Luisa preparó siete valijas con todas las cosas que les pertenecian, tres mudas para cada uno: una para todos los días, la otra para los domingos a misa y la última para ir al médico (en caso necesario). La pequeña adulta sentía que su corazón estaba desgarrado y no entendía qué sería de su vida y la de sus hermanitos. Sabía que su tía era una solterona amargada y muy católica, demasiado para su gusto, ella veía a su tía y la vida que tendrían de ahora en más sería en gris. No más colores, los del campo, el arroyo, la escuelita, ni lo más colorido y brillante de todo su hogar, su familia. Estarían en adelante solos, en una gran ciudad, lejos de su hogar, en una casona antigua, lujosa pero fría.
Su tía nunca se casó, no porque no quisiera sino porque fue hija única y su madre, muy devota de la Santísima Virgen, le hizo prometer que siempre se conservaría pura. Pasaron los años y cuando se dio cuenta la tía de Luisa del absurdo de aquella promesa ya era demasiado vieja para encontrar un pretendiente y formar una familia. Desde entonces la tía se convirtió en una pobre vieja y rezongona mujer. Luisa hizo todo lo posible por comprenderla y fue una buena niña, responsable, sumisa, atenta a todo lo que la anciana tía le pedía. Pero sentia que por más que se esforzase nunca la dejaria conforme y que sus frustaciones recaían en ella. Para la tía solterona y amargada todo lo que la niña hacía estaba mal -"Luisa, así no se plancha", "Luisa, una niña respetable debe tener buenos modales".
Los seis pequeños hermanos se dieron cuenta de que la tía era demasiado exigente, dura e injusta con "mamá Luisa", como ellos cariñosamente la llamaban. Decidieron entonces tomar una pequeña venganza en contra de la "malvada tía". El talón de Aquiles de la anciana era su querido y bien amado piano de cola, regalo de sus padre para sus quince años. Le pusieron su adorable y fiel mascota dentro del piano, un gordo y detestable gato siamés llamado Petro. Esperaron y esperaron hasta que la tía, como todas las noches, tocase las melodías de su infancia y adolescencia. Cuando la mujer se ubicó para comenzar, los chicos y Luisa observaban escondidos desde la cocina. Comenzó la tía a tocar las primeras notas, y se sintió un lastimoso maullido. Fue tal el susto de la pobre anciana y el enojo siguiente que puso a los siete niños castigados por varias horas rezando el rosario arrodillados en granos de maíz.
Pasaron los años y los niños crecieron. Luisa se casó a los 19 años, enamorada de un joven de buena familia y con él terminó de criar a sus hermanos, que poco a poco se fueron para formar sus propias familias. Hoy Luisa tiene tres hijos: dos mujeres y un varón, diez nietos, y diez bisnietos.

2/11/09

Tres palabras tres

Sinonimia inapropiada
Por Nicolás Cheetham, Fundación Cervantes

Libertad de expresión: frase de tres palabras que fue, es y será una de las banderas que se relaciona directamente con la democracia. Es algo que no puede estar ausente en ningún país del mundo, por más diverso y especial que su sistema de gobierno. Particularmente en la Argentina, libertad de expresión es entendida como el derecho a decir lo que sea, de quien sea, cuando sea y donde sea; en otras palabras, manifestarnos como se nos ocurra. Esta especie de sinonimia que se establece es incorrecta ya que es totalmente válido decir que un político es corrupto si hay pruebas de ello, pero es absolutamente inadecuado insultar a una persona por el solo hecho de no coincidir con su manera de pensar.
Si no aprendemos a discernir entre lo que significa la libertad de expresión y lo que es decir lo que se nos antoje sin medir las consecuencias, vamos a seguir siendo una sociedad de tercer mundo carente de valores, donde la falta de respeto y los conflictos entre sus miembros serán cada vez más constantes.

21/10/09

Sentimientos como para empezar

¡Dale!
“Decile a Chaca que te venga a defender”. El imperativo lo llevaba a la cancha, a momentos de distracción.
Sabía que en ocasiones no hay Chaca ni Chapulín Colorado.
“Que Dios me asista”, recordó de Pablo Gabriel.
Le sonó mejor, tanto porque Dios le despertaba más confianza como por la gracia con que lo expresaba su amigo.
Tenía además una larga lista de situaciones en las que su mala suerte había sido buenísima a la luz de los hechos subsiguientes. Temía que alguna vez la fortuna estuviera de su lado y no hubiera quién lo defendiese.
Sus cavilaciones terminaron en el intento que, más allá de la lógica, deseaba desde hacía un tiempo.

Letra fría
Le había escrito un papel. Lo pasó en limpio.
Lo hizo carta. Vio el resultado.
Se negó a creer que le pudiera ir así por unas palabras.
Sintió que le podía ir así pues unas palabras alcanzan para condenar a un hombre a cadena perpetua.
Decidió escribir todo lo que quería. Lo releyó y lo tiró.

Alternativas
“Morir con las botas puestas es morir”, escribió después de decidir que cambiaría su estrategia. Mantener los fines es una cosa, repetir caminos que conducen a la llegada es otra.
La concluyente expresión lo animó a esperar, a ser paciente sin pensar que estaba perdiendo tiempo. Ningún día se pierde si lleva al gran objetivo.
Esperó trazando garabatos. Asumió que tarde o temprano necesitaría de la paciencia y de la templanza. Perder no dependía de él; perder la cabeza, sí.

Pedidos y cavilaciones
“Si uno sabe lo que corresponde, va en su contra y pone todo en manos del destino, ¿no le está pidiendo demasiado al destino?”.
Julieta había puesto la frase a modo de encabezamiento en varias de sus hojas.
El día del parcial de Teoría del Aprendizaje, la falta de hojas la llevó a entregar una con el encabezamiento. No le sumó ni le restó puntos; sí le implicó un trabajo práctico adicional. “Responde en 20 líneas tu propia pregunta”, escribió la profesora.
El resultado fue una maldita siesta arruinada para entregarlo a tiempo.
Con el dolor de cabeza de quien tiene sueño y el fastidio de quien no puede dormir, hizo algo parecido a lo que otra vez, con la misma docente, le reportó un 7.
“¿Quién define lo que corresponde? La pregunta me hace acordar al proceso de orientación vocacional, cuando nos sugerían que fuéramos buenamente egoístas al elegir carrera, más allá de imposiciones sociales, familiares y laborales.
Si en esto defino yo, claramente corresponde avanzar. Si lo dejo en manos de todos los que me sugieren desde la experiencia y el amor, entonces tocará detenerme.
Detenerme es lo que no quiero.
Avanzar es seguir al corazón terco como su dueño. Una persona grande debe hacerse cargo de sus decisiones. O sea que me hago cargo de la falta y le pido al destino que me ayude.
Todo se facilitaría si el intento terminase antes de empezar. Pasa que estoy cansada de lo fácil. Y justo me acuerdo del personaje de Jeff Bridges en “Los Fabulosos Baker Boys”. Cansado de ganar buen dinero tocando el piano sin pasión, fue a un bar cualunque. Tocar no era una cuestión de tacto, de fortuna o de oído sino de sentido.

Estudiantes y docentes, un par inevitable

Estudiantes y docentes, un par inevitable
Por Josefina Sereno, colegio San Ignacio

El rendimiento de los alumnos está bajo la influencia de su interacción con los docentes simplemente por el hecho de que son los que tienen enfrente durante las horas de clase. Son la imagen presente en ellos cada vez que dudan respecto de hacer o no hacer un trabajo, o de esforzarse en un examen o no.
Si los profesores no se preocupan en lo que les muestran a los chicos y sólo se interesan en dar y terminar los temas propuestos por la escuela, probablemente los estudiantes adopten esta metodología y comiencen a ser tan mediocres como el adulto que les está enseñando.
Los alumnos pueden ser o, mejor dicho, deberían ser motivados por los docentes. Y los docentes deben trabajar en esto a través de la interacción con ellos. Pueden ayudarlos a rendir mejor en la escuela mostrándoles que estudiar no es imposible, que hay esperanza si encuentran un tema extremadamente difícil.
A pesar de esto, también hay una cuestión que puede influir y que a veces, más allá de la interacción con los profesores, es invariable. Es la incidencia de los padres y de toda la familia.
Aparte, pienso que el rendimiento escolar está fuertemente condicionado por la interacción con los docentes.

Como el grupo de pares es muy importante en la vida de un estudiante, influye mucho en sus expectativas y valores. En la niñez, la mayoría de lo que los demás piensan de nosotros es de suma relevancia. Ya sea como niños o adolescentes necesitamos saber que somos más o menos como los demás, que nos movemos en la onda que corresponde. En otras palabras, somos vulnerables. Cada observación de nuestros amigos sobre nuestra forma de actuar o pensar influye un montón. A tal punto que entonces nos preguntamos si deberíamos seguir haciendo las cosas del modo en que las hacemos.

