Por la calle del bienestar
Carlos López piensa en actividades que lo hacen sentir bien, que lo dejan reluciente como los muebles de las publicidades de productos lustradores. A la par, apunta el costo de ese brillo.
1 – Escuchar, seleccionar y disfrutar de la música
Primero, elegir el ritmo; todos son hermosos pero diferentes, depende del estado de ánimo de ese momento. Escuchar los temas en varias oportunidades, lo mismo con los intérpretes, y seleccionar el o los preferidos. Buscar la biografía y curriculum de los autores y estudiarlos, cada uno tiene su personalidad. Copiar las letras e investigar si se trata de mera inspiración o algún motivo en particular, esto último es lo más común. Indagar qué quiere decir el creador del tema, las palabras utilizadas, su significado, el ambiente en que se desarrolla. Todo tiene un sentido.
Un escollo es el tiempo que insume, pero luego comienza el disfrute, cuando se conoce el porqué y el summum, poder difundirlo, que se conozca el motivo, no por satisfacción de un falso ego personal, sino porque considero que lo que alguien conoce no lo debe guardar para si mismo, eso es egoísmo puro. También se puede caer en la desilusión de que hay personas a quienes no les interesa, les gusta el tema solo por el sonido o sea el ruido. Hay una metáfora que en estos casos acude a mi mente y es de una chacarera de Carabajal que dice “cantor para cantar, si nada dicen tus versos, para qué vas a callar al silencio”, para mi es hermosa y me impulsa a compenetrarme cada vez más, es un desafío.
2 – Leer libros
Escollos: en mi caso particular, mi visión limitada.
Frutos: quién no disfruta de una buena lectura y describir el goce que produce significa escribir otro libro.
3 – Películas
Escollos: la visión y, en algunos casos, el idioma.
Frutos: poder intercambiar opiniones. Poder disfrutar entre otras cosas de paisajes.
4 – Historia
Escollos: el mayor escollo que se encuentra es la veracidad de la historia argentina, que para mi gusto está totalmente tergiversada, con falsos próceres, ocultamiento de hechos, exaltación de otros, es decir, escrita muy intencionadamente y me voy a atrever a dar ciertos nombres (algunos malos ejemplos: Mitre, Sarmiento, Urquiza) que, puedo decir sin empacho, me revuelven el estómago de ver la hipocresía con que actuaron y, sin embargo, por una buena que pudieran hacer, las otras (muertes) borran lo bueno.
Leer sobre los hechos ocultos o poco difundidos de la historia nacional e internacional, tratando de hacerlo sin objetividad.
Frutos: poder disfrutar de hacerlos conocer y hasta discutirlos a cualquier nivel. Me ha ocasionado problemas debido a la intolerancia existente, quizás yo también lo sea, pero no con aviesas intenciones.
5 – Reuniones
Reuniones familiares y/o de amigos, cantar, recitar, contar cuentos, anécdotas, rememorar cosas pasadas, hablar de política, nostalgias.
Escollos: en este momento, hace casi 9 meses que por obvias razones, no se pueden llevar a cabo y yo las extraño.
Frutos: enriquecerse espiritualmente. Sobre todo en discusiones de orden político, si el resto de los concurrentes es de signo contrario. Pues si se es del mismo, es hablar para escuchar la respuesta que uno busca escuchar y termina no sirviendo de nada. La divergencia agudiza y enriquece las repuestas.
6 – Ahondar en los estudios
Escollos: como siempre, limitaciones visuales y encontrar interlocutores en quienes apoyarse, pues casi todos son jubilados y reacios a volver a incursionar sobre ciertos temas, más bien pretenden dejar de lado lo que desarrollaron durante su vida, como si se hubieran cansado.
Frutos: comprobar que no lo he olvidado y siempre se descubre algo nuevo y eso te hace llevar por la curiosidad y, cuando te das cuenta, estás más inmerso que antes y te duele no haberlo hecho antes, pero a veces no se contaba con el tiempo que se tiene ahora. Comprobar que la mente aún conserva las cualidades.
7 – Disfrutar de una jornada de pesca
Escollo: como siempre, la parte física. Antes no lo podía hacer como hubiera querido, por falta de tiempo, prioridades, compromisos; ahora que no existen, los años mandan
Frutos: reencontrarse con la naturaleza, admirar el paisaje, meditar, borrar problemas, en fin VIVIR y sabiamente. Si es en grupo o familia, agregar diversión.
8 – Salir con la esposa
Escollo: preferir quedarse en casa a disfrutar de la nieta y ella de nosotros.
Frutos: conversar sobre cosas que han pasado y se recuerdan ahora por los lugares donde se va y se habían olvidado.
9 – Limpiar, reparar, reacomodar maquetas
Poseo una colección de aviones en escala perfecta, bombarderos de la segunda guerra mundial, exactamente 98, de una perfección increíble. Con sus bibliografías, cada uno, de las especificaciones e historia.
Escollos: el tiempo que lleva hacerlo, la fragilidad que no es tanta, pero sí para mi habilidad actual.
Frutos: regodear mis recuerdos y permitirme visualizar la gran mayoría que no tuve la oportunidad de verlos personalmente.
10 – Carpintería
Escollos: siempre es redundar sobre lo mismo.
Frutos: Siempre me encantó el perfume de las maderas y trabajar con ellas en forma artesanal fue un placer.
Mucho del moblaje de mi casa es de construcción personal y poder verlos ahora y decir de las dificultades a vencer para construirlos, casi sin herramientas, las pocas que tenía eran rudimentarias. Todo es un anecdotario.