Eterna flor
Por Elena Moscone, del Programa Educativo de Adultos Mayores
Como gotas de agua corrían mis lágrimas ante aquella pérdida de un ser tan especial como era mi madre. Ella le daba sal a mi vida, era el continente insustituible para una paz y quietud de este mundo y para aliviar las mochilas y carteras pesadas que llevamos encima.
Esa foto nos muestra así: arreglada ella como bella flor que esparcía su enjundia, su enorme patrimonio espiritual y su carácter alegre.
No necesitó de Internet para distraer su alma limpia. Ningún discurso banal llegaba a alterar sus oídos, abiertos solo a bondades y dulzuras. No fue amante de las polémicas ni de tener altercado alguno. Solo el gran aprecio que tenía la gente hacia ella hacía que su imagen permaneciera entre todos.
La consigna era hacer una narración de alrededor de un minuto en la que aparecieran, en este orden, las siguientes palabras: agua, sal, mochila, cartera, foto, flor, enjundia, patrimonio, Internet, discurso, polémica, aprecio.