Si yo fuera una estudiante muy dedicada a las tareas de la escuela y fuera algo así como una “nerd” para mi grupo de pares, posiblemente empezaría a pensar si vale la pena ser así o si es preferible prestar menos atención a los asuntos escolares.

1/10/09

Instrucciones para preparar pastelitos

Desde la admiración a las Instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight (Alejandro Dolina), en sexto año del IPEM 252 de Río de los Sauces surgió un ejercicio: texto instructivo acerca de la felicidad entre los pasos a seguir para preparar pastelitos. A continuación, lo que produjo Agustina Rivoiro.

1. Separa las tapas de pastelitos en la mesa...
Así como en la vida uno tiene que aprender a separar ciertas cosas: situaciones, problemas, alegrías, diversas emociones, etc. para no amargarse por lo que lo debe.

2. Vierta en un pocillo agua y proceda a remojar alrededor de cada tapa. Lo mejor es realizarlo con el dedo índice. Y volviendo al tema, ¿cómo cree usted que puede ser feliz? Le doy un consejo...

3. Pruebe con poner el dulce en el centro, deje de amargarse por tantas cosas, la felicidad es un estado muy lindo en el que el ser humano de vez en cuando debe transitar. Pero ojo; no es para siempre, cada camino tiene su cruce.

4. Coloque otra tapa encima de la que tiene el dulce en la misma posición; entonces disfrútela antes de que algo lo tape. Y cuando llegue ese momento, que no lo desanime. Piense usted que la noche es tan necesaria como el día.

5. Tome cada esquina de las tapas y frúnzalas hasta el tope del dulce. Y entonces allí se dará cuenta de que sigue habiendo cosas lindas en el centro; aunque no se pueda ver, se siente.

6. Caliente el aceite o la grasa, lo que usted prefiera, con grasa quedan más sabrosos. Hágase un permitido y deje de pensar cómo los otros lo ven.

7. Coloque los pastelitos a freír hasta que tomen el color que desee, lo recomendable son 5 minutos. A veces algunos se queman y las cosas se tornan oscuras, preocúpese, pero no se vuelva loco; si aun en el abismo o en lo más oscuro se suelen encontrar cosas lindas... En el centro sigue el dulce.

8. Los pastelitos están listos para sacarlos. En un recipiente, ponga servilletas para escurrir. Para la próxima le explicaré cómo se hace el almíbar, sólo tiene que esperar, lo dulce a veces tarda en llegar pero uno no debe desesperarse; si vive pendiente de todo no tiene "tiempo" (ésta es la clave, darse el tiempo aunque no lo disponga) para ser feliz.

15/9/09

Pentagrama y palabras

El ejercicio era armar textos aplicando conceptos sociológicos a partir de tramos de canciones de Andrés Calamaro, Fabiana Cantilo y Fito Páez.
Esto hizo Micaela Zabalo, alumna de 3º año del Colegio San Ignacio

“Necesito un amigo”
La frase que recibí, “Necesito un amigo”, se puede relacionar con algunos conceptos sociológicos.
El primero que me viene a la cabeza es la edad, dado que hay un cierto período en la vida de todos en que realmente necesitás tener un amigo. Cuando somos adolescentes nos sentimos más cómodos pasando el tiempo con nuestros amigos que con nuestra familia. Por lo tanto desde esa edad en adelante, le damos más importancia que antes al significado de la amistad.
Otro concepto relevante es cultura, pues en diferentes culturas el sentido de lo que es un amigo puede cambiar. Entonces si vivo en un país donde la amistad no es importante, puede ser que no experimente la fuerte necesidad de tener un amigo. En relación a este concepto puedo vincular el de socialización. Si me enseñan que la amistad es algo maravilloso, lo creeré y querré encontrar un amigo. Pero si me enseñan a no confiar en nadie excepto mi familia, no los tendré. Otros conceptos ligados a la frase son creencias y valores. Estos dependerán de la cultura en la que uno nazca. La opinión sobre la amistad estará en función de los valores que haya aprendido.

La amistad tiene diferentes significados para distinta gente. Algunos creen que no podés tener amigos de otra clase social. Pero para mí, cuando hablo de amistad, de ningún modo hay diferenciación o estratificación. He sido amiga de un chico (diferente sexo), de distinta edad y de otra clase social. Con respecto a esto último, hay un montón de discusión, una vez más asociada con las creencias y también con la experiencia. La experiencia y las diversas circunstancias que uno haya vivido lo hacen pensar de una u otra manera, de allí que sea muy importante al hablar de cómo creemos en la amistad. El contexto también se puede vincular a esto. Hace algunas décadas, en varios lugares, un pobre y un rico ni siquiera tenían un poco de chances de ser amigos; era imposible, increíble.
Una vez más vuelvo al concepto de la edad y pienso que, tal vez cuando crezca y gane más experiencia en temas de amistad, cambiaré mis pensamientos.

Considero que también podemos relacionar al asunto el concepto de identidad porque el hecho de necesitar un amigo depende de tu personalidad. Si sos alguien que prefiere la soledad a estar con otra gente, probablemente no sentirás importante la frase “necesito un amigo” y te alcance con tu familia para estar bien.
Por lo tanto la amistad (un concepto bastante abstracto) puede tener diferentes formas, sentidos e incluso valores, sea como resultado de nuestra cultura, de lo que nos fue enseñado o simplemente de nuestra experiencia personal. O sea que al decir “necesito un amigo” hay muchos conceptos sociológicos implicados, que nos conducen a sentirnos así.

¿Democracia o libre albedrío?

¿Democracia o libre albedrío?
Por Elena Moscone, Programa Educativo de Adultos Mayores, Universidad Nacional de Río Cuarto

El detonante y punto de partida del tema de hoy es la democracia. Palabra vapuleada, conversada, añorada pero tan difícil de ejercer y practicar.Llevamos veintiseis años en el sistema democrático...¿Sabemos convivir en él?¿En la esencia de la palabra?.. O simplemente con nombrarla parecemos reivindicarnos? A través de su restitución se logró liberación sexual, despenalizaciòn del consumo de drogas, protección a los menores que delinquen, en definitiva derechos humanos para todos. Pero en el corazón argentino late la esperanza del vivir democrático.Imaginando un mundo de gente con consideración hacia el otro, que crea en las Instituciones, comprometida con el país, que trabaje dignamente, que su salud y educación sean prioritarias, en fin... es un sueño de todos que ojalá se haga realidad.

11/9/09

De vereda a vereda

El trabajo práctico consistía en aplicar ejemplos concretos de sustantivos abstractos.

Infidelidad
Por Antonella Boarini, sexto año IPEM 252 “Río de los Sauces”

Era una tardecita de verano, entre ellos ya no quedaban palabras, sólo silencio. Se despidieron con un beso interminable y un abrazo profundo que sólo ellos podían sentir.
El se alejaba dejando su alma en manos de ella, quien lo veía desaparecer, con sus ojos llenos de lágrimas y un vacío en el pecho imposible de llenar.
La distancia que los separa es cada vez mayor, ahora cada uno debe seguir su camino, él tratando de olvidarla y ella con su carga por haber perdido al hombre de su vida por buscar en otro algo distinto.


Loca obsesión
Por Antonella Boarini

Te miré a los ojos, el mundo se paró en un instante y sentí cómo mi corazón latía cada vez más fuerte, un calor se asentaba en mis mejillas y todo mi cuerpo temblaba.
En ese momento entendí lo que significabas para mí, pero cuando quise decirte lo que sentía, los nervios me traicionaron y salí corriendo, con tanta suerte que tropecé y me lastimé la pierna. Era tanta la desesperación de alejarme que no esperé que me ayudaras.
Días después te vi y sólo quería esconderme para no tener que darte explicación de lo que había pasado.
Ahora entendí qué pasaría por no haberte confesado mi amor, porque te vi con ella, sonriente, contento y feliz. No sé cómo hacer para aguantar esta bronca que tengo hacia mí por no haber tenido el coraje suficiente para hacerme cargo de mis sentimientos.
Pero no voy a bajar los brazos, voy a pelear por tu amor cueste lo que cueste, me quieras o no, vas a estar conmigo. Soy capaz de todo por vos, no importa la vergüenza, ni tu novia, ni el qué dirán, sólo estar a tu lado toda la vida porque es lo único que me haría feliz. Y si no sucede, lo intenté, pero nunca más me vas a ver, voy a desaparecer de tu vida y de tu mundo, me convertiré en tu sombra eterna.


