8/10/20

Variantes

Desplazarse de un lado al otro es parte de necesidades y placeres. Los medios para hacerlo son tema del que se ocupa una estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores. 

"Es un rodado para nada difícil de manejar. Cuando una aprende, es muy útil para los mandados, pasear u otras tareas que se presenten", dice Lidia Olmedo de la bicicleta.

De su experiencia en moto, cuenta que "es muy lindo sentir que el aire acaricia el rostro". Una moto chica "no va a gran velocidad y es muy cómoda. Es fácil de conducir, siempre con precaución".

El auto es "un vehículo deseado por todos o casi. Te da más seguridad, puede llevar a más personas, equipajes, siempre y cuando respete las normas y controle la velocidad. A mí me encanta, aunque ahora es imposible", señala y agrega: "Me gustaría aprender a conducir".

"El tren: ¡qué bueno recordarlo! A los 17 años viajamos con la familia a Buenos Aires. Eran amplios y cómodos. Lo único, los asientos eran como bancos y todos de madera. No recuerdo cuántas horas tardaba en llegar; nosotros estábamos felices de viajar en tren".

"El colectivo" lleva a Lidia a "viajes a larga distancia". Siente que ha "tenido la suerte de poder viajar a distintas partes del país. Ahora tienen todas las comodidades y opciones: si es de día, aprovechar el paisaje, sacar fotos; si es de noche, ver una película. Nos da la oportunidad de conocer más lugares. En un viaje fuimos a Tucumán, Salta y Jujuy y después, a las Salinas Grandes. Es algo que no se olvida".

"Todos dicen que es muy lindo y rápido, pero yo no subiría por nada del mundo", señala del avión.

Otra es su opinión si le hablan de un barco. "En un viaje que hicimos a Bariloche, fuimos a una isla en un catamarán. Y en el Tigre, paseamos en un lanchón todo cerradito porque era invierno y hacia frío".

Su elección, "el colectivo".