30/10/20

Ver más allá

"Cómo y cuánto cuesta pensar diferente", empieza Patricia Murphy su reflexión concerniente al destino de quienes promueven desde innovaciones a revoluciones. "Los artistas que fueron vanguardistas tuvieron una lucha intensa para imponer su arte. Todo lo que fuera moderno, cambio, transformación era visto como 'un pecado", acota.

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores enumera: "Lola Mora, Astor Piazzolla, Marta Minujín, Charly García, como tantos otros. Pensar y actuar fuera de los estándares establecidos causa en la mayoría de la sociedad un susto tremendo. No aceptamos cambios porque si hasta hoy vivimos así y nos fue bien, para qué vamos a cambiar", señala para tratar de entender la resistencia colectiva.

"En cambio, en los vanguardistas florece la imaginación, de crear, de abrir mentes". Suena bien, sin embargo se hace "cuesta arriba".

Evoca que "Lola Mora, por sus esculturas, ¡por fumar!, usar pantalones, era muy mal vista y se escondía en sus obras. 

A Piazzolla le achacaban que "lo que hacía no era tango, para la mayoría de los viejos tangueros era un insulto.

A Charly, que lo que hacía no era rock nacional. Guste o no, es un músico excelente".

¿Cómo disfrutar sin matar en el intento?

"Uno tiene que valor a los vanguardistas por su arte, no por su vida personal. Cada uno vivimos nuestras vidas como nos gusta, nos parece, sin importarnos lo que piense el otro, y es lo que hace esta gente.

Lo que más asombra es Marta Minujín. Es una loca linda. Hace esculturas de cualquier escultura que tenga a manos: libros (como años atrás, en plaza San Martín, Buenos Aires), metales, cartón. Gracias a ellos se han transformado los estándares establecidos como sociedad y es muy importante.

Todos los cambios no son malos. Fijémonos -pide Patricia- en los adultos, que hemos aprendido a usar una computadora, un teléfono, investigar por medio de él, videollamadas, todo es una cuestión de vanguardia que tuvimos que aprender si no queríamos caer en la vejez. 

Hay cambios mejor que otros, pero necesitamos fortalecer las cosas que son buenas. Siempre son importante los cambios y los vanguardistas son los que nos dan el puntapié inicial para ser una sociedad un poco mejor. Un poco, nada más".