Sólo te pido
Por Carla Oviedo, sexto año IPEM 252

(Entra Mauricio a la habitación donde su abuelo estaba internado con una enfermedad terminal).
-¡Hola, abuelo! ¿Cómo estás? Seguramente un poco mejor que ayer, te veo más lindo, con más ganas de vivir aún. ¿Te acordás que te hice una promesa? Era que cuando yo me reciba de médico iba a hacer hasta lo imposible para encontrar la cura del cáncer y lo voy a hacer por vos, ¡viejito lindo!
Abuelo, cada noche que me acuesto me pongo a pensar en todas las cosas que vivimos juntos en mi niñez y luego en mi adolescencia, pero hoy me estoy sintiendo muy vacío, mi cuerpo tiembla, no puedo soportar verte así tirado en esta cama y con los ojos cerrados.
Sólo te pido un abrazo más que me apriete mucho más que ayer, una mirada más que a través de ella pueda ver tipos que piensan y hacen cosas como vos, luchando día a día por su vida. Nono, mis lágrimas no dejan de caer sobre tus mejillas como las gotas de agua de una nube al suelo, espero me puedas escuchar y de esta manera puedas comprender que estando a tu lado te doy muchas fuerzas. quiero estar a tu lado toda la vida, ¡te amo, abuelo, te amo! (llorando con muchas ganas con un sentimiento muy intenso sobre él). El abuelo abre los ojos, le aprieta la mano y le dice: “¡Yo también, Mauri!”.
Luego se levanta, lo mira a los ojos y se queda helado.


El día de Julián
Por Pablo Alvarez, sexto año IPEM 252

Una mañana, Julián se levantó con la ilusión y las ganas de vivir la vida como nunca lo había hecho. Salió a hacer las compras como todas las mañanas. Con una sonrisa saludó a sus amigos y aquellos que no solían caerle bien. Hizo de todo ese día. Ya al atardecer, Julián se esforzó por estar feliz. El sabía que se venía lo peor. Entre sonrisas y llanto por despedidas trató de ser fuerte, porque pronto moriría por una enfermedad tal como le había dicho su doctor.


Miedos
Por Pablo Alvarez

Joaquín tenía 9 años y a veces sentía que lo asustaban. Eran los fantasmas de la noche. En realidad era su imaginación que viajaba por muchos lugares hasta llegar al miedo. Decía que casi todas las noches alguien golpeaba el armario como si estuviese dentro y quisiera escaparse o desahogarse o tal vez herirlo a Joaquín. Por eso jamás abriría ese maldito armario.
Se fue a la pieza de su madre, le dio un beso y durmieron juntos.


Hasta la muerte
Por Juan Giordana, sexto año IPEM 252

Estábamos en la Segunda Guerra Mundial, tercer batallón.
Junto a mi general y tres soldados más -el resto había caído en combate- estábamos atrapados en una de las trincheras, mientras el enemigo seguía avanzando hacia nosotros. Nuestro general gritó “¡A sus puestos!”. Todos nos pusimos en posición excepto el soldado Rodríguez; estaba mirando las estrellas mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla, como si fuera la última vez que las vería.
El enemigo nos había rodeado, no había escapatoria.
Estaba junto a nuestro general cuando una bala perforó su pecho. Cayó tendido en el suelo. Alcé su cuerpo con mis manos y lo respaldé contra las paredes de la trinchera. Me miró y me hizo jurarle que acabaríamos con esos malditos, giró su cuello y bajó su cabeza. Sus ojos quedaron entreabiertos, él ya no estaba con nosotros.
Ahora yo era el general. Llamé a los soldados, los miré a la cara; ellos temblaban, imploraban que me rindiera, pero no fue así, agarramos nuestras armas y atacamos.

semejanzas y diferencias en la escuela

¿Iguales o equivalentes?
Es cierto que 2 dividido 4 da el mismo resultado que 200 dividido 400. Basta usar la calculadora o simplificar para llegar a 0,5.
“Entonces es lo mismo. Vamos a ver el partido”, dijo Néstor.
“Esperá, superficialmente es lo mismo; en lo profundo, no”, respondió Alina.
Néstor ya estaba en su pieza.
Alina se quedó en el living. “Claro que las dos divisiones dan 0,5 pero más que iguales son equivalentes. Igual será el resultado, sin que ello implique que las partes sean idénticas. Todos sabemos que 2 no es lo mismo que 200 y que 4 no es lo mismo que 400. Lo que ocurre es que, comparando las divisiones, el 2 equivale al 200 -ambos son la parte más chica- y el 4 equivale al 400 -la parte más grande-. De ninguna manera son iguales el 2 y el 200. A la hora de pagar, me quedo con el 2 o con el 4; a la hora de cobrar, con el 200 y, de ser posible, con 400.
“¡Siempre el mismo este tipo. Ojalá que lo pise un camión con acoplado!”, se escuchó desde la pieza.
Alina siguió escribiendo: “Por ahí va la diferencia entre iguales y equivalentes. Todo elemento es igual a sí mismo. Puesto en sociedad, puede equivaler a otros, según con quienes se compare. En el caso 2 dividido 4 y 200 dividido 400, el 2 equivale al 200 y el 4, al 400.
“¡Goooooool. Y ahora, y ahora..!”, sonó desde el dormitorio mientras Alina levantaba la música.
Julieta, que leía Historia, aceptó ver lo que había escrito su madre.
-¿Se entiende?
-Sí, es más o menos como acá en casa. Tenemos cuatro elementos que son vos, papá, la matemática y el fútbol. Por supuesto, son diferentes. Sin embargo, la relación entre vos y la matemática guarda equivalencia con la que papá tiene con el fútbol. Dicho con tus palabras, la matemática es a vos lo que el fútbol es a papá.

Apuntes sobre valor absoluto y valor relativo
Adrián Ramírez tenía que escribir la diferencia entre valor absoluto y valor relativo. Empezó pensando que relativo está asociado a relación, de modo que este tipo de valor pone en juego al menos dos elementos.
Recordó lo que significaba para él pagar 80 pesos una camisa cuando estaba solo y de mal ánimo y lo que implicaba cuando la compraba pensando en alguien que lo hacía soñar con felicidad.
Los 80 pesos seguían siendo 80 pesos, pero su valor era otro.

Hecho el primer ejemplo, Ramírez siguió escribiendo porque la consigna pedía diez.
-Un gol convertido en el último minuto de juego suma una anotación cuando no hay tiempo para más. Esto es invariable. Lo que cambia es la sensación: si ese gol es el décimo de un 10 a 0, la relación entre su autor y la conquista es fría. Si el gol define un partido, el vínculo será pasional y acaso termine con un grito de gol que disimula un inmenso gracias a la vida.

-Una sonrisa es un gesto facial. En labios de un vendedor convendrá leerla como estrategia para que uno compre. En labios de otra persona habrá que prestarle la debida atención, sin por ello entusiasmarse en demasía (lo cual es virtualmente inevitable).

-La imagen de cuatro pies en una cama es la imagen de cuatro pies en una cama. Claro que esto puede ser la sinécdoque de un acto de amor o lo único que queda de la obra de un descuartizador.

-Cinco pesos son cinco veces uno aquí y allá. La relación de uno con este monto es una si debemos un millón de pesos y es otra si nos faltan cinco pesos para comprar la entrada a un recital.

-Un loco es un loco. Si se trata de un loco que habla bien de mí, tal vez lo tendré por loco piola. Si en cambio me difama, seguro que lo tacharé de loco malo.

-Hay futbolistas que juegan asumiendo que la camiseta que calzan se compra y se vende por 160 pesos. Otros también lo saben, pero actúan en función del profundo valor que esa camiseta tiene para los hinchas.

-Un mate ofrecido es una bebida que se invita a tomar. Se la puede apreciar como un gesto de compromiso si viene de la suegra estereotipada. En días de invierno en los que uno anda desabrigado, el mismo convite puede presentársenos como un gesto amoroso y hacernos dudar si hemos entrado en la casa de nuestra suegra.

-Jaf cantando “Tu amigo fiel” es un artista argentino intepretando el tema de Carol King. Ahora bien, si la canción va de un chico a una chica que le gusta, su valor será distinto que si se la destina a la hermana.

-(Basado en un chiste) Un hombre desnudo en el ropero es un hombre desnudo en el ropero. Para un detective contratado por un marido celoso, es la prueba del adulterio. Para un marido que no quiere ver, es un hombre que se entretiene jugando al cuco.

circunstancias, a saber

De nuevo
El día se presentaba mejor que otros. La lluvia y el viento habían cedido lugar al cielo apenas nublado y a una brisa que hacía flamear las banderas como a él le gustaba.
El problema era el examen: rendir por cuarta vez una materia es ir al paredón del escepticismo. A falta de balas, dudas; a falta de soldados con fusil, pasados con desaprobaciones; a falta de muerte, impotencia.
Dos horas después, las banderas se enrollaban en el mástil y la sensación térmica era 14 grados más baja. Lo esperaba un resfrío y el alivio de saber que ya no rendiría esa materia.

Ni idea
“No sé qué le puedo decir”. “Yo tampoco”. “¿Tenés idea de cómo es?”. “No”.
Julieta pensaba que era mejor omitir datos. Consideraba que el miedo no es buena guía para una entrevista laboral.

