Motivos para estar bien

"Charlando con una persona mayor, me dijo que lo ponía contento la salud, tener hijos, compartir tiempo con una buena compañera, estar vinculado con sus pares de las bochas, el deseo de mantenerse en actividad. Todo eso me manifestó que lo hacía feliz", reseña Ana Chevarría.

Para esta alumna del PEAM, la alegría llega "dando gracias por lo bueno y lo que pueda dificultar el día, por ejemplo las desavenencias. Ser agradecida todo el tiempo y dejar lo malo atrás", es una forma de bienestar a la que Ana se abraza. "Estar junto a la familia en sus luchas y la salud", la hacen sonreír, igual que "compartir encuentros con gente que aprecio, viajar, ver esa naturaleza que nos llena de alegría por su belleza desde lo árido a lo verde y las flores". Aunque hoy no se pueda viajar, los recorridos "quedan en las retinas y a uno lo hacen sentir vivo en estos momentos difíciles".

Otras vías de felicidad son "el amor a las cosas que nos ofrece el día a día" y la sensación de misterio o de un "ser supremo que maneja" los cambios de tiempo, los ventarrones, el sol, la brisa. Acaso lo más importante radique en lo que Ana deja para el final: "Ser útil a los demás, mantenerse ocupado en algo ligado a lo social, lo emocional, el compromiso con actividades que a uno le llenan el alma".