7/10/20

Elevarse desde la bondad

Elena Moscone tiene que elegir un animal por cinco condiciones o atributos suyos que considera valiosos para los seres humanos. 

"Prefiero elegir a la oveja por su humildad. San Francisco de Asís las prefería por su referencia con nuestro señor Jesucristo y las sagradas escrituras. Tal vez por eso las elegía porque encontraba en ellas alguna semejanza alegórica del Hijo de Dios. Así se refería San Francisco: ¿No ves esa oveja que camina tan mansa entre cabras e irascos? Así caminaba Nuestro Señor Jesucristo".

Considera Elena que "la mansedumbre de la oveja puede constituir en el ser humano una cualidad que nos hace pacíficos, tolerantes, con esa paz que solo la oveja tiene".

La alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores aprecia "esa humildad del rebaño, ese compartir con el rebaño el mismo corral, los mismos alimentos". Agrega un toque literario para reforzar la idea:

"Así relata Jorge Bucay en Recuentos para Demian, en el capitulo Pobres Ovejas:

-Había una vez una familia de pastores. Tenían todas las ovejas juntas en un solo corral. Las alimentaban, las cuidaban, las paseaban. De vez en cuando, las ovejas trataban de escapar.

Aparecía entonces el más viejo de los pastores y les decía: 'Ustedes, ovejas inconscientes y soberbias. No saben que fuera del valle está lleno de peligros. Solamente aquí podrán tener agua, alimentos y, sobre todo, protección contra los lobos'.

Un día nació una oveja diferente, digamos una oveja negra. Tenía espíritu rebelde y animaba a sus compañeras a huir hacia la libertad de la pradera.

El viejo pastor debió visitar las ovejas para convencerlas de los peligros exteriores. No obstante, las ovejas estaban inquietas y cada vez que se las sacaba del corral, daba más trabajo reunirlas.

Hasta que una noche, la oveja negra las convenció y huyeron.

Los pastores no notaron nada hasta el amanecer, allí vieron el corral roto y vacío.

Todos juntos fueron a llorar a lo del anciano jefe de familia.

-Se han ido, se han ido.

¿Pobrecitas… y el hambre? ¿Y la sed? ¿Y el lobo? ¿Qué será de ellas sin nosotros?

El anciano tosió, dio una pitada a la pipa y dijo: 'Es verdad, ¿qué será de ellas sin nosotros? Y lo que es casi peor… ¿Qué será de nosotros sin ellas?'.

La historia marca para Elena "la necesidad del hombre de tener a su alrededor ovejas, mansas, proveedoras de su lana para abrigarnos, limpias, humildes y tranquilas". Ansía que sepamos tomar de ellas la tranquilidad y que, con "fe, esperanza y compromiso, trabajemos en pos de un mundo mejor con más solidaridad y menos individualismo. Con lo más noble del espíritu de rebaño".