Todo igual
Cada vez que fue le respondieron igual. Cada vez que fue encontró caras distintas con gestos calcados. Cada vez que fue le dijeron que “a lo mejor, dentro de un tiempo...”, frase cuyo final no escuchaba pues él mismo la terminaba pensando “ustedes estén todos muertos”.
Cada vez que fue le comunicaron que el problema era de casa central.
Cada vez que fue sintió que la televisión por cable es linda toda vez que no haya que hacer reclamos.

Pesimismo
“Cuando quieras nos vemos”. “Cuando” es tan preciso como “algún día”. La experiencia le había enseñado que imprecisiones así marcan claramente que jamás se producirá el encuentro.

No necesariamente
“El otro día la vi a tu tía”, le dijo Ana a Lucrecia.
La respuesta le hizo suponer que se llevaban mal.
“El que está muy bien es Adrián”, cambió de tema.
La respuesta la llevó a pensar que ya no había noviazgo.
“Te queda lindo el pelo suelto”, opinó sonriendo.
La respuesta le hizo creer que ese no era el corte deseado.
Cuadras después se separaron. Lucrecia no le contó que la habían despedido del trabajo.

De paraísos y virtudes

Paraíso
Cada tanto se sueña con el paraíso. Antes de la idea del paraíso como lugar adonde ir a parar después del velorio, vale la pena recorrerlo como un lugar del planeta donde pasar ratos que lleven a sentir que la dicha existe y es mayúscula.
Aquí, la versión de Carmen Rodríguez y Viviana D.F., respectivamente, estudiantes de Comunicación Radiofónica del Programa Educativo de Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Su habilidad para la descripción recrea la perspectiva de una autora, para quien esta tarea consiste en pintar con palabras.

Queridos oyentes: Transmito desde Cayo Largo, una pequeña isla de 3 mil habitantes temporarios. Me acompañan el paisaje y el mar celeste caribeño, un oleaje más bien fuerte en algunos puntos y agua serena al otro lado.
Junto a turistas con muy buena onda vemos veleros ir mar adentro cada 15 minutos.
Hay una barra con riquísimos tragos cubanos; ¡hmmm, qué buenos!
Un señor llamado Isaac prepara souvenires con esa hermosa arena blanca, finita y blanca como la sal. Además, arena fría. ¡Qué placer!
Gente muy tranquila sin preocupación alguna, música en vivo a la orilla del mar y velas al atardecer. Al salir de allí, noche de recreación en el teatrino al aire libre y bares a los costados; abiertos unos, cerrados con aire acondicionado otros.
Lo que dejó este lugar es soñado. Gracias por escucharnos”.

Estamos vos y yo, solos en una isla donde solo está el paisaje, las olas, los pájaros y vegetación por doquier, sintiendo que nos ensordece el silencio, nos acaricia la brisa del mar, nos envuelve el perfume de las flores silvestres.
Vemos la entrada del sol recostados en un colchón de arenas blancas y apenas tibias, en esa puesta majestuosa con un sol rojo semejante al cráter de un volcán y que abarca completamente el horizonte.
Siento que si llegara el fin del mundo no lo notaríamos porque allí encontramos todo lo que necesitamos, el amor a la naturaleza y entre nosotros dos para enfrentar; aun sabiendo que de por vida tendríamos de vecinos solamente El Paraíso”.

Virtudes
Hay tareas simples. Según los estereotipos, encontrarle defectos a la suegra.
Hay tareas complicadas. No porque se trate de buscar agujas en un pajar, sino porque el control social informal dictamine que es agrandado o vanidoso quien habla bien de sí mismo
.
El riesgo de no reparar en las propias virtudes es mandar la autoestima por el tobogán. Estás invitado a hacer tu lista, como Carmen Rodríguez y Viviana D. F., respectivamente.

Dar
Muchos de mis momentos son de transmitir lo mejor de mí sin pensar en recibir. Veo que cada día que transcurre se van dando las cosas y a veces me pregunto por qué y cómo. Claro, soy así, me gusta compartir, hacer sentir afecto y compañerismo a la persona que está conmigo.
Siempre me gustó ayudar al prójimo y en estos días hice una obra de caridad y me sentí como si llegara al cielo.
Amo mucho a mi familia y a mis padres. Agradezco a la gente que me rodea, que es espectacular y sin obstáculos.
Me encanta reírme y pasarla bien. Y si veo a la otra persona decaída, me gusta hacerle ver que la vida es linda y vale vivirla.
Me encanta la buena educación de la gente, la sinceridad. Lo que no soporto es la mala onda y las agresiones, en esos casos trato de alejarme”.

Lo virtuoso o virtual
Cuando hablamos de virtudes, diría que es una disposición de obrar bien y evitar el mal.
Teologalmente, fe, esperanza y caridad. Cuánto de todo esto llevamos grabado en nuestras vidas cotidianas.
Tener integridad de ánimo y bondad de vida; ayudar a tus semejantes.
Ver una virtud en los demás es más fácil que en uno mismo.
Ser virtuoso es donar vida: llámese a la madre a punto de parir.
En el contexto del común de la gente, sería dominar un arte, pintar, dibujar, cantar, dirigir... Saber enseñar a tus semejantes lo que aprendés durante años de estudio, como los maestros, profesores, instructores.
En el matrimonio, aceptar al otro tal cual es.
En un grupo de estudio, saber sacar de la nada todo.
En un no vidente, hacerle sentir un paisaje.
En un enfermo, decirle que ya todo va a pasar y va a poder con el dolor.
Y en cuanto a la fe, como decirles a los demás lo que no se ve ni se toca, se siente.
Virtudes cardinales: Norte, Sur, Este, Oeste.
Prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Si hiciéramos de nuestras vidas una buena ensalada con todos estos condimentos, nos sería más fácil encontrar el porqué vivimos en un mundo tan desvirtuado. ¿Será porque no vemos nuestras propias virtudes?”.

26/8/09

Hablá, muchacho, hablá

Sentime una cosa
Conocía la frase hasta el cansancio de tanto escucharla en el trabajo y en la casa. Deseaba que el repertorio incluyera un “gracias” cada tanto. Un día se animó. Estaba pidiéndolo cuando volvió a sonar la frase. Apretó la barra de cereal chocolatado que tenía en su bolsillo derecho.
Se calló y dejó caer la oportunidad de poner límites.

Al pasar

Pasos
El tiempo había pasado lo suficiente como para que la herida hubiera cerrado. Lo suficiente para quien no protagoniza la historia.
De cada uno de los pasos por ese recuerdo se llevó sensaciones diferentes. Tan diferentes que por momentos creía que un huracán caótico se lo llevaba.
De cada tramo se desprendían deseos contradictorios, potentes, perturbadores.
La impaciencia lo hizo creer varias veces que estaba todo perdido.
Ni qué hablar de los paradigmas. Hoy estaba recostado en uno, mañana en otro, al rato en un tercero, después de nuevo en el segundo. Algunos le daban bienestar; otros, culpa.
Se despertó, dejó atrás las 4 derrotas consecutivas, se persignó y fue a la cancha.

Pasa
Tu teléfono es un número que no conozco ni recuerdo.
No me pasa lo mismo con tu cara.
Tu dirección importa poco.
No me pasa lo mismo con tus pensamientos.
Tu color favorito es un misterio. Me pasa lo mismo con tus sentimientos.

¿Qué pasa?
Dijiste que a lo sumo media hora. Dijiste que de ninguna manera. Dijiste que más vale buscara en otro lado. Dijiste que la cortara. Hay diálogos que terminan como empiezan.

Etapas y paciencia

Tiempo al tiempo

Por Carmen Rodríguez, alumna de Comunicación Radiofónica, Programa Educativo de Adultos Mayores

Como no quise terminar el secundario, me sentía bastante menos que mis amigas que tenían un título.
No terminé porque no quise, no porque mis papis no me dieran la oportunidad, pero con el tiempo conocí a una personita que fue la que me llevó a estar en este hermoso grupo del PEAM de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Yo dije: “¿estudiar? No, si soy una burra, a qué voy a ir”.
Pero gracias a ella me encaminé y acá estoy disfrutando del compañerismo. ¡Qué lindo! Ya con 52 años no me hallo con eso pendiente.
Ahora me veo crecer y expresarme, aunque me cuesta mucho. Sé ahora lo que puedo dar y que puedo más todavía, así que uno en la vida todos los días tiene que agradecer a Dios por las miles de oportunidades y saberlas aprovechar.

14/8/09

De "Simplemente no te quiere"

Para más de uno, "Simplemente no te quiere" puede ser una película dulzona. Para otros, una película larga. No faltan quienes la consideran una pieza para reflexionar durante y después del buen rato que depara.
A continuación, hilo que dejó su carretel:

Simplemente no te quiere” es una verdad que a menudo preferimos ocultar con mentiras y excusas, entre otros sustitutos de la tristeza que resulta de asumir algunas situaciones.

