Equilibrios
"Será que a algunas mujeres de más de 60 años nos educaron para servir, primero en la casa de nuestros padres; cuando nos casamos, al marido, los hijos, los nietos. Nuestra principal energía estaba destinada a otros", resume Patricia Murphy un patrón cultural de género. "Cuando nos quedamos sin eso, sin otros -los hijos crecen, se van a buscar su destino- nos quedamos con demasiada energía y muchas veces no sabemos qué hacer. Tenemos que repensar, replantearnos nuestras prioridades y resolver qué hacemos siendo adultos jóvenes con esa energía".
Estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, Patricia percibe "un cambio muy importante, fundamental" socialmente hablando. De ahí que ella y otras personas de su edad "aprendemos cosas que siempre quisimos pero no tuvimos tiempo, hacemos cursos, podemos viajar". Resalta el valor de "compartir; aparte dar, "con la energía que nos queda también aprendemos a compartir".
Cuenta que "su energía va rumbo a las películas", que extraña "enormemente el cine de pantallas gigantes, de salas grandes. El cine". Otra de sus aficiones es "escuchar la radio y su diversidad, todo tipo de emisoras, aprender de los programas que uno escucha, dar opinión, releer cosas viejas y leer cosas nuevas".
Acaso porque le gusta "el libro", le cuesta un poco "leer por Internet". Su ritual: "Sentarme a la tardecita, tomar un té y leer un poco".
Otro modo de canalizar la fuerza vital es "aprender a usar dispositivos electrónicos y las redes. No es fácil para personas que venimos con una estructura y nos cuesta abrir la cabeza".
Patricia nota que "todavía tenemos energía de sobra" y aboga por "usarla para nosotros mismos y estar dispuesto a compartir". Sintetiza que "la familia es muy importante, pero también, y esto uno lo aprende con los años, es importante usar la energía para uno mismo".