28/10/20

El vuelo de los rótulos

Según Cicerón, lo importante no es lo que se dice sino cómo se lo dice. Una noticia en un periódico, un incendio, un discurso cambian cuando se emiten por radio, por televisión o por Facebook. Por eso hay que ser muy cuidadoso con las palabras. Si las empleamos como rótulos, pueden ser muy crueles", sostiene Matilde Maffrand.

La estudiante de talleres literarios y de filosofia del PEAM interroga y afirma: "¿Los rótulos aportan o dañan? Los seres humanos tendemos a rotular a quienes nos rodean sin medir el compromiso de las palabras ni su dimensión. Con nuestros comentarios podemos llegar al juzgamiento creando inseguridades, incertidumbres, falsas expectativas.

Cada persona es única e irrepetible y dentro de este concepto entiendo que los sentidos desarrollan la potencialidad; hay quienes son visuales, auditivos, gustativos, olfativos, táctiles. Hay quienes manejan dos o más sentidos para interiorizar y comprender, y me pregunto: ¿la verdad dónde reside? ¿Fuera de nosotros, dentro de nosotros?". 

"La búsqueda de la verdad -sigue Matilde- ha estado entreverada dentro del trabajo de los filósofos. Lo hacen cuando tratan de comprender cómo se organizan sus pensamientos, cuándo examinan hacia qué objetivos tiende el poder o qué puede significar la violencia, cómo funciona el amor, qué significa la felicidad o la paz.

Los filósofos no son extraterrestres; experimentan nuestras mismas emociones y sufren las mismas pesadillas". 

Rumbo al comienzo

"Volviendo a las palabras y a su uso, vaya este textual de José Saramago: 'Las palabras se mueven mucho, cambian de un día a otro, son inestables como sombras, sombras ellas mismas, que tanto están como dejan de estar, pompas de jabón, caracolas que apenas dejan oír su respiración, troncos cortados".