Al cabo de siete años de noviazgo con un hombre que desestima el valor del matrimonio como compromiso, el personaje de Jennifer Aniston asegura: “Los tipos que dicen no creer en el matrimonio te dejan y a los seis meses se casan con una de 24 años que vieron en el gimnasio”.

En la misma película hay tanta tela para cortar que se podría dar trabajo a cientos de tenderos. La influencia que sobre nuestras lecturas ejerce la posición en la que vivimos tiene éste, entre otros botones de muestra: el esposo le confiesa a la mujer que la estuvo engañando. Lo hace con la expectativa de que así se corte el matrimonio, lo cual no sucede. Ella, al hablarlo con una amiga, dice: “Me lo contó él mismo, no esperó a que lo pescara, eso requiere valor”.
Hablando de valor, al fulano ni se le ocurre terminar con el matrimonio al notar que su esposa, engañada y todo, considera que corresponde seguir.

De la música al papel

El ejercicio era armar textos aplicando conceptos sociológicos a partir de tramos de canciones de Andrés Calamaro, Fabiana Cantilo y Fito Páez.

Esto redactó Pilar Jerabek, de 3º año del Colegio San Ignacio:
Mi opinión sobre la expresión “Brindo por el futuro” depende de muchos elementos, tales como la edad, la socialización recibida, mi familia (socialización primaria), los medios y todos los factores que me influyen y ayudan a constituir mi identidad.
Como apenas soy adolescente no pienso ni me preocupo tanto acerca del futuro como los adultos o los jóvenes. Aunque a veces, comparada con algunos amigos, creo que pienso más que ellos al respecto. Por ejemplo, sé lo que quiero hacer cuando crezca o la universidad a la que quiero ir.
A veces sueño con la familia que quiero tener y los valores que quiero enseñarles a mis hijos e hijas. Y raramente pienso en lo rápido que pasa el tiempo.
Esta forma de ser, distinta de la de otros, está relacionada con mi familia, con lo que me enseñó, y con la cultura en la que vivo. Porque, por ejemplo, una mujer paquistaní probablemente no se imagine yendo a la universidad, sin que esto pretenda estereotiparlas.
Tampoco podemos olvidar el concepto de grupo de pares, que tanto influye sobre una persona. Nuestros amigos son realmente importantes, especialmente en la adolescencia. Esto sella a cada persona dado que durante este período uno va construyendo su identidad.
Como es sabido, la gente aprende de sus errores. Pero no puede hacerlo si no sufre sus consecuencias, sean aplicadas por el control social formal o informal. Por lo tanto es posible plantear que los controles sociales nos ayudan a construir la personalidad.
En cuanto a futuro, desde mis chances de vida creo que podré ir a la universidad mientras que un chico pobre –sin ánimo de estereotipar- quizás no piense así pues sus condiciones económicas influyen sobre sus expectativas y objetivos.
Acerca de los medios, inciden en nuestros conceptos y maneras de pensar. Por ejemplo, algunas novelas pueden hacernos pensar que la educación y el futuro no son importantes, que deberíamos vivir en presente, como si cada día fuera nuestro último día sobre la Tierra.
Finalmente, puedo decir que soy una persona que “brinda por el futuro”, y si bien no todos los días, a menudo piensa en su futuro y, antes de hacer algunas acciones, piensa en sus consecuencias. Esta forma de ser es el resultado de la socialización, el grupo de pares, la edad, la cultura en la que vivo, los medios, el control social, el status, etc.

Así escribió Francisco Eguren, 3º año del Colegio San Ignacio:
Pienso que la expresión “Estoy cansado de esperar” me representa porque me pasa en algunos situaciones de la vida diaria, por ejemplo cuando estoy esperando un regalo u otra cosa. Pero también creo que mi opinión se relaciona con conceptos sociales como familia, edad, etc.
Familia porque es la principal fuente de aprendizaje y la primera socialización, de modo que uno aprende de su padre o de su madre, por lo tanto el comportamiento que tenga en la escuela o en otros lugares de alguna forma refleja los pensamientos de mi familia.
También la edad es muy importante pues pienso que si me dan esta tarea dentro de unos años, escribiré una respuesta completamente distinta porque entonces tendré más experiencia y sabré más sobre la vida, aparte de un mayor conocimiento escolar y diferentes creencias.
La cultura también influye sobre el tema porque cuando pensás en diversas culturas estás considerando diferentes formas de vida, de comer, de creer, de comportarse, etc. Por ejemplo: un adolescente japonés escribirá una respuesta totalmente distinta ya que pertenece a una cultura distinta.
En conclusión, puedo decir que la expresión “estoy cansado de esperar” se presenta usualmente en adolescentes y niños, y puede ser raro encontrarla en los adultos porque tienen más experiencia y conocimiento y saben que si esperan tendrán lo que quieren. Claro que, como dice un amigo, “el que no llora, no mama”.

31/7/09

Cómoda neutralidad

Cuidado con el relativismo
“Si la esclavitud no es mala, nada es malo”. Palabras más acá o más allá de la traducción, es lo que dijo Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos. La frase es terminante, por lo que se lleva mal con el relativismo. A propósito del tema -siguió escribiendo Julieta-, creo que fue el arzobispo protestante Desmond Tutu el que dio una lección respecto de cuándo no es virtud y cuándo sí evitar meterse en problemas de otros. Fue cuando planteó que si un elefante está por pisarla, a la hormiga no le va a gustar ni medio que uno sea neutral.

¿Descubrir o inventar?

Dos palabras
En el programa radial ‘La Venganza Será Terrible’, Alejandro Dolina decía a menudo que tal científico había inventado la circulación de la sangre. Gabriel Rolón refutaba la expresión y proponía que la circulación de la sangre no se inventa sino que se descubre.
El momento gracioso originado en el talento de Dolina, una de cuyas presentaciones es el humor, ayuda a pensar en el trabajo docente. ¿Un maestro inventa o descubre capacidades en el estudiante?
Asumida la circulación sanguínea, es posible mejorarla, ya sea a través del ejercicio físico, la buena alimentación y demás hábitos saludables.
Asumido que un alumno tiene talentos, se lo puede ayudar a descubrirlos”.
Julieta llegó convencida hasta acá al primer texto pedido por la profesora de Introducción a la Psicopedagogía, materia que daban los lunes de 12 a 14, con permiso de comer en el aula. Le entraron dudas y ansiedad, lo que la llevó a morder sin saborear dos facturas. Vio salir a la profesora, la vio entrar con un yogur, vio que le quedaban 45 minutos y pudo continuar.
“¿Y en el amor? ¿Se puede inventar el amor por alguien o es algo que se descubre y se perfecciona con esfuerzo?
La circulación de la sangre no se inventa, existe sin necesidad de que una persona la cree. Lo mismo ocurre con el planeta, el agua y el sol. El hombre puede inventar un libro de geografía, el agua mineral y un protector solar. O sea: el libro de geografía aparece después del planeta; el agua mineral, después del agua; el protector solar, después del sol.
Desde esta base es válido concluir que los inventos requieren de materia prima.
Más de un estudiante, como muchas otras personas, tiene talentos, pero no lo cree -o elige no creerlo para evitar la fatiga- o no lo sabe. Los docentes tendrían que ayudar a los alumnos a descubrir todo lo que tienen y a creer que vale la pena esforzarse para inventar conocimiento”.

Invisibilidad y pensamientos

Alguien en la espalda
Mirar y rever para disfutar y agradecer. Los episodios de El Chavo son gemas. Programa hecho con dos mangos, es capaz de enseñar desde el humor más allá de las épocas. Hijo de un tiempo ajeno a teléfonos celulares, Internet, mp5, videoclips, notebooks, control remoto, dvd, por citar algunos elementos que formatearon otro ritmo de vida, sigue siendo pieza necesaria en la televisión de hoy.
Un escobazo a la espalda de Don Barriga provoca gracia por la inocencia de El Chavo, que pega pues cree que así lo salva al dueño de la vecindad de los ataques de El Hombre Invisible.
La prueba de que El Hombre Invisible existe es que “no lo veo”, tal la explicación de El Chavo a Quico.

Ojalá ayude
Ojalá ayude pensar en el trabajo de todos los que nos permiten vivir, desde el colectivero que nos lleva a la oficina hasta el verdulero gracias al cual equilibramos la dieta.
Ojalá ayude asumir que nuestros errores no son los únicos.
Ojalá ayude la música a los que necesitan remanso.
Ojalá ayude saber que hay, al menos, un amigazo.
Ojalá ayude evocar las grandezas de quienes nos fastidian por pequeñeces.

29/6/09

Ajenos buscando

Ajenos
Cada día rutinariamente los vecinos se saludaban sin más que eso. No sabían de sus intereses, motivaciones ni vida de cada quien.Hasta que llegó el andamiaje para edificar una gran fábrica de muebles en el barrio.Ello los motivó a aliarse intercambiando palabras, juntando firmas, reuniéndose a menudo para evitar la posible concreción del proyecto. El problema común alejó el fantasma de la incomunicación.

