Puertos
Conocimiento e incertidumbre, lados de una figura cuyas puntas a veces se alejan. El filósofo Jaime Barylko habla al respecto y Carlos López, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, comparte su interpretación.
-Soy lo que quiero ser ser pero me cruzo con el azar y me torno impredecible, yo, tu, nuestros hijos. Para Carlos, se trata de "una verdad muy cierta: los hados de la suerte o azar guían nuestras vidas y hay tantos ejemplos a diario... Por citar uno, el hundimiento del Titanic, una serie de desafortunadas ocasiones, apreciaciones, decisiones a partir del fortuito encuentro con el iceberg. Otros ejemplos marinos son los "poderosos barcos de guerra que fueron destruidos por un solo proyectil que se introdujera por una chimenea y echara por tierra la estrategia vencedora elaborada minuciosamente (acorazados Bismarck, Tirzpizt, Scharnahost, Hood, Yamato, Akagi, etcétera)". -Si lo desconocido es tanto o más grande que lo conocido, es menester abstenerse de querer comprenderlo todo o reducirlo a leve, de aplicación elemental. "Es verdad, lo desconocido es mucho mas grande que lo desconocido, lo vemos a diario. Por cada cosa que creemos aprendimos o que decimos saber surge una nueva pregunta, ¿por qué?, y así se seguirá sucesivamente. Cabe entonces, y toma su verdadero sentido la célebre frase de Sócrates: 'Solo sé que no sé nada'. Es como querer explicar, en términos físicos, tangibles, qué es el infinito, más para nosotros que nuestra existencia se desarrolla en un medio totalmente acotado. Carlos analiza "ventajas y desventajas de comprender todo. Ventajas: el cúmulo de conocimientos que pueden adquirirse, el afán de aprender cada día más ya que el alcance de nuestra mente es incalculable, superarse día a día, vivir en un contante desafío con uno mismo, en el caso de científicos es inconmensurable lo útil que puede ser para la humanidad. Desventajas: al conocer todo, sería una vida anodina, sin aspiraciones, pues ni los avatares del azar nos lograrían sustraer de la monotonía. Considero que es preferible no llegar a comprenderlo todo, lo cual veo muy natural, debido a nuestros propios límites, de lo contrario seríamos lo más parecido a un robot, pero sin alma, sin conciencia. Es decir máquinas". |