28/9/20

Luces no siempre malas

Los errores nos acompañan, en algunos casos como la sombra bajo un sol que alumbra a toda hora y en otros, con menos frecuencia.

Carlos López, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, analiza qué errores está bien que aceptemos cometer y cuáles es preciso rechazar tanto como podamos. 

Asume que es sano salir de la norma "en situaciones cómicas" en las que la intención es "divertir a los interlocutores, utilizando frases célebres o científicas tergiversadas, ejemplo: 'El orden de los faroles no altera el alumbrado' siendo las palabras correctas 'factores' y 'resultados'. Utilizo mucho ese recurso porque es reírse y hacer reír de uno mismo, sin afectar a otros que pueden llegar a sentirse ofendidos o ser menoscabados. Incluso sirve para distinguir a aquel que por creerse muy ilustrado considera que es un error o falta de conocimiento y pone al desnudo su propia ignorancia".

Advierte este alumno de Narración Oral y Humor Gráfico del PEAM que debe tenerse cuidado; el recurso es como algunas especias que en su dosis justa mejoran y en exceso arruinan: "En alguna disertación muy seria puede llevar a confusiones, sobre todo si el auditorio está compuesto por niños o jóvenes, pues según el grado de respeto hacia el disertante, acaso toman algo como muy cierto. Hay que tener en cuenta que durante el desarrollo de una alocución no es difícil cometer un error".