Buscando
Juan era inquieto intelectualmente. Se levantaba viendo qué podía aprender ese día. Religiosamente leía todos los diarios, veía noticias, asistía a simposios, conferencias y clases de filosofía que le llenaban su vida.Solicitaba programas para estar actualizado en lo último de software, psicología, sociología.Pero no se quedaba allí. En su espíritu inquieto buscaba… paz, el milagro de tener esa paz interior que no lograba consolidar. Esa ambigüedad hacía de él una persona taciturna. Un ser humano que a la vista de otros era considerado “raro”.

Autora de ambos textos: Elena Faricelli, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

"Y bueno, será así..."

“Y bueno, será así…”
El maestro les dijo a los alumnos: “A veces hay que ser un poquito loco para que las cosas salgan”. Ellos le pidieron un ejemplo.
“Miren, si les contara uno o dos les estaría restando una o dos posibilidades para el ejercicio que tienen que tener listo para dentro de cinco minutos. Sé que el pedido (20 renglones) es de tal magnitud que lo razonable sería que me insultasen, pero justamente lo mejor que pueden hacer es ser un poquito locos y no insultar. Antes bien, sean un poquito locos y escriban.
Julieta pensó entregar en blanco. Era lógico ante lo que consideraba un pedido alocado. La frenaba saber que esa nota era determinante para aprobar el cuatrimestre.

Pasatiempo
Un domingo empezó a buscar la formación ideal de Boca. Hizo unas cuantas tachaduras, como que se trataba de buenos jugadores, claro que en su peor etapa, la cual llevaba un tiempo largo a esas alturas de la impaciencia y el exitismo.
Cambió de pasatiempo cuando empezaba a agujerear la hoja y los insultos empezaban a oírse desde el piso de arriba.

Antonio, enojado
El licenciado Antonio pidió la palabra y lanzó uno de los exabruptos que ponía la asamblea en la frontera con el sainete.
Algunos dudaban acerca de dejarlo hablar; sabido era que decía banalidades cuando estaba con la buena y que insultaba las demás veces.
El miércoles, sin ir más lejos, García resolvió dejarlo hablar y Antonio compartió estas expresiones: “Si la pava hierve y el pavo está frío, ¿con quién tendrá pavitos esta pobre animalita?”. Y cambiando de tema, compañero García, le quiero decir que es usted un estúpido, por no decir lo que realmente pienso pues hay damas, por llamarlas de alguna manera, en este local.
La reunión terminó con una silbatina contra Antonio, que mantuvo su contenido enojo hasta que un escupitajo lo llevó a romper su camisa simulando descontroladas ganas de pelear, a sabiendas de que un vallado policial lo separaba de sus enemigos.

22/6/09

Lentes de aumento

Lentes de aumento
"Hacela, hacela, hacela". La expresión lo llevaba al personaje de Favio Posca en "El dedo en la llaga". No la aplicaba, como él, para pedir cigarrillos. La tenía escrita para acordarse de lo que tenía que poner en práctica.
El maldito Iván Noble lo llevaba a la nostalgia con canciones como "Vuelve Peluca" y "No retiro lo dicho".
"Hacela, hacela, hacela" volvió a escribir cuando escuchó "Cada cual carga sus cruces como puede". Creía conocer su diagnóstico y sentía que era difícil cambiarlo. Levantó su ánimo distinguir entre las situaciones y la forma en que las percibía.

Desempate
-11 y 35.
-'Tá bien, gracias.
Salió como para la cocina. Raro que no haya llevado el termo.
Son las 14.15 y no ha vuelto.
Lo fue a buscar García, uno de sus cargosos entrevistados. Lo encontró en el comedor de la productora.
-¿Todo bien, compañero?
-'Tá todo bien.
Por suerte no sabía mentir. Para su desdicha, apenas si contó su problema. Por suerte, García entendió el resto. Para su desdicha, resolverlo era tan posible como un triunfo del Partido Obrero.
Por suerte, ese día terminó sus cavilaciones con un argumento positivo.

12/6/09

Agujas de la vida

Agujas de la vida
Al rato se hicieron las seis. Ninguno de los cuatro había quedado. Dos se fueron por el acceso sur. Otro tomó rumbo al norte. El otro, al camarín. La obra bajaba de cartel, la discordia no.
Al rato se hicieron las seis. La última materia seguía pendiente. Las tijeras no cortaron el pelo y los choripanes fueron a parar al comedor comunitario a tres cuadras.
Al rato se hicieron las seis. El colectivo llegó y empezó a caer el telón a un unipersonal de la ilusión, eufemismo de amor no correspondido.
Al rato se hicieron las seis. La prueba terminó y los abrazos silenciosos entre familiares son la discreta e irrefrenable alegría en el pasillo de la clínica.
Al rato se hicieron las seis. El noticiero tituló “Pibe chorro mata a turista” mientras el grafiti sigue diciendo “Ningún pibe nace chorro”.
Al rato se hicieron las seis. Ella fue a la casa de su novio. Otra vez no estaba.
Al rato se hicieron las seis. El fue a la casa de su novia. Otra vez no estaba.
Al rato se hicieron las seis. Los dos desconfiaron.
Varias veces más se hicieron las seis. Se casaron. Se celaron. Se engañaron. Los velaron.

Obra
“Tomalo con calma”, le sugirió Antonio a Enrique. “No dejes que te afecte”, agregó. Enrique sabía que Antonio tenía muy claro el panorama de las voluntades dispares como que era padre de tres hijos que casi nunca sentían por el estudio la responsabilidad que él les inculcaba.
También sabía que Antonio se repetía las frases porque muchas veces no se las creía. Aun así le daba crédito a la estrategia a la luz de lo que era Antonio antes de ese tipo de recordatorios.
El problema de Enrique eran las situaciones nuevas. Una vez que había aprendido a lidiar con lo de siempre aparecía un cambio que vaya si lo afectaba.
La memoria le sirvió para recordar un sabio dicho adolescente: “La mitad de los problemas que sufrimos, los sufrimos por nuestra propia decisión”. Ahora tiene otra herramienta para cincelarse días felices.

Algunos días

Vacaciones soñadas
Y los días pasaron. Fue cuestión de olvidar sueños que no habrían de cumplirse y de asumir que había alrededores desconocidos.
Hubo que cambiar el rumbo. Como al cabo de cualquier viaje, descansar fue una necesidad. Dormir sí, quedarse dormido no.
Se impuso pensar en lo que vendría sin urgencia ni pereza, lo que requiere un equilibrio ideal -¿con i de imposible?
Finalmente, empezaron las vacaciones en el río después de un día en la laguna y de varios meses planeando el viaje al mar.

Final timbrado
Cuatro veces fueron a la puerta con la misma cantinela.
Cuatro veces se quedaron sin respuesta.
Un censo no puede empezar a las 8 de la mañana.
Y los siguientes intentos no corresponden a la hora de la siesta.

Autodidacta
“De cada partido quedan enseñanzas”, escribió en la hoja de lo que tendría que asumir.
“No siempre aplico las enseñanzas”, en la hoja de lo que asumía a su pesar.
“Tengo que saber que no todo es quiero o no quiero”, en la hoja de lo que a su ánimo le convenía asimilar.
“No toda mentira es mala”, en la hoja de lo que requería ser un buen jugador de truco.

9/6/09

Felicidades, estudiante

Variables
“¡Maldita vieja!”, masculló Julieta antes de resignarse a hacer el trabajo relativo a felicidad y aspectos culturales.
Pasó el fin de semana odiando a la profesora y siguió haciéndolo hasta el lunes a la noche, cuando al odio le tuvo que agregar pensamientos para entregar el práctico al día siguiente.
Tenía que aplicar lo que a su juicio eran derivaciones del etnocentrismo y el relativismo ligadas a la felicidad. Debía considerar situaciones en el plano político y en el familiar. Otro concepto a incluir en el texto era conocimiento.
Arañó un 7 después de que la profesora leyera esto:

Supongamos que nunca me entero de que existe la película “Los Fabulosos Baker Boys”. Si desconozco lo que me pierdo, jamás lamentaré no verla. En este caso, podría decir que la ignorancia ayuda a mi felicidad. La misma idea cabe para la mayor parte de especímenes que aparecen en los programas de televisión. Si tengo dos dedos de frente, los veo y me dan alergia; si vivo como si la reflexión fuera pecado mortal, capaz que me gusten y entonces me ahorre mala sangre.
Los ejemplos se me caen cuando me acuerdo de “La casa de Asterión”, cuento de Borges cuyo protagonista admite que no aprendió a leer y que entonces a menudo siente que “las noches y los días son largos”. Sus distracciones están a tono: “Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado”.
Un poco se me ata la rama con la hipótesis de la feliz ignorancia cuando pienso en esto:
Un hijo vive contento junto a su padre, que apenas lo atiende. Ni calzado le da. Tampoco lo manda al colegio. Todos en el vecindario proceden así. El muchacho, sin chance de comparar, cree que el suyo y los demás son buenos padres. Maldice el día en que un pibe de otro barrio llega con zapatos, carpeta y guardapolvo. Se entera de que existen modos de proteger los pies y de alimentar la vista y la cabeza. Se entristece mucho porque siente que su padre no cambiará.
Es cierto que el chico sufre un bajón anímico provocado por el conocimiento. Tan cierto como que gracias al conocimiento tiene la posibilidad de cambiar y cortar la cadena de paternidades desacertadas. Podríamos resumir el panorama de este modo: “Sufrí hoy vos para que otros no sufran por tus tonterías mañana”. La conclusión no lo convence al chico de la historia. Al fin y al cabo, su padre no era un modelo de generosidad. Decide entonces que el día de mañana será igual a su padre. Una pena doble: para la sociedad, por las consecuencias; para él, porque tuvo en sus manos el conocimiento, es decir, la alternativa de tomar una buena decisión, pese a lo cual eligió mal.
Listo: Ya desaté la rama. Desde el momento en que uno sabe, es responsable de sus actos. Tenía razón el libro de Etica de Cristina Suárez y Carlos Bría.
¡Será posible! Se me ató de nuevo la rama. ¿Tiene sentido darle conocimiento a un chico que está mal rodeado? ¿Tiene sentido hablarle de los deberes de los padres a un chico cuyos padres son desastrosos? ¿No es esto poner el dedo en la llaga? Se me ocurre que sí. Pero también se me ocurre que si el chico nunca se entera de que lo que le hacen está mal, lo más probable es que lo repita. Será cuestión, entonces, de darle no sólo conocimiento sino apoyo anímico para que no se caiga en el camino hacia el cambio. Obvio que no es fácil. Bien sé lo que cuesta cambiar inercias. Pero vale la pena.
Después de todo, es como decirle que puede matar a alguien al tipo que festeja año nuevo metiendo tiros al aire. Por un lado, le estamos sacando una forma de diversión. Por otro lado, y esto es muchísimo más importante, lo estamos ayudando a vivir sin causar muertes.

Gobiernos
Ya que el práctico lo pide, pasemos a los gobiernos. Resulta mucho más cómodo ejercer el poder partiendo de la base de que la ignorancia es afín a la felicidad. “Hagamos que la gente sepa poco, de modo que no advierta aquello de lo que la privamos; si la gente es feliz con nada o casi nada, con que hagamos nada o casi nada ya seremos un buen gobierno”. Comprendo esta lógica, claro que no me resulta respetable.
Sí me merecen respeto los gobiernos que siembran saber porque al hacerlo construyen una ciudadanía conciente y eso, en definitiva, es formar un pueblo exigente que ayuda a trazar un círculo virtuoso.
Respecto del etnocentrismo y el relativismo es mucho lo que se puede decir -de este modo empezaba Julieta los párrafos en los que estaba insegura-. A grandes rasgos, un etnocéntrico es cualquiera que toma su posición como punto de vista universal. Ejemplo: si veo un programa humorístico de Estados Unidos y porque no me gusta digo que es pura basura, soy una etnocéntrica de aquéllas. Si escucho maullar a quien se dice cantante y lo califico como “un artista que tiene una forma de cantar distinta”, soy una maldita relativista y cobarde porque me refugio en que lo otro es diferente en vez de decir que es una porquería.
Si tuviera que pensar en gobiernos etnocéntricos, tomaría como ejemplos algunos que le eligen la calidad de vida a la gente como si ellos fueran los dueños de la verdad. “Como ustedes son incapaces de quitarse de encima a este tirano, vamos a intervenir nosotros. Si el costo es dejarles el país destruido por décadas, no importa. Si el costo es que les matemos guerrilleros, civiles y todo lo que tenga un aspecto que a nosotros no nos guste, tampoco importa”.
Esto me causa desagrado. Y el relativismo también. Me imagino que el relativismo haría a un gobierno decir “Mirá a ese padre que le patea la cabeza al hijo, qué forma diferente a la mía tiene de educarlo” en vez de tomar las medidas legales correspondientes con ese hombre.

Familia
Acá, si no entiendo mal, la cosa es más llana. Cuando somos chicos, nuestros padres ejercen el etnocentrismo y nosotros lo aceptamos: nos dicen qué es lo mejor para nosotros y nos toman las decisiones. Cuando somos adolescentes, nos gusta menos esta modalidad de gobierno sobre nosotros.
Ni hablar cuando nos enamoramos. Cuando esto pasa, una madre etnocéntrica a la que no le gusta nuestro novio es una madre odiable. En ese momento daríamos nuestro reino por una madre relativista, tipo “Y bueno, si a la nena le gusta...”.
Por supuesto que, en lo inmediato, a un padre o madre de adolescentes o jóvenes les conviene jugar el rol de relativistas, ese que no generará rechazo entre sus hijos. El tema pasa por determinar qué implica ser padre: ¿se es padre para que el hijo sonría o se es padre para darle lo mejor aun a riesgo de malos ratos? Me acuerdo de la Madre Teresa de Calculta, quien decía algo así como “hay que amar hasta que duela”. Y creo que un padre con el sí fácil no siente dolor por amar; en todo caso algún día sentirá el dolor que deriva de la culpa por haber obrado desde lo más cómodo, que no siempre es lo mejor.

Culturas
¿Está bien respetar las autonomías si en su nombre se violan derechos humanos? Desde ya que es una pregunta que se han hecho unos cuantos. Y la respuesta es que existen derechos a respetar aquí, en Indonesia y en la Antártida.
O sea: un país que decide matar a piedrazos a una mujer que comete adulterio no merece que se le dé vía libre en nombre del respeto a la diferencia pues hacerlo es lisa y llanamente cruzarse de brazos ante una violación de derechos humanos. Claro que tampoco es cuestión de llegar con la defensa de los derechos en una mano y la botella de gaseosa y hamburguesas en la otra, como cobro cultural por los servicios prestados.
Alguien puede decirme que la mujer que camina detrás del hombre en algunos países o la que no tiene acceso a la educación es feliz. La respuesta: su felicidad es la misma que la felicidad del chico cuyo padre no lo mandaba a la escuela ni le daba zapatos o zapatillas. Dicho de otro modo, no creo en la felicidad resultante de la ignorancia de los derechos. Más que de la felicidad, eso está cerca de la explotación.

8/6/09

Demasiado distintos

Dibujos
Por Juan Ignacio Giordana, sexto año, IPEM 252 Río de los Sauces

Desde los problemas en la comunicación, una historia tal vez inverosímil, aunque mucho más cercana de lo que pueda parecer.

Jorge era un mudo que había quedado locamente enamorado de una australiana. Ella no sabía realizar las señas con las cuales comunicarse y tampoco entendía español.
Esto hizo las cosas un tanto difíciles para Jorge. Pero por qué no dibujar y hacerle entender lo que sentía mediante colores y formas.
Dibujó en una hoja un muchacho y una muchacha de la mano entrando a una iglesia.
La chica que venía de Australia no entendió lo que él quiso expresar ya que allí no estaba la tradición de casarse por iglesia.
Lo intentó dibujando una pareja de novios sentados en la plaza dándoles de comer a unas palomas, pero ella lo asimiló a una pareja de ancianos, por lo que tampoco sirvió de mucho.
Por último, a Jorge se le ocurrió dibujarle a dos personas caminando de la mano por la ribera de un río, más atrás un mantel sobre el suelo con los elementos para un picnic, y entre las dos personas un corazón.
Pero había llegado tarde porque ella ya había partido.

Fotos y relatos

Todo cambia para bien… sólo tiempo
Por Agustina Rivoiro, sexto año IPEM 252 Río de los Sauces

La consigna era escribir un relato con dos personajes a partir de cuatro fotos.

Cuando conocí a Diego, por su forma de vestir hubiese jurado que era millonario. Yo (Rubí), muy desafortunada, sin un centavo en el bolsillo y… qué mejor partido que un niño millonario a punto de recibirse de médico. Lo que no sabía es que él no era millonario y que limpiaba los baños en el Congreso como empleo extra y que estudiaba gracias a una beca. Lo peor de todo es que yo estaba enamorada hasta los huesos, pero más grande era mi ambición y decidí romper con él. Lo traté mal y hasta creo haber herido sus sentimientos.
El no se rindió tan fácil, prometió darme la vida que merecía y trabajar si era posible 26 horas al día. Yo, muy enojada, contesté con sonrisa burlona que para pobre estaba yo y que ni con 200 horas al día podría pagar la vida que merecía. Lloró y me imploró que no lo dejara, que había visto un departamento en alquiler, que me casara con él en la catedral. Yo me fui, dejándolo allí.
Poco después salí con un millonario casado que me golpeaba. A los 3 meses me abandonó. Un año después, viendo noticias, fue primicia: el médico más famoso y rico del mundo se casaba y era él, se lo veía enamorado y feliz. Y yo pago mi condena viviendo en la miseria, sin el hombre que amo y sin nadie alrededor por lo arrogante que siempre fui.

Historia de amor urbana
Por Antonella Boarini, sexto año, IPEM 252 Río de los Sauces

En un pequeño negocio, en plena ciudad, la conocí. Era mi cliente número uno, siempre queriendo vestir a la moda, con sus carteras de colores, sus lentes, trajecito y no podían faltar los abrigos de temporada.
Entre palabras y risas nos enamoramos, pero éramos muy diferentes; ella toda una ejecutiva del Congreso Nacional, muy simpática y dulce, yo un pobre vendedor de ropa en un sucucho de 3 por 3, muy soñador y seguro de lo que quería.
Una tarde decidí declararle mi amor y la invité a tomar algo en un bar que estaba a la vuelta de mi local.
Fuimos, entre cafecito y miradas cómplices, nos dimos cuenta de que habíamos nacido para estar juntos, que soñábamos con lo mismo y que los dos buscábamos la felicidad.
Como es de esperar, después de cuatro años de novios nos casamos en la catedral de la ciudad. Fue uno de los mejores días de mi vida. Ahora ya formamos una familia, nuestros sueños se hicieron realidad.
Logramos la felicidad sólo por la fuerza del amor entre los dos.

3/6/09

Grafitis

La consigna: aplicar grafitis como recurso expresivo en una nota radial de un minuto.

Por Elena, taller de Comunicación Radiofónica II, Programa Educativo de Adultos Mayores, UNRC

Estimados radio escuchas, hoy voy a hablarles a través de unos grafitis que pude ver en las calles de mi ciudad.
Una tarde… al pasar por esa esquina me llamó la atención el grafiti “Todos prometen y nadie cumple. Vote por Nadie”. En él vi reflejada la incredulidad de la gente hacia los políticos.
Qué revés para el funcionamiento democrático. Pensar que ya no hay partidos políticos sino nombres y agrupaciones diferentes. Semejanza con un torbellino de gente que quiere aspirar a algo, pero …para qué?
Reviso la historia, la época en la que lo personal era dejado de lado por el bien común, los pro-hombres como Sarmiento, Rivadavia, Belgrano…
En qué se transformó nuestra sociedad para que en otra pared leyera: “Los políticos y los pañales deben ser cambiados con frecuencia… Ambos por la misma razón”.
Ciertamente el arbitrario abuso de poder, la corrupción y el vivir-decir de los “políticos” ha hecho que se sintetice así el repudio y la disconformidad. Recursos a los que cabría no apelar debido al daño que se ocasiona en propiedades privadas.

2/6/09

Mayúsculo Flaco favor

Nota musical
“Todas las hojas son del viento”, escribió Julieta una vez más en la carpeta para empezar un trabajo práctico, esta vez de Biología. La profesora se lo devolvió sin el imaginable signo de pregunta sino con una parte de “El anillo del capitán Beto”.
Julieta casi no se fastidió por el 7 que para ella podría haber sido 8,50.

Cuarenta
“Ese relator hacía algo menos duras las derrotas”.
“Ese manicomio estaba lleno de problemas de fronteras” (letra de una canción de Los Rodríguez).
“Ese florero se había salvado de varias mudanzas”.
“Ese termo jamás estuvo siquiera cerca de romperse”.
“Ese disco era de los que más escuchaba”.

Con estas frases, Adrián Ramírez aprobó en el coloquio de diciembre. La consigna era armar cinco frases de ocho palabras, cada una con sujeto y predicado.
Al leer la cuarta, el profesor ya sabía que Ramírez estaba eximido. Le preguntó por qué había llegado hasta diciembre.
Ramírez sonrió, sacó una hoja y escribió: “Me dejo estar bastante más de la cuenta”.

Miradas al "Gran Cuñado"

En media hora, estudiantes de 4º año del Colegio San Ignacio se pusieron a escribir de un programa del que mucho se habla. El resultado: la conjunción de ojos que ven y mentes despiertas, agudas.

Ni tanto, ni tan poco
Por Alvaro Calace y Felipe Pauletti

En este ensayo, vamos a decir hasta qué punto las mímicas y burlas ejecutadas a través del show “Gran Cuñado” respecto de políticos influyen en los pensamientos de quienes ven el programa.
Primero, es importante tener en cuenta al responder esta pregunta que este show es comercial, por lo tanto su objetivo es obtener ganancias.
Para lograrlo, un montón de gente tiene que verlo. Burlarse de figuras políticas es meramente una herramienta para atraer la atención del público. Sin embargo, hacer esto es controversial de dos modos distintos: no está completamente claro si es “correcto” reírse de los políticos y cuán peligroso es para los televidentes.
La imitación consiste en una exageración de la realidad. El show no es exactamente ficción ni un reflejo de la forma en que se comportan los políticos.
En realidad, hay una mezcla de algunas características de la conducta de las figuras políticas e ideas de los productores del programa que tienen como objetivo hacerlo divertido, de tal forma que llame la atención de la teleaudiencia, que se siente atraída por este tipo de presentaciones.
Desde nuestra perspectiva, el show no es políticamente correcto dado que no es del todo respetuoso de leyes y normas. A pesar del hecho de que hay libertad de discurso en nuestra sociedad, burlarse de políticos es incorrecto no por su status sino por la libertad que tiene cada ser humano. El modo en que el show se presenta se superpone con esa libertad.
En cuanto a la forma en que este show influye en los pensamientos de la gente, creemos que los efectos varían de acuerdo con la edad de los televidentes. Alguien que ya tiene experiencia en temas políticos será capaz de distinguir entre el modo real de comportamiento de los dirigentes y el irreal. Esta gente probablemente sea adolescente y adulta.
Los niños, en cambio, pueden tomar una inadecuada primera impresión de los políticos.
En conclusión, pensamos que el show no es completamente correcto pues se superpone con la libertad humana, pero no es tan dañino en tanto los televidentes tienen algo de educación política.


Rótulos
Por Josefina Sereno, Guadalupe de la Mota Boehler y Lucía Compagnucci

El show “Gran Cuñado” presentado en el programa “Showmatch” consiste en algunos personajes que imitan los gestos de los políticos reales. Pero a veces de esta forma, también muestran y ridiculizan sus actitudes.
Este tema puede ser considerado desde la levedad como divertido, no hostil, o como un tema serio y políticamente influyente, lo cual le da otro relieve a la situación y la hace preocupante.
En su socialización, la gente tiende a rotular elementos simplemente por su primera impresión. Por lo tanto, imaginemos si “Gran Cuñado” fuera la primera impresión política, lo cual es posible, de muchos chicos y también adultos que tienen una idea muy débil al respecto. Este tipo de gente sería seriamente afectada por cuanto se encontrarían sólo con la cara ridícula y mala de los políticos, la cual ciertamente no es la única.
Una de las consecuencias de este hecho es que como la reputación política varía con el show, las apreciaciones políticas de los televidentes acerca de los ministros, el presidente, el vicepresidente y otros sería errónea y acaso afectaría a los votantes al momento de la elección.
Además el programa está en lo correcto al difundir esta clase de show tarde a la noche, cuando se supone que los chicos ya no están mirando televisión.
También las actitudes políticas están bien ocultas bajo los gestos personales, lo que implica no exponerlas directamente sino hacerlo de modo que tal vez no todos vean.
Otra consideración es que los políticos se quejan acerca de “Gran Cuñado”, pero no está bien que amenacen prohibir el show porque sería aun peor para ellos en tanto mostrarían que los rasgos expuestos por el programa son de alguna manera ciertos.


La propia medicina
Por Camila Gonella y Sofía Foglino

En el siguiente texto vamos a hablar de nuestro punto de vista de las imitaciones a políticos en “Gran Cuñado” de Marcelo Tinelli.
El show estereotipa las características físicas y actitudinales de los políticos, esto no es discriminatorio ni perjudicial para ellos porque es una manera de reír y entretener hecha libremente desde sus derechos. La gente que mira el programa puede o no ser afectada por esto dado que se trata de una exageración de los rasgos de los dirigentes, y quienes miran son los adultos, que tienen la capacidad de diferenciar broma y realidad y saben a quién y cómo elegir candidatos.
Por otra parte, muchos políticos siempre se ríen de nosotros al prometernos cosas que nunca hacen con tal de que los votemos. En este sentido, “Gran Cuñado” es un modo de abrirnos la cabeza al respecto y también constituye para Tinelli y la TV una forma de darles a esos políticos una dosis de su propia medicina.
Finalmente, “Showmatch” se caracteriza por reírse de la gente y hacer chistes, o sea que la gente interpreta “Gran Cuñado” como siempre ha sido el programa y no como un documental que quiere cambiar la mente y la opinión de la teleaudiencia.